capítulo 23.2

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caminó por los grandes y elegantes pasillos que llevaban a su oficina, recibió una mirada de sorpresa de su asistente, quien estaba sentado en su escritorio al lado de la puerta de su oficina.

—señor... ¿hoy no es su día libre?

—si lo es, wooyoung, pero vine a hacer algo. necesito que me saques una fotocopia de esto. —juyeon sacó la ecografía de su sobre y se la pasó. el chuco la observó y a los segundos abrió la boca y los ojos. ambos casi del mismo tamaño. —y que esto quede entre nosotros.

juyeon se apoyó en la puerta de su oficina en lo que su asistente se daba la vuelta y hacía lo pedido.

—listo, señor lee.

juyeon le sonrió y le agradeció. se fue sin antes recordare que lo que había visto quedaba entre ambos.

se subió al ascensor y presionó el número diez, al abrirse las puertas dejó entrar a gente que salía del lugar. caminó por el pasillo recibiendo reverencias y saludos de la gente que trabajaba para él.

paró frente a la puerta de vidrio que llevaba el nombre de kim younghoon, junto a su "departamento de fotografía".

observó como el pelinegro vestido de pantalones y camisa miraba para el lado contrario, por la ventana.

abrió la puerta rápidamente y bajó la persiana de la ventana de la puerta. younghoon se dio vuelta exaltado, pero puso una mano sobre su pecho cuando lo vio.

—mierda, juyeon. —no hacía falta decir que habían sido cercanos por varios años a causa del trabajo. —me asustaste.

juyeon se acercó a él, dejando que su cuerpo e ira lo guiaran, tomó el cuello de la camisa de younghoon con tal fuerza que lo había despeinado.

—¿qué mierda te pasa? suéltame.

juyeon mordió el interior de su mejilla y lo soltó con fuerza, para luego estampar la ecografía contra su escritorio.

—younghoon, me gustaría una explicación. —cruzó sus brazos para que no fuera a hacer algo de lo que vaya a arrepentirse, señaló la ecografía con la cabeza.

younghoon miró el papel sobre su escritorio y luego juyeon repitió la acción un par de veces. younghoon se había puesto pálido, el miedo que sentía era inexplicable, la mirada de juyeon no ayudaba en lo absoluto.

—yo... creo que es mejor que hables con ella al respecto. —tartamudeó younghoon.

—oh pero por supuesto que lo haré. —juyeon habló enojado y entre dientes, younghoon se estremeció. —¿qué mierda pensaban, younghoon?

no contestó.

—¿acaso iban a dejar que la pobre criatura viviera una mentira? ¿acaso te pareció bien mentirme a mi, mi familia y a la de seongmin?

younghoon lo miró y enderezó su postura. juyeon y él medían casi lo mismo, ninguno era más intimidante que el otro.

—no te hagas el "jamás rompí un plato" juyeon. sé lo que le hiciste a ella. sé todo el daño que le causaste.

𝘿𝙀𝙎𝙀𝘼𝙍𝘼𝙎 𝘼𝙇 𝙃𝙊𝙈𝘽𝙍𝙀 𝘿𝙀 𝙏𝙐 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora