Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕

☕Karma☕

Nittiyam estaba desecha, sentía que no podía más, primero Šešėlis despertaba totalmente enloquecido, se llevaba a Beelzebub, Qín Shǐ Huáng se enteraba de que estaba embarazado, solo para dar a luz y morir en el proceso, parecía que su vida se volteó completamente, en un momento todo era feliz y tranquilo, y ahora estaba llorando a cántaros con el hijo del emperador y el demonio en sus brazos, quien solo pudo llorar junto a ella asustado por el simple ruido e imagen de la diosa cayéndose a pedazos.

¿Qué podía hacer ahora? ¿Cómo cuidaría a ese bebé? ¿Cómo siquiera podría hacerlo teniendo que encargarse en primera persona de todos los dioses? ¿Qué vida podría darle si estaría ocupada tratando de que los dioses no se mataran entre sí ahora que la Constitución del Valhalla estaba tan frágil?

–Diosa Nittiyam.

A pesar de su llanto y el llanto del bebé, la peli-verde miró hacia atrás para ver quién la habló, teniendo aún pequeños ataques al respirar, y sus lágrimas aún brotaban de sus ojos: se encontró con el primer ángel caído, Lucifer, quien parecía no querer acercarse más a ella por respeto a su estado, por lo que se mantenía erguido en su lugar.

–Pérdoname...–fue lo único que salió de los labios de Nittiyam hacia Lucifer.

–No debo perdonarle nada, no es su culpa el que esto esté pasando...–dijo Lucifer haciendo un suave ademán.

–Es mi culpa no haber detenido a Šešėlis...todo esto es mi culpa...–dijo Nittiyam bajando la cabeza hacia el pequeño.

–Se trata de un dios primigenio sellado por años, ni todos los dioses, ángeles y demonios podrían contra él–dijo Lucifer mientras se acercaba a la diosa y se agachaba junto a ella–esto no es su culpa...

Nittiyam se quedó en silencio ante las palabras del rey de los demonios, él igualmente se quedó callado esperando que ella fuera la que hablara, pero no pudo evitar ver hacia el pequeño bebé llorando en los brazos de la mayor.

Desde cierto ángulo, le recordaba mucho a su hermanito recién nacido...

–Es un pequeño diablillo el que usted tiene allí, una copia exacta de Beel–dijo Lucifer acercando una de sus manos al bebé, quien curioso tomó uno de sus dedos.

–Le encuentro más parecido a Zhèng...–dijo Nittiyam tratando de recomponerse.

–Para la mala suerte de esta criatura, no podrá ver si se parece a su padre o madre en un futuro–dijo Lucifer antes de sentarse junto a la diosa–esto era lo que yo me temía...

–¿De qué habla?–preguntó Nittiyam sin entender sus palabras.

–Los humanos no pueden tener hijos de dioses, demonios, ángeles...otras razas en general, no sin morir al momento del parto–le explicó Lucifer tranquilamente–si bien, físicamente pueden igualarnos en una batalla, a nivel anatómico cargar con un hijo de un ser divino es otro asunto

–Eso...yo no...

–Usted es una diosa virgen, es comprensible que no lo sepa más cuando estuvo alejada de todo panteón, además, solo dioses tan viejos como Zeus, Odín, o demás así lo saben, dioses como Apolo con inconscientes de ello–dijo Lucifer rodando los ojos.

–Esta relación estaba condenada desde antes de que Šešėlis apareciera...y yo no lo sabía...–dijo Nittiyam ahora sintiéndose peor consigo misma.

–Beel tampoco lo sabía, es un demonio relativamente joven, a sus ojos, tal vez hubiera sido una gran dicha tener un hijo con Qín Shǐ Huáng–dijo Lucifer para después suspirar.