Iseul no sabía la razón por la cual las cosas no se ponían raras entre ambos, pero era agradable. Por fin había encontrado una persona con quien podía compartir todo tipo de momentos, quizá no eran amigos de toda la vida pero el destino era sabio y sabía a quien debía poner en el camino y cual era el momento indicado para hacerlo , Iseul recién comprendía lo que era que los ojos te brillasen al ver a alguien, compartir sonrisas, tomarse de la mano con confianza y naturalidad o quizá pasear y disfrutar con alguien con total confianza y comodidad. No podía creer que durante casi veintiún años no había conocido lo que era una actitud casi plena frente a alguien.
Por otro lado, Taehyung estaba feliz, hacía tiempo que extrañaba la calidez de una persona como Iseul, aunque no lo creyera, la chica también tenía una vibra bonita, que te hacía sentir feliz tan solo ser su acompañante, hacía tiempo también que no se abría frente a una persona, ni que compartía momentos tan íntimos como los que estaban teniendo. A los ojos de Tae, la muchacha era un abalancé de todo, un balance de lo romántico y lo cómico, del amor y la diversión.
Quizá, para algunas personas que conocieran su historia dirían que esto es demasiado precipitado y a decir verdad, ellos también lo creían, pero ¿que más daba?, la vida era un regalo que se te otorga una única vez, una única vez que tienes para disfrutar de todo lo que se te da y para ser lo más feliz que puedas, el mejor consejo que alguna vez alguien te puede dar es que hagas y disfrutes lo que consideres correcto, algunas veces lo comprendes rápido y otras no, pero debe ser un pensamiento siempre presente.
Ahora mismo, se encontraban sentados en algún lugar al azar en la bella Verona, disfrutando de su compañía, riendo por experiencias que ambos contaban, pero de un momento a otro, Taehyung miró sus manos y la sonrisa se desvaneció poco a poco.
– ¿Sabes algo?, el lapso que ha pasado desde que se acabó lo que tenía con mi última pareja... Me ha dado el tiempo suficiente de analizar esa relación...
Iseul se sintió repentinamente inquieta por el cambio tan radical de tema, pero incondicionalmente iba a escuchar a Tae, si eso era lo que necesitaba en estos momentos.
– ... Y ahora estoy casi seguro de que no estaba enamorado de ella... Estaba enamorado de las sensaciones, de cómo se sentía el estar con alguien, de creer que le importaba, de poder compartir un piso con alguien y casi la vida.
Iseul dividía la mirada entre la bufanda de Taehyung y sus ojos, nerviosa, brevemente descolocada de sus propios sentimientos.
– ¿Me entiendes?, en ese momento necesitaba que algo me atara a alguien para no darme por perdido y me confundí de manera terrible. No quiero asustarte pero... Te estoy estoy siendo completamente sincero cuando te digo que nunca había experimentado sentimientos tan sinceros y abiertos como contigo, a momentos ni siquiera se lo qué pasa, solo dejo que suceda, me siento casi como otra persona.
La chica entreabrió los labios sin saber que decir al tener demasiadas cosas que deseaba expresar acumuladas en la cabeza y el corazón.
– Yo estoy igual...
Iseul no supo que más agregar, nuevamente no quería arruinarlo. No pudo más que agregar una sonrisa pequeñita pero contagiosa.
– Cuando me dijiste que la chica te había dicho que necesitabas cambiar... Nunca pensé sentir tantas ganas de golpear a alguien por la estupidez tan grande que estaba pidiendo.
Iseul sonrió de nuevo, medio sonrojada, bajando la mirada, por la comparación que iba a mencionarle, esperando que comprendiera.
– Tal vez vaya a soñarte raro pero eres como una pintura antigua, de esos cuadros que necesitas pararte a mirar un poquito más de la cuenta para analizar los colores, la forma y las pinceladas por las que está compuesto, pero si eres de los pocos afortunados que descifras la magia de esa pintura, entonces verás todo diferente porque estarás presenciando algo único y precioso. En tu caso, más allá de un cuerpo y rostro bonito, más allá de ropa cara y lujos.
Taehyung comprendió y se sorprendió un poco que la mente de Iseul fabricara de manera espontánea esa comparación pero más lo sorprendió la manera tan apegada con la que estaba hablando.
– Lo entiendo. Y también entiendo que eres una persona especial en esta vida Iseul. Cualquiera que esté a tu alrededor va a ser atraído por ti, por tu manera de pensar, por tu lenguaje corporal, por todo.
Viéndose a los ojos, sonrieron una vez mas. Y es que las sonrisas y risas que habían compartido y habían sido de las más sinceras, más o menos, de su vida entera, y nada valía más que esos momentos de la vida.
– ¿Quisieras casarte de verda Is?, quiero decir... Si alguna vez conoces a la persona indicada.
Iseul cambió su mirada al panorama del frente, para evitar abochornarse con la pregunta y los ojos curiosos del joven.
– Si. Al final de cuentas creo que soy como casi cualquier chica. En algún momento he soñado con un esposo perfecto en una casa linda, con niños corriendo y vacaciones perfectas en familia. Casi nunca me gusta decirlo abiertamente porque los pensamientos de la sociedad están muy cambiados ahora y la verdad es que no me gusta ser criticada.
Taehyung estaba aún más feliz si era posible, el soñaba con lo mismo y le hacía ilusiones de un futuro incierto y demasiado ficticio.
– Conmigo no tienes por qué tener temor a ser criticada, jamás voy a hacerlo, sobretodo si tenemos los mismos sueños.
– Es increíble la conexión que siento contigo. Me gusta, me gusta demasiado.
Otra sonrisa cómplice y feliz entre ambos, resaltando sus mejores facciones.
– Creí que estas cosas y estos sentimientos solo se vivían leyendo las novelas de Shakespeare.
Iseul seguía sonriendo, pero poniéndose seria al momento que analizó lo que había dicho.
Si analizaba detalladamente lo que había dicho casi se le había declarado.
Abrió la boca intentando excusarse, pero Tae la interrumpió.
– Está bien, se lo que quieres decir.
Y esta vez, viéndola a los ojos, en medio de uno de los escenarios de las mejores novelas románticas, a las luz de la luna y con el corazón de ambos hinchado de felicidad confesó abiertamente sentimientos fuertes, expresándolo por ambos.
– Creo que me gusta Iseul, creo que me gustas mucho.
Un gusto era un comienzo, ¿no?
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P H O T O G R A P H Y; KTH
FanfictionDonde por una simple fotografía enviada por accidente nace un deseo y... Tal vez algo más.