Laila
«Es un demonio, el diablo en persona»
Es lo único que viene a mi mente cuando miro por milésima vez la foto de Ali Mahala en el expediente que me facilitó Luisa. Busco algún indicio de locura o pérdida de cordura para justificar el hecho de haberme besado. En cambio no encuentro nada, a pesar de sus acciones, el tipo es el más cuerdo de ese clan, y eso me inquieta porque ahora sé que no haría nada por impulso, todo es debidamente planeado. Eso me lleva a preguntarme ¿Qué papel juego yo entonces en esto?
-¿Aún no haz aterrizado? - me interrumpe Brenda entrando en la oficina de tenientes con un sobre en la mano - Desde el rescate de Damon te pierdes en tus pensamientos con facilidad, ¿Tan crudas te resultaron las cloacas rusas que no lo puedes superar?
Me detuve a pensar en lo que dijo y me sentí ridícula. Vi a un niño siendo tratado como animal y ni eso logró desestabilizarme como lo hizo ese maldito beso, más bien, delicioso beso de un maldito hombre. Sacudo la cabeza para librarme de esos pensamientos y me concentro en Brenda tratando de ocultar lo que me tiene así.
-Sí, me chocó un poco ver en vivo las atrocidades que se hacen ahí.
-Vaya, eso no me lo esperaba. Tú siempre haz sido la más dura de todas, creo que la falta de sexo te está afectando. - sonreí ante eso porque Brenda era muy medida a la hora de hablar esos temas, pero al parecer su capitán le ha derrumbado muchas barreras. - Creo que esto tiene tu solución. Parece ser de un admirador secreto.
Movió el sobre que traía en la mano frente a mi rostro y lo tomé por impulso comprobando que estaba sellado aún.
-¿Quién lo trajo? - era la primera vez que algo así llegaba a mis manos.
-No lo sé, cuando llegué los guardias me pidieron que te lo entregara.
Asentí una vez y me concentré en abrir el sobre sin romperlo. Una pequeña nota estaba dentro y un pétalo blanco la acompañaba.
"Tenemos algo pendiente.
Pd: Recibe el pétalo como una ofrenda de paz temporal."
Mi corazón latió como loco al deducir el autor de la nota. También me percaté que al final de la misma había escrita una dirección y una hora, mis nervios aumentaron descontrolándole un momento.
-¿Te ocurre algo?- la preocupación de Brenda me volvió a la realidad.
-Eh... no nada. Solo es un amigo que me escribió, y hace mucho no lo veo.
Me justifiqué lo mejor que pude, y no entiendo porque les ocultaba esto a mis amigas, pero sentía que era algo que solo debía reservar para mí. Miré el reloj para darme cuenta que solo faltaban tres horas para el supuesto encuentro.
-Recuerda que esta noche es nuestra. Rachel ya confirmó la noche de cine en su casa. Lulú se apuntó también.- me recuerda Brenda y maldigo.
- Lo siento - digo antes de procesarlo - esta noche no podré.
-¿Es por esa nota? - me mira dudosa - ¿Tan importante es?
-Es de vida o muerte.
Hasta yo me sorprendo con la respuesta, ni siquiera he procesado la situación y ya tomé una decisión. Por suerte Brenda lo deja estar y yo respiro por fin. Recojo mis cosas y me escabullo al parqueo para irme antes de que alguien más me acorrale.