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Una de las cosas que más disfrutada Isuel en la vida era sentirse libre y contenta, dos sentimientos que combinados podrían lograr hacerte sentir una única y completa gloria corriendo por todo el cuerpo. Eso era lo que sentía Iseul al montar a caballo.

La nobleza de un caballo transportaba a la joven a un lugar con más paz, pero sobretodo a algún lado donde las críticas destructivas no tenían lugar y donde no existía la deshonestidad, ni los matrimonios arreglados.

Los sentimientos amargos que traía Iseul arrastrando tras la espalda eran mitigados por el suave galope del corcel negro que había elegido como compañero esa tarde y de la risa de Taehyung mientras recorrían largos caminos de pasto verde.

– Quiero enseñarte una cosa especial, sígueme.

Aún con las sonrisas permanentemente plasmadas en la cara, se trasladaron suave y elegantemente a lo que parecía ser una cascada pequeña con un estanque de tamaño grande donde se alojaba la mayor parte del agua.

– ¿Que es este lugar?

Las mejillas de Iseul comenzaba a adormecerse de la sonrisa tan marcada de las últimas horas.

– Aquí podemos nadar y tener mucha más privacidad que en la hacienda, ¿que te parece?

Iseul no notó la expresión en la cara de Tae, pero no era muy arriesgado decir que tenía una mirada de adoración.

– ¿Crees que sea indicado si...

Tae interrumpió a Isuel sin mucho cuidado, con cierta emoción en la voz.

– Is, ¿si te cuento un secreto de lo que hago para tener los lujos que has sido capaz de ver... Prometes no mirarme de mala manera o rara?

– ¿A que te refieres?

Tae le regalo a Is una sonrisa demasiado bonita para ser cierta, pero estaba ahí, a un escaso metro.

– Es más complicado de lo que lo hago parecer, hay más gente involucrada y no quiero...Arriesgarte.

Si bien el joven mantenía un sentimiento de preocupación, su cuerpo aún seguía ahogado en la felicidad de hace minutos, opacando completamente los sentimientos negativos que quisieran someterla.

Iseul sabía muy en el fondo que debía de estar preocupada, oh, si que debería estar preocupada.

– La verdad es que no quiero sofocarte, así que empezare diciéndote que lo que tengo no ha sido obtenido de manera muy limpia...

Is quedo un poco sorprendía, con la guardia abajo y sin saber muy bien que decir, tenia preguntas, si, pero eran tantas que no encontraba la manera de dejarlas salir y por las expresiones del chico ella tampoco quería hacerlo sentir presionado.

Pero claro, no cualquiera podría adquirir un atuendo completo de más de quince mil dólares, tampoco era común ser capaz de obtener cualquier cosa con solo hacer llamadas, pero por el momento dejo que esas dudas se alojaran en el fondo de su mente, tan solo por el momento.

– Uhm, supongo que cuando quieras decírmelo por completo solo saldrá, ¿verdad?

TaeTae sonrió de nuevo, valorando la comprensión de Is.

– Eres muy bonita, lo sabias, ¿verdad?

Comentarios sin motivo alguno.

Iseul aún no sabía cómo debía reaccionar exactamente, pero por alguna razón entre ambos chicos había crecido una burbuja de confianza en la que ambos podrían actuar como quisieran sin necesidad de preocuparse, por eso Isuel en un arranque de emociones, tocó la mejilla de Tae de manera amorosa, con una mirada tan acaramelada como la del chico, agradeciendo sin palabras.

– Si pudiera darte el mundo te lo daría, pero cuando tenga la oportunidad de decirte lo que hago, podrás entender que será mejor mantener todo lo relacionado a nosotros en secreto.

Si bien esta no era información para tranquilizar a Iseul, algo dentro de ella la orillaba a poner su confianza en un chico que no conocía de mucho pero con el cual tenía una conexión magnífica.

– Está bien.

La intimidad del momento era tanta que olvidaron todo a su alrededor por unos momentos, demasiado perdidos en su propio mundo.

– Is, quiero estar contigo de verdad que si, pero tienes que saber cosas de mi antes de involucrarte tanto conmigo... No soy quien crees que soy.

Iseul frunció el ceño por escasos dos segundos, dentro de los cuales la duda y el miedo le atormentaron el cuerpo entero, pero el Aura tan bonita de Tae era capaz de tranquilizarla.

– Entonces dímelas...

– Aún no.

Una vez más, la magia de sentirse abrumado positivamente los llevo a compartir un gesto de amantes.

Otro beso.

Cada uno creciendo en intensidad y más inolvidable que el otro.

Iseul comenzaba a entender los sentimientos de los que hablaba la gente cuando estaba enamorada, toda esa cantidad inmensa de sentimientos que te recorre el cuerpo al mismo tiempo desembocando en un mar de completo placer y felicidad.

Pero los momentos que comparten son frágiles como el cristal más fino y esta vez el causante de eso, fue el tono de llamada del móvil de Taehyung.

Con un suave chasquido y sonrisas compartidas, ambos chicos se separaron, sin decir nada.

– Taehyung.

El tono no era bueno, no eran buenas noticias.

– Hola Seokjin, ¿pasa algo?

Aunque Taehyung tratará de hacer lo posible de bloquear la información para Iseul no era muy posible.

– Si, lamentó decirte que si.

En el peor de los momentos.

– Um, dímelo, sin rodeos por favor.

Taehyung estaba ligeramente a las malas noticias y aunque odiará admitirlo... al peligro también.

– Están buscando a la chica Taehyung, están buscando a Iseul. Contigo o sin ti la van a atacar, aún no se cómo fue posible que...

Taehyung no fue capaz de escuchar el resto, su mirada volando inmediatamente a la figura de una Iseul preocupada y nerviosa.

Una persona inocente.

Una persona que lo había hecho sentir algo diferente en un tiempo considerablemente corto.

Una chica tan bonita.

Una chica tan talentosa...

Taehyung había jodido la vida libre que Isuel conocía, pero ahora no había tiempo de arrepentimientos, no cuando hay vidas de por medio, lo relevante ahora era que el peligro estaba pisándole los talones y debía darse prisa si quería evitar alguna desgracia.

Al final los secretos te persiguen sin cansancio, el pasado, el presente y el futuro  siempre van a estar ligados, y es ahora cuando Taehyung logra reconocer que la sombra de lo que fuiste e incluso de lo que no fuiste siempre estará detrás de ti, como un perro hambriento detrás del primer trozo de comida y depende de ti y de tu fuerza si logras escapar.

Perdónanos Dios, por caer en tentación y líbranos de todo mal.

P H O T O G R A P H Y; KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora