capítulo 27

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☁️☁️☁️

ambos se despidieron rápidamente de sunwoo, que se fue negando con la cabeza al ver lo tímidos que eran ambos en presencia del otro.

—¿qué sucede, amor? —preguntó juyeon, cerró la puerta y abrazó a changmin. evitó demostrar la gran felicidad que tenía de verlo. —¿qué es esa cara de pan triste?

—es que soy pan triste... —murmuró changmin. —ya sácate la mascarilla así puedo besarte.

juyeon no lo dudó, se sacó la mascarilla, la enrolló y la tiró a la pared, dejando esta pegada allí. ambos rieron mientras juyeon terminaba de esparcir el resto por su cara.

—suave como culo de bebé. —dijo juyeon acariciando su propio angelical rostro, sacado de un museo, esculpido por algún escultor griego, tallado por la mismísima mano de dios (y otros tres millones de términos más) —ahora bésame.

changmin no lo dudó y enrolló sus brazos alrededor del cuello de juyeon,  sintiendo las manos de este atrayéndolo por su espalda naja, acariciándolo, haciendo que toda a su piel se erizara. juyeon lo observó y mordió sus labios antes de acortar la distancia él mismo, observar a changmin antes de besarlo... privilegio que solo él tenía en esta vida.

sus labios chocaron casi desesperadamente, si la palabra no era otra. ambas bocas no estuvieron cerradas ni un segundo, encontrándose rápidamente, causando que ambos se llenaran en un sentimiento inexplicable, aquella sensación en donde tu cabeza se siente ligera y no puedes pensar en otra cosa. changmin se separó de juyeon, los labios del adverso encontraron hogar en el cuello del pelirrojo. changmin cerró los ojos y se concentró en el tacto de os finos labios y húmedos sobre él. por unos momentos olvidó cualquier otra sensación.

—te extrañé, tanto. —juyeon escondió su cara en su cuello e inhaló. pensó que no era posible pero se acercó más al cuerpo de changmin. —jamás obtengo suficiente de ti.

—y yo tampoco de ti. — changmin sonrió y acarició el cabello del mayor.

ambos se tambalearon al sillón y cayeron ahí sin separarse, changmin abajo, dejando a juyeon acostado en su pecho y  entre sus piernas. la señora pelusa yacía en la punta del sillón durmiendo, inmutándose por el movimiento que ambos hacían. changmin sonrió al verlo.

—¿veías shrek? —changmin sonrió al ver la película pausada, justo esa escena que tantas risas le causaba.

"no, no, no, a la vieja muerta me la bajan de la mesa"

—es un clásico. siempre  me pone de buen humor. —juyeon sonrió y dejó caer su cabeza sobre el torso de changmin, se volteó hacia la televisión y estirando el brazo hacia el control, des pauso aquella.

—¿y estabas de mal humor? —preguntó, sin mirarse, comenzó acariciar la espalda del mayor, subiendo hacia su cabello y luego volviendo a bajar. juyeon se estremeció ante su tacto.

—no... pero bueno, te extrañaba y no contestabas mis mensajes. —juyeon volteó a verlo y sus ojos se agrandaron como si fuera un gatito. un puchero se hizo visible. changmin sonrió.

—bueno, sobre eso... me quedé sin batería hace rato.

—¿y por qué estás aquí? me refiero a que no me gusta que andes en la calle tan tarde. y sin que me hayas avisado... pasó algo, ¿cierto? —juyeon lo miró, buscando una respuesta en aquellos cambios de expresión que changmin otorgaba.

—si, bueno. —tragó, quería evitar decirlo. —solo unos problemas en casa... papá me echó.

juyeon se incorporó, sentándose y no rompiendo el contacto visual. esta vez era changmin quien buscaba una respuesta en los cambios de expresión de juyeon, siendo la de confusión la última.

𝘿𝙀𝙎𝙀𝘼𝙍𝘼𝙎 𝘼𝙇 𝙃𝙊𝙈𝘽𝙍𝙀 𝘿𝙀 𝙏𝙐 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora