capítulo 17.2

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bajó las escaleras con sus pantuflitas de conejo blancas y se dirigió hacia la mesa, donde su madre ya había dejado todos loa utensilios y el solo debía acomododarlos en su lugar. vio como si madre se acercaba con la comida y como la pareja se acomodaba uno al lado de otro, su padre en una punta y su madre en la otra, y por último sentado él solo. se sentía enfermo del estómago al verlos, se sentía mal por ella.

—que coman bien. —dijo mamá ji. —juyeon, ¿cómo van los preparativos?

no era normal la cantidad de veces que le habían dado naúseas, sería una noche larguísima.

—bueno, mi familia y seongmin se encargan de todo, ellos no dejan que haga nada. —juyeon sonrió. —pero va bien, por suerte. cuéntales tu, amor.

amor, amor, a mi me decías así, estúpido.

changmin, estás pálido. toma un poco de agua, hijo. —dijo papá ji. todas las miradas se centraron en él, changmin sonrió nervioso y llevó el vaso de agua a su boca.

seongmin rodó los ojos sin que nadie la viera, su pequeño hermano le tocaba los nervios intencionalmente. seongmin odiaba cuando changmin le robaba toda la atenció. contestó:

—mamá, tomamos tu sugerencia de las rosas azules para mi ramo y con la madre de juyeon pensamos que van a quedar hermosas con las blancas. —dijo seongmin emocionada.

cállate, cállate un puto rato.

me alegra mucho, seonggie, mamá siempre tiene razón. —todos rieron. —estás muy callado changminie. ¿no estás feliz por ellos?

todos miraron a changmin, quien abrió sus ojos sorprendido y terminó de masticar antes de hablar.

—¿yo? yo soy la persona más feliz del mundo, mamá. mi hermana se va a casar con un buen hombre, ¿qué más puedo pedir? —quería gritar, llorar, patalear y hacer un berrinche. juyeon lo miró con ojos de cachorrito triste, el mayor se arrepentía tanto de haberle lastimado. no había ni un día en el que juyeon no hubiese pensado en el menor. en su cabello, en sus ojitos o en sus labios, en su voz y en su sonrisa hermosa. pero al parecer, para él, changmin se había olvidado completamente de él. —y si estoy callado, es porque pasé un día muy largo con sangyeon, no es nada de qué preocuparse.

—entonces me alegro, también me alegra que compartas tus opiniones con la familia. —dijo su madre, orgullosa de su pollo. —¿cómo está sangyeon? pasas mucho tiempo con él pero casi ni viene a casa como antes.

—él está bien, supongo que estamos muy ocupados, mamá. —dijo, y su mirada chocó con la de juyeon. —¡ah! ¿puedo ir a una fiesta el día de mi cumpleaños?

todos lo miraron, sorprendido. para su familia changmin no era del tipo sociable. él más pequeño se encogió en su asiento y juyeon casi se desmaya de lo bonito que se veía.

—¿a una fiesta? —dijo su padre.

—¿de noche? —dijo su madre.

—¿con quién vas? —preguntó juyeon. ¿qué le importaba?

—estás pequeño para ir a fiestas. —dijo seongmin. ¿quién le pidió su opinión?

—tendré dieciocho, seongmin. —contestó changmin. —sí, una fiesta, de noche, voy a ir con sangyeon, eric, jacob y kevin.

—bien, si vas con ellos supongo que puedes ir. pero me dices a qué hora vuelves y ni siquiera tengo que advertirte del alcohol, ji changmin.

esbozó una gran sonrisa.

𝘿𝙀𝙎𝙀𝘼𝙍𝘼𝙎 𝘼𝙇 𝙃𝙊𝙈𝘽𝙍𝙀 𝘿𝙀 𝙏𝙐 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora