Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕

🍵Furia🍵

Adán es una persona que suele ser bastante tranquila, estoica y hasta apático si no se trata de algo que incluya a sus hijos, pero cuando estos son involucrados...literalmente ni dios podrá salvar al causante de su enojo.

Ejemplo perfecto de esto se estaba dando ahora, donde un paseo con su amada esposa por la aldea, vió a Qín Shǐ Huáng junto a la escoria monstruosa enferma maldita y si sigo diciendo los insultos que se le pasaron por la cabeza este párrafo sería más largo que todo lo escrito en la biblia, en resumidas palabras, lo vió junto a Beelzebub, aquel demonio que después de ser revivido se enteró que había profanado a su hijo, obviamente su reacción no fue la mejor, y separándolo de Qín Shǐ Huáng golpeó el rostro del demonio, quien para no salir volando luego del golpe, tuvo que recurrir a plantar los pies contra el piso y hundir sus uñas contra el suelo.

Qín Shǐ Huáng estuvo conmocionado por el comportamiento de su padre, sin embargo, Eva evitó que ayudara al Señor de las Moscas, solo diciendo que Adán estaba furioso por "algo" que ese demonio había hecho, no le dijo el qué, pero se imaginaba que debía ser muy malo para que algo así sucediera, el problema es que si Beelzebub no seguía esquivando los golpes del padre de la humanidad seguramente moriría, y eso lo sabía tanto el demonio como el emperador y una diosa cuya única razón para venir a aquella aldea fue justamente sentir una de sus almas en peligro, y su instinto no falló en lo absoluto, ya que resultaba que uno de los hermanos del infierno estaba en un verdadero peligro.

La diosa suspiró viendo esa "semi-pelea", y tomando el mástil que traía en ambas, se dió a sí misma un impulso para separar a los dos hombres, al separarlo girando en círculos se arma para luego apuntarlos a los dos con cada punta, afilando la mirada en un esfuerzo de mantenerlos quietos.

–Señor Adán, dios Beelzebub, por favor, no intenten dar un paso en falso–dijo aquella diosa apoyando su mástil sobre su hombro cuando no percibió alguna amenaza.

–...¿y tú eres...?–preguntó Adán alzando una ceja.

–Nittiyam, última Diosa Primigenia–dijo la susodicha antes de extender una mano hacia Beelzebub–sentí a alguien en peligro mientras pasaba por aquí, pensé que era una de las almas que reviví, pero fue todo lo contrario

–Tú no estás mostrado ni siquiera en pintura estos años, ¿qué haces aquí?–preguntó Beelzebub levantándose de la posición en la que había quedado.

–Deberías estar agradecido de que te haya salvado–dijo Nittiyam soltando un pequeño suspiro–emperador.

–¿Eh?–Qín Shǐ Huáng rápido respondió al llamado.

–El Dios Beelzebub hoy lo llevó a la cámara donde está el primer y último recuerdo de mí y mis compañeros, ¿por casualidad le hizo algo... malo?–preguntó la diosa llevando su mano libre a su cintura.

–¿Malo...? No, claro que no, solo me contó esa historia de los "dioses primigenios"–dijo Qín Shǐ Huáng agitando sus manos nervioso.

–Ya veo...–dijo Nittiyam mirando hacia Adán al escuchar la respuesta–ahora mismo, no hay razón para intentar matar al dios Beelzebub, aunque sé que lo merece

–Asumo que sabes lo que hizo, ¿quién me afirma que no intentará algo parecido?–preguntó Adán claramente exasperado por lo que decía la diosa.

–Si algo le llega a pasar a su hijo, le juro que yo misma me haré cargo de hacer pagar al culpable–dijo Nittiyam arrodillándose ante el padre de la humanidad, poniendo su frente contra el piso.