Sam
Llevo días investigando sobre la enfermedad de mi sobrino. No he tenido buenos resultados, la droga es muy extraña y tiene componentes que desconocía. A pesar de su letalidad, es algo que llama mi atención, ya que se logró un equilibrio brillante entre todas las drogas y sustancia que utilizaron para crearla. Estos días encerrada en el laboratorio no he tenido tiempo para convivir con mi familia después del tiempo que estuvimos separados.
Rachel está en reuniones con los clanes de la pirámide, Emma no sale de la habitación, papá sigue encarcelado y mamá no desea hablar con nadie; ella es la más afectada. Lo más Preciado para ella son sus hijas y solo le queda una que le es fiel. No entiendo porque mis hermanas se vieron involucradas en tantos líos. Rachel casada con un hombre que mi madre odia y que no le importa llevarse el mundo por delante, y Emma embarazada a los 18 sin carrera ni futuro prometedor. Al menos mamá me tiene a mí, que le soy fiel hasta el final, no tengo la necesidad de complicar mi vida con hombres de esta calaña.
Estoy tan concentrada en mis pensamientos que no noto la presencia de la persona que se adentra en el laboratorio hasta que carraspea y me hace dar un brinco por el susto.
– ¿Tan insignificante soy que no notas mi presencia, cara? - el marcado acento italiano, mas la mirada intensa y calculadora , y el apodo que me dice me pone cardiaca y sin saber porqué.
–Eh... no no. Es que estaba distraída– me siento ridícula por tartamudear y ver la sonrisa genuina que me dedica siendo consiente de lo que me provocó.
-Cuidado. Es bueno concentrarse y entregarse de lleno a una tarea, pero jamás olvides cuidar tu espalda - su mirada se ensombrece mientras sigue avanzando hacia mí con un ritmo pausado - Cualquiera puede atacarte a traición y hacerte caer.
Esto último lo dice en un susurro llegando a mí. Tiemblo ante su cercanía. Sé que debería temerle, es el creador de una droga letal, el líder de la pirámide, y asesino de miles de personas, sin embargo aquí estoy temblando en lugares que ni sabía que existían y nada tiene que ver con el miedo.
-¿Qué , m... me vas a matar a traición?-Mi voz tiembla debido a su cercanía.
El sonido de su risa acaricia mis oídos. Se pega mas a mí y cierro los ojos por instinto al sentir su mano acariciando mi mejilla, inclino la cabeza en busca de profundizar la caricia , hasta q su voz me detiene.
-No siempre un ataque busca sangre y muerte cara. También puede ser para desarmarte y dejarte indefensa...- interrumpe la frase mientras pasa su pulgar lentamente por mi labios, sus ojos no abandonan su movimiento, y luego fija su mirada en la mía - justo cómo estás ahora.
¡No entiendo! Yo siempre he sido fría y nadie me ha descontrolado como ahora. Una señorita no debería permitir que le tocaran así y menos si es el "marido" de tu hermana. Si mamá se enterase de esto estaría muerta, pero... si no se entera no habrá daño.
-¿Por qué querría el líder de la pirámide tenerme indefensa? Si solo soy una cerebrito más, sin técnicas de lucha y entrenamiento como mi hermana- saco fuerzas para enfrentarlo. Alguien tiene q parar esto.
-No te subestimes amore, eso sería un pecado. Eres tan fría y calculadora como yo.
-No creo que nos parezcamos - Alzo la voz y me separo de un tirón para darle la espalda y apoyarme en la mesa. - Además, ya tienes a la James que tanto querías, al fin tienes a Rachel, no la descuides. Esto que haces conmigo no está bien, no es correcto .
A estas alturas mi respiración es inestable por el enojo. Rachel pudo volver loco al Morgan y al Macherano, Emma ha sido la perdición de los Romanov y yo ... pues tengo que conformarme con los ineptos niñatos que me rodean, porque según mamá es lo correcto e inteligente. Ya me estoy hartando.