Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕

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Faltaban menos de quince minutos para que el tiempo que Šešėlis les había dado se acabará, y a penas todos estaban dejando de discutir cuando el demonio habló de aquella "solución", francamente hasta los dioses más viejos pensaron que esa solución era con respecto al problema en sí, pero no, esa solución era para que no hubiera riesgo de que el Dios de la Magia Negra no cumpliera con dejar de destruir todo el territorio divino a pesar de que se le concedieran las exigencias que pidió, y esa solución consistía en usar el título de Nittiyam como "Diosa de lo Eterno" para hacer un trato con él con una garantía de mil años, como lo hacían los dioses con respecto al destino de la humanidad, aunque con un pequeño cambio en la letra pequeña:

En el caso de que Šešėlis matara a Beelzebub, o si por algún milagro el demonio lograba sobrevivir pero el primigenio se cansara de torturarlo, tenía todo el derecho de exigir cualquier otro dios, demonio, ángel o quién él quisiera llevarse, ya que por lo menos en unos cuantos millones de años Šešėlis sería totalmente invulnerable al daño de humanos, dioses e incluso la única primigenia con la que no se arriesgaban a terminar con más problemas de los que ya tenían sería inútil dejarla pelear contra el dios de la magia negra, la única condición de esto, es que dejara completar los mil años impuestos cuando se le entregó a Beelzebub sin atentar contra los dioses o humanos.

Un trato simple pero parecía ser la única solución que tenían.

Los pecados capitales presentes se vieron obligados a aceptar la decisión de su hermano por más que les doliera, pero se tomaron el tiempo de comunicarle a Leviatán, quien había tenido que quedarse a ayudar a los dioses lastimados, lo que estaba pasando, este se lamentó de no poder está allí para despedirse adecuadamente, le dolía enserio que su hermano mayor tuviera que acabar así, pero entendía que era eso o que todo ser sobre la tierra acabará muerto...aunque eso no fue consuelo para ninguno de los pecados, quienes ya se podían ir imaginando el castigo que Lucifer iba a darles por hacer semejante barbaridad suicida sin avisarle nada...de igual forma sabían la posición seguramente desinteresada que este iba a tomar si le avisaban.

Los dioses aztecas presentes sentían algo de pena por el demonio de la gula a pesar de que entregarse sería la salvación de todos los panteones, por lo que manteniendo una postura de respeto le agradecieron su altruista acto antes de que Ometéotl le diera una de las plumas de su corona, la cual invadió de su magia asegurándole que podía usarla para sanar cualquier herida si la mantenía en sus manos al momento, definitivamente el mejor regalo que alguien podría darle en esa situación a decir verdad. Al tiempo, Nittiyam le pidió disculpas de todas las maneras posibles mientras que le prometía averiguar una forma de curar la mente de Šešėlis y así no tuviera que pasar esos mil años

Sin embargo, la persona de la cual le toca la más difícil y dolorosa despedida fue Qín Shǐ Huáng, y es que ambos azabaches decidieron alejarse un poco de todos los demás presentes para pasar por ese momento y pensar en lo deprimente que resultaba quw hace poco habían empezado a disfrutar su felicidad juntos como pareja y ahora tenían que separarse por culpa de algo que los dioses más viejos provocaron hace ya millones de años, así que...allí acababa, a nada de empezar...estaba acabando lo suyo...

–¿Enserio vas a sacrificar tu vida por esto?–preguntó Qín Shǐ Huáng sin mirar al demonio a los ojos.

–Sé que suena loco y suicida...–dijo Beelzebub jugando ligeramente con sus manos.

–Lo es, y no deberías estar tan calmado, morirás, todos ya lo dijeron–dijo Qín Shǐ Huáng mostrándose un poco enojado.

–Zhèng, estoy calmado porque estoy dispuesto a aceptar mi karma–dijo Beelzebub con una mano sobre su pecho.

–¿Tu karma? ¿De qué hablas?–preguntó Qín Shǐ Huáng sin entenderlo.

–Lucifer suele hablarnos a todos de que nos será devuelto el bien y el mal que hacemos, nos ha advertido toda nuestra vida a mis hermanos y a mí del karma...y esta situación debe ser el mío...–dijo Beelzebub cruzando los brazos.

–...y llegó justo ahora, cuando estábamos bien–dijo Qín Shǐ Huáng pasando una de sus manos por su cabello.

–Hey, aunque sea ahora...estaré feliz de entregar mi vida por ti–dijo Beelzebub llevando sus manos a los hombros del emperador.

–No creo que sea momento para frases cursis–dijo Qín Shǐ Huáng antes de que el demonio lo abrazara.

–Lo digo enserio, por ti, mis hermanos, hasta por Nitti, entregaré mi vida a una muerte segura–dijo el demonio de la gula manteniendo su abrazo con el emperador.

–...–suspira–no estaré aquí en mil años para ver si has sobrevivido, pero si Nitti logra hacer que reencarne y estás vivo, espero que no me olvides y me busques–dijo Qín Shǐ Huáng correspondiendo a aquel abrazo.

–No creo que me sea difícil, solo tendré que buscar a un loco por la inmortalidad–dijo Beelzebub en un tono de burla, recibiendo un pequeño golpe en el hombro de parte del mortal.

–Yo también te amo, ¿eh?–dijo Qín Shǐ Huáng en ese mismo tono burlón.

El demonio se rió ante eso mientras se separaban un poco, pero ambos unieron sus frentes por un momento antes de sentir un pequeño temblor en todo el castillo de Ometéotl...

Aparentemente, se les quitaron unos tres minutos de la hora dada para decidirse.