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Las cosas en el viaje iban de maravilla. Por supuesto, la madre de Iseul comenzó a llenarla de llamadas apenas proceso que su hija no iba a llegar a casa, la chica trato de evitarlas en su gran mayoría, pero Taehyjng trataba de convencerla de que tomara la llamada y le dijera lo que pensaba en cuanto a la futura boda. Después de todo, no iba a poder esquivar el tema por siempre, así que para el segundo día de viaje, ya estaba preparada para decir todo lo que pensaba, primero, escuchando a su madre gritar por teléfono cosas sobre su seguridad, que aún tiene responsabilidades en casa y que es una irresponsable. Nada demasiado sorprendente de escuchar.

– Madre.

Iseul intentó interrumpir su monólogo porque estaba tomando más de la cuenta.

– Tengo algo importante que decirte...

Al parecer su madre decidió tomar un respiro para por fin escucharla.

– No me salgas con más tonterías Iseul, para empezar no sabemos siquiera dónde estás ni con quien y sabes cómo es...

– No voy a casarme, mamá.

Su progenitora dejó las palabras al aire, sorprendida y aún más molesta. Pero Iseul estaba decidida y se sentía segura.

Taehyung, quien se encontraba a su lado, apoyándola silenciosamente, posicionó la mano derecha en el muslo izquierdo de Iseul, transmitiéndole aún más seguridad.

– Iseul, no sabes lo que estás diciendo, no sabes todo lo que perderás si te niegas a casarte, creí que te había quedado claro, no se la razón por la que hayas tomado semejante decisión pero debo decirte que siempre se te ha criado en un hogar donde sabes perfectamente que el matrimonio no es un gusto, es una responsabilidad.

La chica suspiró, cansada de explicar su sentir por milésima vez.

– Se perfectamente lo que estoy diciendo, y quizá no sepa lo que voy a perder si me caso pero si se lo que voy a ganar si no lo hago. Ya no soy una niña mamá, creo que puedo tomar mis propias decisiones con responsabilidad.

– Escúchame bien Iseul, si te niegas a hacer esto, entonces te olvidas de tu apellido pero sobre todo de nosotros y de esta casa.

Iseul, en cierta parte, esperaba ser rechazada por la familia que alguna vez creyó perfecta, una familia que la cobijó con cariño falso.

¿Hasta dónde había llegado por dinero e interés?

– Está bien.

La verdad es que su respuesta había sido involuntaria, pero las palabras de su madre le habían quedado grabadas a fuego en la mente pero más en el corazón.

Después de todo, la familia no era una opción para protegerse del mundo exterior...

– Me desoigo Iseul.

Y con eso se finalizó la llamada. Iseul aún sostenía el teléfono junto al oído.

– Está bien, lo hiciste bien.

La voz del joven a su lado fue la que la sacudió del pequeño trance, asintiendo ligeramente con la cabeza.

– ¿Te apetece hacer algo?, tengo algo en mente que podría servirnos a ambos para relajar un poco la mente.

La Iseul reservada quizá hubiera reclinado la oferta para sumergirse en reproches hacia ella misma, bloqueada por sus mismos pensamientos, pero Taehyung la estaba haciendo descubrir algo más dentro de ella, hacia que con una sonrisa más parecida a una mueca aceptó la mano frente a ella.

[...]

Para Iseul parecía como si Taehyung conociera Verona como la palma de su mano, pero la había sorprendido una vez más el lugar a donde la había llevado, si bien, estar frente al emblemático lugar donde se había dado una de las más trágicas y apasionadas historias de amor había sido alucinante, la naturaleza y la calidez que rodeaba al lugar era incluso mejor. Una nueva sonrisa se plasmó en los labios de Iseul, permitiéndose sentir de todo.

P H O T O G R A P H Y; KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora