Me separo cuando la voz de Rose hace presencia en la habitación.
-¿Qué haceis?-Pregunta sorprendida.
Me separo de Lucas, que me mira sonriente. Tomo aire y me giro hacia la puerta, en donde se encuentran Rose y Daemon. Este último con una expresión de dolor en el rostro.
Le lanzo una mirada de advertencia a Rose, que la capta y cierra la boca. Miro a Daemon.
-Nim, no puedes hacer eso.-Dice cortante.
-¿Perdona? Es mi vida. Puedo hacer lo que quiera.-Me cruzo de brazos y frunzo el ceño.
-Pero tú eres mía.-Nada más decirlo, se arrepiente. Lo noto en su mirada.
Mis ojos se abren como platos.
-Repite lo que acabas de decir.-Le mando.
Él se queda callado. Por un segundo, pienso que va a hablar, pero cuando se da la vuelta para marcharse mis esperanzas se desvanecen.
Cojo las muletas y me incorporo. Lucas intenta agarrarme, pero me separo y "corro" detrás de Daemon.
Está casi bajando las escaleras.
-¡Espera!-Grito.
Él se da la vuelta por un momento y me mira enfurecido. Doy un paso hacia él ignorando su mirada, pero me tropiezo y caigo hacia delante.
Daemon me atrapa entre sus brazos. Me sujeto a lo primero que veo, que resulta ser su cuello. Escucho el estruendo de las muletas al caer al suelo, pero lo ignoro.
Levanto la vista hacia Daemon. Sus brazos rodean mi cintura con fuerza, sin aflojar su agarre en ningún momento.
Y se inclina sobre mí.
Nuestras bocas se unen en un beso malditamente desesperado, rápido, húmedo e impaciente. Mis manos se enredan en su pelo, atrayéndolo más hacia si, y él reacciona pegando mi cadera a la suya. Nuestras lenguas se entrelazan, deseosas la una de la otra, como si fuese el fin de los días y fuésemos lo último que nos quedase.
Nos separamos. Mi corazón bombardea mi pecho, y mi respiración se entrecorta.
Vuelvo a besarle. Daemon introduce las manos dentro de mi camiseta y me agarra de la cintura, un movimiento delicado pero abrumador.
-¡Nim!-Grita Lucas.
Me separo rápidamente y me giro hacia él y Rose.
-Yo...-Empiezo a tartamudear. Me giro de nuevo y le doy una bofetada a Daemon.-¡Idiota!
Su cara sorprendida me hace reir. Fuerte.
Todos me miran con cara asustada.
-¿De qué demonios te ríes?-Pregunta Rose.
Sigo riéndome.
-De que todo es una mierda.-Consigo articular entre risas.-Primero le beso a él.-Señalo a Lucas.-Y luego a él.-Ahora a Daemon.-¡Es casi imposible besar a dos tíos en cinco minutos en una casa!
Y sigo riéndome.
Pero las lágrimas descienden por mis mejillas.
ESTÁS LEYENDO
Una irresistible casualidad
Teen FictionNim es una chica de quince años segura de si misma, con un caracter fuerte. Una tranquila noche está en su habitación cuando ve que un chico intenta colarse en su casa para que no lo pille la policía. Y lo más raro es que ella le deja pasar... <...