Una irresistible casualidad

Cap 17: Adrenalina.

Abro los ojos con un sobresalto. Estaba soñando. Juraría que el sueño había sido real.

Miro a mi alrededor y ahogo un grito al ver que no era un sueño. Me encuentro en el hospital, tumbada en una cama dura y blanca, al igual que el resto de la habitación. Me llevo una mano a la nariz y veo que tengo dos tubitos que me permiten respirar. De un tirón me los quito, y compruebo que puedo respirar bien. Intento levantarme, pero un dolor fuerte en la pierna me lo impide. Con cuidado, aparto la sábana. Mi pierna  está completamente enyesada. ¿Me la he roto?

Miro a mi derecha y descubro que Daemon está durmiendo, sentado en un pequeño sofá de color beige. Tiene un brazo vendado y un par de arañazos en la cara, pero a parte de eso creo que se emcuentra bien.

-Dae.-Le llamo.

El abre los ojos despacio y se los frota. Cuando, mira hacia mi, sus ojos se inundan de lágrimas. Se incorpora y corre hacia la cama.

-Nim, Nim, Nim. ¿Estás bien?-Me da un beso en la frente.

Frunzo el ceño.

-¿Que le pasa a mi pierna?-Pregunto.

-Está rota. Ocurrió en el accidente.-Su voz se quiebra. Veo que agacha la mirada.

-¿Y Andrea y Byron?

-Ellos...-No acaba la frase. Se pasa las manos por el pelo.

-¿Ellos qué, Daemon?-Me agarro a la barandilla de la cama e intento incorporarme.

-No te levantes. Ellos están inconscientes. No sabemos si despertarán.

Ahogo un grito. Me tapo la cara con las manos y empiezo a llorar en silencio.

No es justo.

No es nada justo.

Oigo como la puerta se abre, y levanto la mirada.

-¡Papás!-Exclamo.

Ellos corren hacia mi y me abrazan.

-Daemon nos ha llamado. Nos ha dicho que estabais en la cabaña y que al volver tuvisteis un accidente de coche. ¿Estás bien?-Me pregunta Ted, asustado.

-Me he roto una pierna.

-Y un par de costillas.-Añade Daemon.

Lo miro. Está casi más preocupado que mis padres.

-Pero Andrea y Byron...-Empiezo a decir.

-En coma. Lo sabemos.-Walter me da un beso en la frente.

A veces, las cosas no salen como las esperamos. Nos pasamos la vida deseando que alguien venga y ponga nuestro mundo al revés, para sentir ese toque de adrenalina que tanto ansiamos. Pero a veces, es el mundo el que nos pone del revés a nosotros.

Y no siempre para bien.

DIOS LO SIENTO, EN SERIO. ES QUE ESTUVE ENFERMA, Y CON EXAMENES, POR LO QUE NO PUDE ESCRIBIR ANTES. SE QUE ES CORTITO, PERO EL DOMINGO INTENTARE SUBIR, OS AMO.