☕Historia☕

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Ni el cansancio de todo ese día pudo contra el hambre de Nittiyam a penas pudo llegar a la casa del primer emperador, devoró la comida que le habían dejado, se fue a bañar y ponerse la pijama, y justo ahora es que estaba poniendo su atención en buscar a los dos hombres que había dejado solos por primera vez desde que los conoce.

No estaban ni en sus habitaciones, ni en la cocina, ni en el jardín, así que supuso correctamente que estaban en la biblioteca, pero se quedó quieta en el marco de la puerta cuando vió a Qín Shǐ Huáng acostado en el regazo de Beelzebub, ambos hablando y riéndose de algo que sinceramente no sabía y tampoco podría interpretar, por lo que se acercó con lentitud al estar casi enfrente de ellos sin decir nada. Aunque obviamente la notaron cuando la tuvieron a menos de cinco centímetros a su lado, pero sus sonrisas no se fueron de sus labios, solo sus risas cesaron para darle una bienvenida muda.

–Estaban muy divertidos, ¿qué pasó?–preguntó Nittiyam sentándose sobre sus rodillas junto a ellos.

–Nos contábamos sobre las desgracias que cargamos sobre los hombros, ¿quieres unirte?–preguntó Qín Shǐ Huáng viendo hacia la diosa, sin apartarse del regazo de Beelzebub o soltar su mano.

–¿Desgracias...? ¿Cómo así...?–preguntó Nittiyam sin entender muy bien.

–Cuenta algo vergonzoso que te haya pasado y todos conozcan, Zhèng me contó de la caída de su dinastía y yo le conté el cómo soy una burla hacia el dios Baal, intenta tú contar algo–dijo Beelzebub aparentemente no notando que la mano con la cual hizo un ademán la tenía entrelazada con Qín Shǐ Huáng.

–Hm...bueno...por el tiempo en el que estábamos, la mayoría de dioses no existían, esto solo lo recuerdan mis antiguos amigos y yo–dijo Nittiyam llevando una mano a su nuca.

–Esto será bueno...–dijo Qín Shǐ Huáng sonriendo de lado hacia la peli-verde.

–Verán...creo que a penas se estaba creando el movimiento del mar, y Kēmalliyā y Šešėlis querían saber cómo se sentía una ola, así que fuimos todos a una playa–dijo Nittiyam sonriendo un poco sonrosada por lo que iba a decir a continuación–Kēmalliyā cayó por una ola muy fuerte y se llevó a Šešėlis consigo, y como Valimai estaba cerca de ellos, así que igual se cayó sobre Axel y luego sobre mí, fuimos arrastrados por el agua porque ninguno sabía nadar y al final Axel tuvo que crear una plataforma para apoyarnos y poder salir

–Zhèng, si alguna vez te preguntaste de dónde salió la estupidez de los dioses, ahí tienes tu respuesta–dijo Beelzebub haciendo reír a Qín Shǐ Huáng con esa broma más que la propia historia.

–En nuestra defensa, creo que olvidamos que podíamos volar por el susto–dijo Nittiyam riéndose avergonzada.

–Eso no los defiende, los deja en peor posición–dijo Qín Shǐ Huáng en modo socarrón–por cierto, ¿quién es Šešėlis?

–¿No lo conocen? Pensé que habían ido a las ruinas de los dioses primigenios–dijo Nittiyam alzando una ceja.

–Fuimos, pero...¿no sería el que no pudiste reconocer?–preguntó Qín Shǐ Huáng mirando hacia el demonio.

–Tal vez...¿de qué era dios..."Šešėlis"?–preguntó Beelzebub con curiosidad.

