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capítulo 10.

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juyeon condujo y estacionó frente a una cafetería, no era la que frecuentaba con seongmin. esta le gustaba más.

unos momentos antes de que ambos se bajaran del auto, una lluvia infernal inundó seúl.

—¡espera! —juyeon bajó del auto antes de que el menor pudiera contestar.

se sacó el abrigo y lo puso sobre su cabeza, rodeo el auto y abrió la puerta del copiloto. a changmin se le salía el corazón por la boca, sintió sus oídos zumbar cuando hubo poca distancia entre él y el mayor.

juyeon lo cubría con su abrigo.

ambos caminaron hasta la cafetería y se separaron. changmin admiró el cálido lugar con poca gente, música instrumental entraba por sus oídos al mismo tiempo que veía al mayor un poco más alto que él.

—escoge un lugar, seongmin me dijo que te gusta pedir leche con chocolate caliente. ¿te pido eso, changmin?

changmin admiró y analizó su rostro antes de contestar. odiaba que sea tan bueno, odiaba que quisiera saber todo de él. eso tan solo hacía que se sienta más incómodo. eso solo hacía que quisiera vomitar de los nervios.

—sí, gracias juyeon.

caminó hacia una mesa con dos sillas, se sentó del lado de enfrente, tenía en vista un gran ventanal con un cartel luminoso.

puso sus manitas entre sus dos piernas para poder tomar algo de calor. vestía sus shorts de fútbol y la temperatura había bajado un par de grados. otra vez, sus shorts no le favorecían.

esperó unos minutos mientras jugaba con sus manos y teléfono, hasta que vio la silueta de juyeon caminar hacia él.

—gracias, juyeon.

—no es nada, changmin. ¡hey! cuidado que está caliente. —el mayor rio escandalosamente al ver como el menor quemaba su labio superior y sacudía la cabeza sorprendido por eso, había un bigote de espuma sobre su labio. —haz así, mira. —juyeon lamió su labio superior.

changmin se quedó quieto como una piedra mirando como la saliva en los labios de juyeon brillaba. y luego lo hizo él.

—¡ahí está! —sonrió. —cuéntame de ti.

¿que le cuente algo de él? ¿así como si nada? luego de que juyeon lamiera su labio sentía que su cabeza estaba en blanco.

—¿c-como qué?

y ahí estaba el tartamudeo de nuevo.

juyeon pensó, largando un corto "mmm".

—actúa como si no nos conociéramos, yo te pregunto tu nombre y tu edad, y me cuentas de tus hobbies. —propuso. —¿quién eres?

"ojalá fuera tan fácil" pensó changmin. se le dificultaba hasta hablar con él allí. el mayor siendo tan elegante, de traje, guapo; y él... siendo él.

—ji changmin, tengo diecisiete y pronto dieciocho. —pensaba. —voy a la secundaria, me gusta leer mangas y jugar a los videojuegos. —rio tomando un sorbo de su chocolate ya tibio. —supongo.

—¿supones? —juyeon lo miró con ternura. se daba cuenta que el menor se parecía a un hámster. se fijó en su cabello impactante rojizo un poco mojado. suspiró—. me llamo lee juyeon, tengo veintidós años, soy vicepresidente de editoral lee y... —pensó por unos momentos—. no creo tenes hobbies.

"por dios" pensó changmin. con razón emanaba elegancia y lucía como un empresario.

—¿editorial lee? ¿dónde trabaja seongmin?

—sí. allí nos conocimos. —juyeon tragó para luego sonreír. —mi padre es su jefe, y nosotros somos amigos hace mucho tiempo. y bueno. pasó.

changmin había intentado no mencionar a seongmin ni pensar en ella, y no podía esperar a que juyeon no lo hiciera. después de todo era su prometido.

changmin sacudió su cabeza, literalmente insultándose así mismo en su mente. ¿realmente estaba pensando en "después de todo", cuando él era el pequeño pedazo de mierda quien tenía un pequeño gran crush con el futuro marido de su hermana? era increíble....

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