-¡No puedes simplemente soltar eso y quedarte tan tranquilo, Daemon!-Grito.-¡Tú no me quieres!
Abre la boca, pero luego se lo piensa mejor y vuelve a cerrarla.
-Creo que deberíamos volver a tu habitación.-Dice finalmente.
Pongo los ojos en blanco.
-No entiendo como mis padres te han dejado a mi cargo.
-Tenían que hacer mucho papeleo fuera de la ciudad, y como soy amigo de Andrea, pues confían en mi.
-Te odio.-Gruño, mirándolo con odio.
***
Al día siguiente, vuelvo a casa. Daemon me cuidará unos días hasta que mis padres puedan volver de nuevo, lo que para mi es horrible.
Al entrar en casa con mi par de muletas, recibo una gran sorpresa al ver a Rose y Lucas esperándome con una gran pancarta, muchos globos y mucha comida.
-¡Chicos!-Exclamo.
Se acercan a mi y me abrazan. Murmuran palabras tipo "te hemos echado de menos", o "te quiero tanto...".
-¿Quién es él?-Pregunta Rose finalmente, analizando a Daemon de arriba abajo.
-Daemon. Amigo.-Les aclaro rápidamente.-Pero ya se iba.
-No es verdad.-Protesta él.
-Dae, dijimos que me cuidarías cuando estuviese sola, y ahora estoy con mis amigos.-Frunzo el ceño.
-No, quedamos en que te cuidaría hubiese la gente que hubiese. Me quedo.-Finaliza con una sonrisa triunfante.
Pongo los ojos en blanco.
-Eres malditamente estúpido.
-Y tú eres terriblemente insufrible.-Replica al instante.
-Déjame.
-No pareceis muy amigos, sinceramente.-Interrumpe Lucas.
Lo miro y le sonrío.
-Lucas, llévame a mi habitación. Me apetece descansar.
Él me sonríe y me agarra del brazo. Con su ayuda, consigo subir las escaleras y llegar a mi cama sana y salva.
-Bien. Ahora dime quién es ese.-Dice en cuanto me tumbo.
Le cuento, tras vacilar, lo que pasó durante las vacaciones, viendo como su expresión se va transformando en enfado. Luego, cuando le cuento que me salvó del accidente, se relaja un poco.
-No me gusta.-Declara al final.
Su pelo se desliza por su frente, lo que le da un toque desenfadado, pero no es suficiente para tapar su notable enfado.
Se quita el abrigo y lo deja en la silla de mi escritorio, para finalmente tirarse a mi lado.
Veo que está pensando algo.
-¿En que piensas?-Lo miro y sonrío.
-Tengo una idea.
De repente, oimos pasos por las escaleras, de Daemon y Rose, que están hablando animadamente.
Pego un brinco cuando Lucas se gira hacia mi y agarra mi cara entre sus manos. Luego, se acerca a mi y pega su boca a la mía.
Puedo notar como intenta dar paso a su lengua, e inconscientemente le dejo entrar, siguiéndole el ritmo.
La puerta se abre, y oigo un grito ahogado de Daemon.
Noto como Lucas sonríe al oirlo.
Este es su plan.
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Una irresistible casualidad
Teen FictionNim es una chica de quince años segura de si misma, con un caracter fuerte. Una tranquila noche está en su habitación cuando ve que un chico intenta colarse en su casa para que no lo pille la policía. Y lo más raro es que ella le deja pasar... <...