La diosa me permitió revivir en otro mundo

57. La bestia tras la puerta

Creí que dormiríamos un poco, pero los chicos dijeron estar listos después de comer y descansar un poco. También aproveché ese tiempo para escuchar sobre sus vidas en la capital, resulta que Franco tenía un empleo cargando cosas pesadas, mientras que Wendolyn actuaba como guardaespaldas de otros demonios. Eris era de los demonios que se ven obligados a mendigar y robar, pero en algún punto se convirtió en la líder de un grupo de demonios que trabajaba en la iglesia. Pensar en demonios en la iglesia me pareció un oxímoron, pero según me dijo, el dios Kalif es representado como mitad demonio y es una de las pocas deidades que es reconocida tanto por humanos como demonios.

Cuando estuvimos listos, tomamos nuestras armas y nos dirigimos a la puerta gigante.

Franco, Moyo, Bunny y yo usamos toda nuestra fuerza para abrir la puerta, lo que encontramos fue una habitación cubierta con rocas de luz, parecía ser una cueva hecha de diamantes tan brillantes que me cegó por un momento, mismo momento que la criatura al interior aprovechó para taclearme y arrojarme contra una de las paredes brillantes.

No podía ver a causa de la luz, pero podía escuchar a la criatura lanzar bufidos y rugidos potentes, yo estaba bien a pesar del golpe, mi resistencia evitó que sufriera daños, pero si cualquiera de los demás recibía un golpe, podrían terminar con fracturas o incluso muriendo. Después de haberlos conocido tanto estos últimos días, me negaba a dejar que Wen, Eris o Franco murieran así que simplemente grité "Salgan de aquí ahora mismo", pero no escuché respuesta alguna, en cambio, pude escuchar un impacto poderoso junto a un quejido de Franco. Al mismo tiempo escuché gritar a Eris, al parecer trató de golpear algo con su espada, pero lo siguiente que oí fue el sonido del metal chocando contra la pared.

Me desesperé un poco así que puse mi mano sobre la pared y un letrero apareció frente a mí. No sé lo que dice, pero estoy tan acostumbrada a hacerlo que presioné sin ver la opción "Sí", de inmediato sentí cómo todas las rocas en la pared se unían en un montículo frente a mí y las guardé en mi bolsa en un solo movimiento. La habilidad [Recolección] nunca me defrauda.

El cuarto se había oscurecido, pero con la enorme puerta abierta entraba suficiente luz para ver el interior. Franco estaba derribado y su escudo se había doblado por la mitad, Wendolyn había terminado en una esquina mientras que Eris apuntaba su espada hacia la pared, cuando la luz desapareció, todos reaccionamos a la vez y dirigimos nuestra mirada hacia la criatura que nos había atacado.

No necesitaba evaluarlo para saber lo que era, esa clase de criatura era bien conocida en mi viejo mundo, la mitad inferior de un hombre, pero la cabeza de un toro: un minotauro. Pero a diferencia del minotauro de la mitología griega, este medía alrededor de cuatro metros y tenía cuatro brazos, y en cada uno de ellos sujetaba un arma diferente: una espada, un mazo, un garrote y una lanza.

[Minotauro Bellator. Nivel 45]

Cuando vi eso me pasmé un momento. Nivel 45. Glob era nivel 16 y fue todo un reto, y no creo que dejarle caer cosas pesadas vaya a funcionar contra esta bestia enorme. Pensé en salir corriendo y cerrar la puerta, pero Franco estaba en el suelo y Eris y Wendolyn estaban del otro lado de la habitación. No podrían salir sin pasar junto a ese monstruo. Mi único alivio es que a pesar de recibir un ataque de esa criatura no sentí ningún dolor.

Mis familiares salieron de sus anillos y se prepararon para pelear. Ernest voló a lo más alto de la habitación y utilizó [Destello lunar] para iluminar la habitación a un nivel más tolerable que el de las piedras de luz. Por primera vez pude ver claramente al minotauro, me sentí un poco mal por él al ver que el lugar donde deberían estar sus ojos estaba vacío, como si alguien se los hubiera arrancado. Pensando que estaba encerrado en esta habitación, no me sorprendería que él mismo lo hubiera hecho para librarse de tan intensa luz. Sea como sea, el minotauro estaba ciego, lo cual me dio un poco de paz mental.