Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕

🍵Habilidad🍵

Valhalla, Midgard, Helheim.

Mundo de los dioses, mundo de los humanos, y mundo de los demonios.

Es fácil asumir que quien dominaba el Valhalla era Zeus, siendo el "padre de los dioses", mientras que Midgard era el mundo de los humanos que todos conocían, pero con respecto al Helheim...hay una pequeña cosa que aclarar, y es que además de que aquí viven la mayoría de dioses relacionados con la muerte, como Anubis, Hela, y el gobernante Hades, pero además de estos dioses, y en un estatus mucho menor, existe otra raza que aquí habita: los demonios, que a pesar de que son demonios justamente los que gobiernan en los siete anillos debajo de los dioses, son tomados como inferiores, una raza que nada más conduce al pecado, más que nada por culpa de que el primer demonio fue un ángel que se reveló contra su creador, un dios, Yahvé.

Claro que hay pocos demonios que se pueden considerar a la altura de los dioses, siendo estos los Siete Pecados Capitales, el Grim Reaper, el Guardián de los Ars Goetia, entre otros pocos, pero igualmente todos son igual de desestimados por los dioses en sí, por más poderosos que puedan ser, aunque ellos no los toman mucho en cuenta, viven tranquilos por su lado y los dioses por el suyo, pocas veces se relacionan entre sí, más que nada porque Lucifer lo tiene prohibido, demonio que se relaciona con un dios, demonio que pasa el resto de su vida encerrado y torturado hasta que esa idea se le vaya de la cabeza. Nuevamente, hay excepciones, como pasaba con la relación de amistad que Beelzebub podía tener sin problema con la primigenia Nittiyam, pero esa no es la única razón por la cual un demonio puede llegar a recibir un castigo en el infierno, como lo que estaba pasando ahora con los cinco pecados capitales que habían quedado luego de lo sucedido con el primigenio de la magia negra.

Ni siquiera habían podido procesar que su hermano se había ido cuando por todo su cuerpo empezaron a formarse símbolos peculiares que parecían dolerles profundamente, ya que soltaron leves quejidos antes de entender qué estaba pasando:

Lucifer lo sabía...agh, claro que lo sabía, se olvidaron completamente de que los sirvientes directos de Lucifer se escabullían como ratas.

Para su fortuna, Nittiyam se ofreció a escoltarlos hasta el anillo de la soberbia para darle explicaciones al ángel caído, quien para sorpresa de todos, los estaba esperando junto a los Hermanos de la Muerte, el Sirviente del Inframundo y La Muerte misma, Diego y Scythe Kurogami, pero algo que estaban compartiendo los tres es que tenían cara de pocos amigos, aunque con Lucifer y Diego no era sorpresa, ver a Scythe con esa cara era sin duda intimidante, así que ninguno tardó en arrodillarse, incluso la primigenia sin estar en peligro en realidad se arrodilló jalando a Qín Shǐ Huáng hacia abajo también.

–El demonio de la gula se entregó a un primigenio a penas dejado libre, ¿y a ustedes no se les pasó por la cabeza que avisarme?–ese Lucifer que allí estaba no era para nada parecido al que llegó a convivir con ellos cuando todo estaba bien, el que estaban viendo, habló de forma tosca, amenazadora.

Un silencio incómodo se formó entre todos los arrodillados, francamente, no les daba el valor para hablar de ello.

–Demonio de la Ira–Lucifer se dirigió a Amon–tú en especial, siendo el líder en mi ausencia, ¿no se te ocurrió que yo debía estar enterado?–dijo cruzando los brazos.

El demonio de la ira no sabía ni qué decir, tal como sus hermanos, estaba temblando ante el comportamiento del mayor demonio, por lo que solo le quedó en la mente la idea de abogar por sus hermanitos y que solo él fuera castigado.