Me despierto a eso de las nueve de la mañana, ya que un sudor frío recorre mi espalda. Abro los ojos y reprimo una tos al ver a Daemon dormido a mi lado.
Me levanto con cuidado de no despertarle y me dirijo al cuarto de baño. Cierro la puerta y me apoyo en el lavabo.
Al mirarme al espejo, veo una nariz enrojecida y unos labios un poco agrietados.
Si al final si que me puse enferma.
Me despojo de mi pijama y me meto en la ducha. Pongo el agua caliente y dejo que los fuertes chorros impacten contra mi cuello, dándome un masaje. Suelto un suspiro y a continuación, un estornudo.
Me enjabono el pelo y luego el cuerpo con un gel de leche de alemendras, y finalmente salgo. Me envuelvo en una toalla y me cepillo el pelo, luego me lo seco y finalmente me pongo la ropa interior.
Miro mi pijama y veo que es muy fino, así que decido ir a mi habitación a coger uno más calentito. Salgo rápido y entro en mi cuarto, en donde Daemon sigue dormido como un tronco.
Abro el armario y saco un pijama azul gordito de búhos. Mientras me lo pongo, empiezo a cantar una canción.
-Tú me dejaste una mañana de enero... Yo pensé que mi dolor sería eterno... Pero he cambiado y ya no te echo de menos... ¡PORQUE ME HE PUESTO TETAS!-Me acabo de poner el pijama y sigo con la canción.
Oigo una carcajada a mis espaldas, me giro y veo a Daemon abrazándose el estómago de la risa.
-No hay mejor forma de levantarse.-Dice entre risas.
-Ja, ja.-Digo con ironía.
Me pongo unos calcetines negros y unas zapatillas altas de pelo. Finalmente, retiro mi pelo en una coleta alta y me tiro en la cama. Empiezo a toser y me cubro con la almohada.
-¿Que te pasa?-Me pregunta.
-Estoy enferma.-Digo con la voz un poco ronca.-Por tu culpa.-Digo al tiempo que me aparto la almohada.
-No es mi culpa.-Frunce el ceño.
-Claro que si. Fuiste el que me tiraste en la nieve.-Enarco una ceja.
-Bueno. Quizás tenga un poco de culpa.
-Si, claro, solo un poco.-Pongo los ojos en blanco y agarro una manta, que echo por encima.-Ahora tienes que cuidarme.
-Ni de broma.
Empiezo a toser descontroladamente (tal vez esté sobreactuando un poco) y veo como Daemon frunce el ceño.
-¿Que necesitas?-Acaba rindiéndose.
-Jarabe para la tos.-Respondo con una sonrisa en la cara.
-¿Algo más?
Se levanta de la cama y se cambia de ropa rápidamente, colocándose un vaquero, una camiseta blanca y un jersey negro por encima.
-Mmm... Películas. Y, ya que prácticamente estás viviendo aquí, deberías ir pensando en traer algo de ropa tuya.
-De acuerdo.-Se coloca una chaqueta y se dirije hacia la puerta.-Vuelvo en cuarenta y cinco minutos.
-Vaaale.
Sale y cierra la puerta tras de si.
Bostezo, pero me interrumpe un ataque de tos.
-Que catarrazo, ¿no?-Pregunta Andrea, entrando en la habitación.
-Ya. ¿Te he despertado?
Se sienta a mi lado y cruza las piernas como un indio.
-Nah, da igual. No tengo sueño, de todas formas.
-Ayer hubo tormenta.-Digo tras un rato en silencio.
-Lo sé. Me extrañé de que no vinieras a llamarme.
-Dormí con Daemon.-Sonrío.
-Ah, bueno, en ese caso, genial.-Me devuelve la sonrisa.-¿Quieres que vaya a comprarte algo?
-Acaba de ir él, pero gracias. ¿Como está Byron?
-Bien, dormido.-Se encoje de hombros.-¿Quieres que te traiga algo de desayunar? ¿Cereales?
-Siii, los Lion. Ruaaar.-Gruño como un león y Andrea se ríe.
***
-¿Sabes lo que me ha costado encontrar alguna película que nos pueda gustar a los dos?-Daemon deja la bolsa con las cosas encima de la cama, al lado de Andrea y mío.
Saco la película y leo el título en voz alta.
-Somos los Miller. ¡Genial! Me encanta esta peli.-Digo con entusiasmo.
-Las otras candidatas eran Transformers y X-men.
-Podrías haber traído cualquiera, me gustan las tres.
-Bueno, mañana si eso traigo otra. ¿Tienes hambre?-Se quita la chaqueta y se sienta en la cama.
-Acabo de desayunar.-Le sonrío y me incorporo.-Pero me apetece gastar alguna broma... Byron sigue durmiendo, ¿verdad?-Sonrío maliciosamente.
***
Abro la puerta de la habitación de Byron despacio, procurando no hacer ruido, seguida de Daemon, que está grabando, y de Andrea.
Me coloco al lado de la cama, en donde Byron está tumbado boca arriba, dormidísimo.
-¡LEVANTA!-Grito al tiempo que presiono una vocina.
Byron se incorpora asustado, y cuando lo hace, le doy con un cojín en la cara, lo que produce que vuelva a tumbarse por el golpe.
-¡QUE TE LEVANTES!-Repito, y esta vez agarro el cubo de agua y se lo echo encima.
Suelta un grito y se incorpora de nuevo, en donde le vuelvo a dar con el cojín.
Daemon, Andrea y yo empezamos a reirnos a carcajada suelta, y Bryon me mira enfadado.
-¡Tú eres tonta!-Me grita. Se levanta, agarra el cubo de agua (en donde aún hay una poca) y me lo echa encima.-¡Ja, ja!
Suelto un grito.
-¡ESTOY ENFERMA, IDIOTA!
-¡ESO TE PASA POR HACER LO QUE HICISTE!
-¡CÁLLATE!
-¡CÁLLATE TÚ!
Nos miramos durante unos segundos y empezamos a reirnos.
Chicos... Sé que es muuuy corto, y lo siento, pero estoy muy ocupada, mucho mucho; entre que estoy de exámenes y tal y cual, el tiempo que tengo libre es casi nulo. No sé cuando podré subir, pero cuando tenga un hueco, a ello me pongo. ¡Besos!
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Una irresistible casualidad
Genç KurguNim es una chica de quince años segura de si misma, con un caracter fuerte. Una tranquila noche está en su habitación cuando ve que un chico intenta colarse en su casa para que no lo pille la policía. Y lo más raro es que ella le deja pasar... <...