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Iseul no pudo apartar los ojos, y no solo era por lo pesadez en si de la mirada de Taehyung, sino por una chispa que nunca detectó en nadie tiempo atrás. O tal vez nunca le interesó nadie demasiado como para prestar atención.

Había algo en esa misma chispa, algo así como la ilusión y emoción de un niño pero al mismo tiempo el masculinidad de un hombre. Y estaba segura de que no era la única que se había percatado, era un punto más para el atractivo del chico.

Volvió a la realidad cuando Hye-ji la alcanzó, con dos extraños tragos de un color igualmente peculiar entre las manos. Solo en ese momento se preguntó cuánto tiempo habían mantenido contacto visual, y sobretodo, ¿cuando había desaparecido todo y todos a su alrededor?

– ¿Qué mierda haces parada en medio de...

Guardo silencio automáticamente cuando siguió la mirada de Iseul.

– Santa mierda.

Tomo a Iseul por el brazo y la arrastró hacia el lado contrario de la mesa de aquel individuo tan bello e imponente.

Y a decir verdad, los siete chicos sentados en aquella mesa, (que demostraban la existencia de los ángeles ), eran bellos e imponentes.

– Tienes que ir a bailar con el, por Dios. ¿Ya viste como se ve?

Por supuesto que había visto cómo se veía. Enfundado en ropas increíblemente caras, que lucían de lo mejor en su cuerpo, como si hubieran sido hechas para el, a medida (e incluso puede que sea así). Y la expresión que tenía permanentemente hablaba de la seguridad que tenía como persona en si mismo.

– Vamos Iseul, no seas idiota. Te esta mirando desde el otro lado.

Iseul no iba a voltear, definitivamente arruinaría su imagen.

– ¿Estás loca?, estoy segura que cuando esté frente a él no voy a saber si quiera que decir y voy a quedar como una completa tonta frente a sus ojos, además, ve tú a saber que clase de mujer es su novia, ¿crees que un hombre como el este solo?, por supuesto que no, tan solo ve las miradas que le están dedicando todas las hembras que se encuentran aquí, ¿por qué se fijaría en mi?, tan patética que estoy aquí, mirándolo desde la distancia.

Iseul solía ser, por lo general, un poco más confiada en si misma, y más si se trataba de chicos, es decir, no era una rompecorazones pero sabía cómo lidiar xo ello, pero por alguna razón estaba nerviosísima y no quería hacer el ridículo, al menos en el lugar que se encontraban y mucho menos frente a las personas que la rodeaban.

– No empecemos Kim, mueve tu estúpido trasero de esta silla antes de que te arrastre yo misma.

Iseul ciertamente no tenía ganas de ir y hablar con el. Es decir, si, pero no podría enfrentarse sola a una situación así y si le proponía a Hye que fuera con ella sería una situación extraña.

– Ah, y no me hagas arrepentirme de no haber ido a la fiesta de la que te hable, la de la otra chica de la facultad opuesta.

Iseul tampoco quería pensar demasiado en que había privado de una diversión bien merecida a Hye, así que se limitó a cambiar de tema, al menos hasta que pudiera evitarlo. Quizá igual y se pensaba mejor lo de ir a bailar pero lo decidiría ella, sin ser presionada. Al fin y al cabo no volverían a verse, tal vez podrían mantener el contacto en redes sociales pero no sería para tanto...

¿Verdad?

– ¿sabes algo?, estuve hablando un poco con Jungkook y...

Hye cambió su expresión a una de confusión.

– ¿El capullo que quiere casarse contigo a la fuerza y sin que tú le conozcas una mierda?

Iseul soltó una ligera risa gracias a la selección de palabras que utilizó su amiga.

P H O T O G R A P H Y; KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora