Sam
Despierto agitada y con un dolor intenso en la sien. Intento orientarme y caigo sentada en la cama cuando reconozco la habitación de Antoni.
-Ahh- aprieto los párpados y me froto la frente. El malestar es parecido a una resaca. No recuerdo en qué momento perdí la consciencia.
-Te desmayaste - esa voz me eriza el vello de todo el cuerpo y me hace voltear a la derecha donde lo hallo sentado junto a la cama con los codos apoyados en la barbilla mirándome fijamente.
-No tenías que traerme a tu cama - murmuro por lo bajo y desvío la mirada.
-Es ahí donde perteneces.
Tiemblo ante su respuesta y nada tiene que ver con temor, incluso sabiendo que pronto saldrá a la luz el gran secreto que guardo. Ya nada me da miedo, con él no, supongo que es porque ya vi su parte más peligrosa y aún conociendo sus demonios no impidió que se apoderara de todo mi ser.
-¿Dónde está Damon? - intento disipar la tensión.
- Está en su habitación. Terminó agotado luego del interrogatorio que le hice - me dice como si nada haciendo que mis manos suden.
-¿Interrogatorio? ¿sobre qué?
-Mmm.... Déjame pensar - murmura mirándome directo a los ojos mientras se levanta lentamente y me acorrala contra el espaldar de la cama - ¿Te suena el nombre de Víctor? ¿Quién es y por qué intenta envenenarte?
Mi corazón se paraliza, la respiración se me acumula en el pecho y siento que los ojos se van a salir de sus órbitas. «Estoy acabada». Mi mirada no se desprende de la suya y el mundo parece detenerse, soy incapaz de mover un músculo.
-Te repito ¿quién es Victor? - Su voz es baja y amenazante. Tiene los puños apretados a cada lado de mis caderas y su rostro a centímetros del mío. - ¿Es un amante celoso? ¿Un acosador? ¿Algún enemigo de tu familia? Dime quien es y en segundos lo mato.
- Será casi imposible - lo interrumpo con toda la fuerza que logro reunir, el que amenacen a mi hijo me hace sacar las garras siempre - Ya intentaste matarlo y no pudiste; es alguien superior a mí, incluso a ti. Es alguien con el poder de dominar el mundo y dominarte a ti. Es alguien que muchos odiarán e intentarán matar pero no lo van a lograr.
A estas alturas perdí el filtro. Perdí el miedo y perdí todo. Mis hermanas por orgullo o por miedo ocultaron sus embarazos pero yo no pienso callármelo. Que de una vez se entere el mundo que la gran Sam James no es tan perfecta como la idealizaron. Antoni solo puede mirarme descolocado por el cambio radical de mi actitud.
-¿Y sabes por qué? - insisto ante su silencio y niega con la cabeza si dejar de observarme - ... porque es una ninfa con sangre demoníaca...
El silencio que se crea en la habitación es ensordecedor. En cámara lenta veo como Antoni se deja caer al lado mío en la cama y me deja espacio para ponerme de pie. Me siento más segura así; ya solté la gran bomba y estoy esperando el estallido que no sé las secuelas que dejarán en mí.
-¿qué estás tratando de decirme cara? - su voz vibra y sus ojos están perdidos.
-Que tendremos un hijo Antoni; un Macherano James está en camino. No estás obligado a nada, yo lo supe con tiempo y decidí tenerlo yo sola. Tranquilo que no te pediré parte de tu fortuna ni una pensión mensual - giro los ojos ante la absurda idea - Tengo suficiente para que esta criatura crezca sana y feliz. Solo quería avis...
En cuestión de segundos soy alzada en sus brazos mientras me devora los labios literalmente. Mi espalda toca las suaves sábanas mientras mi abdomen queda al descubierto cuando Antoni me alza la blusa. Va dejando un reguero de besos por mi cuello, mis brazos y pechos hasta llegar a mi abdomen y mirarlo fijamente.