–Hmph, Šešėlis era un tipo de contraparte de Axel, ya que mientras él fue el dios del poder místico, Šešėlis lo fue del poder sombrío–dijo Nittiyam notando casi al instante la expresión asustada de ambos hombres–¡no piensen mal de él solo por su título! Šešėlis era muy bueno, él también le otorgó su magia a los dioses, además, bendijo junto a Axel a la humanidad antes de ser sellado, por ello es que varios pueden tener poderes tanto buenos como malos

–Si es así con ese dios y todos los demás primigenios, ¿cuál fue la razón de que sellaran a todos menos a ti?–preguntó Qín Shǐ Huáng de forma sarcástica.

–...bueno...hubo una profecía de Odín si mal no recuerdo...que decía que íbamos a ser la razón de que un humano hiriera de gravedad en el Ragnarök a un dios, todos creyeron en ello y se pusieron contra nosotros pensando en que queríamos revelarnos, cosa que no era cierto, ¡lo único que estábamos haciendo era prepararles un regalo por los primeros años de la creación de la humanidad!–dijo Nittiyam excusándose sin razón alguna.

–No interferiste en nada en el Ragnarök, esa profecía no se cumplió...¿qué era exactamente ese regalo?–preguntó Beelzebub un poco dudoso de la diosa ahora por la posible intervención a la profecía de Odín.

–Las valquirias aún no habían nacido, así que nosotros íbamos a crear para ellos un dios nuevo, que sería el encargado de recoger a los humanos muertos y llevarlos a un coliseo donde se convertirían en sirvientes que los dioses podrían manejar para las guerras–explicó Nittiyam sin dar mucho más detalle–pero...no llegó a nada esa idea, Šešėlis y Valimai se enfurecieron cuando los dioses creyeron que queríamos revelarnos y desistieron en la idea de darles ese regalo a pesar de que Axel, Kēmalliyā y yo aún queríamos dejarlo para ellos

–Eso...en realidad hubiera evitado cualquier Ragnarök en realidad...los dioses ni siquiera hubieran tenido que molestarse en pensar sobre una batalla contra los humanos–dijo Qín Shǐ Huáng razonando la utilidad de ese regalo para los dioses.

–Sí...aunque me doy cuenta que sería una pésima idea, tal vez las almas no hubieran llegado a tener libre albedrío o cosas así...los años y el Ragnarök me hicieron razonar de ese error, supongo...–dijo Nittiyam mirando hacia abajo con una melancólica sonrisa.

–Nitti...–llamó Beelzebub a la diosa.

–¿Uh?–Nittiyam ladeó la cabeza.

–Esa es una mucho mejor historia que la del comienzo de las olas–dijo Beelzebub conteniendo la risa.

–Además ahora sabemos el nombre del dios primigenio que faltaba y un secreto de los mismos–dijo Qín Shǐ Huáng chocando su palma libre con la del demonio.

–Oh...¡ustedes me hicieron confesar todo eso!–dijo Nittiyam haciendo un puchero y tierno berrinche–¡ahora tienen que guardar el secreto o haré que sus próximas vidas sean un infierno!

–Querida, vivo en el infierno–dijo Beelzebub con autosuficiencia.

–Y no puedes asegurar que podré reencarnar–dijo Qín Shǐ Huáng encogiéndose de hombros en el mismo plan del demonio.

–Idiotas...–dijo Nittiyam inflando las mejillas.

–Oye...no pongas esa cara, era una broma–dijo Qín Shǐ Huáng viéndose arrepentido de un momento al otro.

–...no la quitaré hasta que me digan que lo mantendrán en secreto–dijo Nittiyam queriendo aprovecharse de aquello, estar tiempo con esos dos no le hizo ningún bien.

–Ok, ok, ok, pero quítala ya, me haces sentir culpable–dijo Beelzebub igual de arrepentido que el primer emperador.

–Así está mejor–dijo Nittiyam suavizando el semblante–por cierto, Zhèng, me encontré con tu hijo mayor y su pareja cuando regresaba

–¿Dijiste parej—?

–Vendrán mañana para que arreglen las cosas–interrumpió Nittiyam al menor con una expresión bastante inocente.

Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora