capítulo 22.2

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—¡ey! no había notado eso. —eric tomó la cara de changmin y con sus dedos recorrió levemente las pequeñas lastimaduras que tenía en su rostro.

changmin suspiró y observó a sus compañeros quienes charlaban ruidosamente en espera del profesor.

—¿quién se atrevió a hacer tu cara más fea de lo que ya es? —eric se rio y volvió a escribir en su cuaderno.

—fue sangyeon. —dijo, está bien. ¿debía contarle? bueno, dudaba mucho, pero sabía que lo que sangyeon había echo era abuso, por más que no quisiera pensarlo. ¿y qué si quería dañarlo de nuevo y nadie podía ayudarlo? después de todo, ni siquiera había abierto los mensajes de sangyeon, y ni había contestado aquel mensaje extraño de kevin. su cabeza estaba en otro mundo (aquel que empieza con j y termina con uyeon).

—¿qué? —eric preguntó sonriendo, com si fuera una broma. —¿de qué hablas?

changmin largó un gran suspiro y tragó fuertemente el nudo en su garganta.

—la noche de la fiesta sangyeon... sangyeon quiso tocarme y yo- yo le dije que no. —changmin volteó a ver esperando a que nadie estuviera escuchando. —y cuando lo hice, él me lastimó y me obligó a- a tocarlo.

le daba asco, vergüenza. su piel se erizó.

la cantidad de expresiones que eric había puesto en esos segundos eran incontables, desde "di que es un chiste" hasta "voy a matar al hijo de puta"

eric agachó levemente la cabeza y rápidamente secó sus lágrimas con la punta de sus dedos. luego miró a changmin, y eso lo repitió un par de veces.

—lo siento por no estar allí para ti. —la voz de eric se rompió, pero inhaló y exhaló fuertemente para no romper en llanto en plena clase.

—no eric, no digas e-

—debe ser difícil... debe ser difícil para ti contarlo y no me quiero imaginar como la has estado pasando con todo. —suspiró y cerró sus manos fuertemente. —pero me tienes a mi y jamas voy a dejar que vuelvan a hacerte daño, ¿si? prometo que él va a pagar.

eric quiso lanzarse sobre su amigo y abrazarlo, pero no homo bro, aunque se sentía realmente mal. por su cabeza pasaban todos los momentos que había compartido con sangyeon desde la primaria, se sentía extremadamente mal y jamás imaginaría que su lee sangyeon, aquel amigo tan importante en su vida, le haya hecho eso a changmin. jamás dudaría de las palabras del pelirrojo sentado junto a él, no sería capaz de no creerle.

—ya no importa, eric. —changmin no quería que absolutamente nadie perdiera el tiempo preocupándose por él. —ahora solo hay que enfocarnos en que nuestro futuro sea feliz, pronto terminaremos la secundaria y seremos... adultos.

—¿todavía sigue en pie lo de ir a la universidad juntos? —eric lo miró con ojos de cachorrito.

—no sé, estás bastante tonto...

—¡CHANGMIN!

▪️

ambos caminaron hacia la cafetería, riendo sobre temas triviales. changmin se sentía despejado, no había pensando ni una vez en lo que había sucedido en la noche anterior. se sintió totalmente relajado cuando comenzó a caminar a aquella mesa en la esquina de la cafetería y solo se encontraba la pareja del grupo.

—hooooola. —eric se encargó de saludar a jacob y a kevin mientras se sentaba con changmin.

kevin y sus grandes ojos se dirigieron hacia changmin, terminó de masticar y habló.

—me voy, no quiero estar con personas de mierda. —kevin se levantó, tomó su mochila y miró a todos, quienes lo observaban atónitos. —tu no, eric.

jacob se levantó de la mesa y corrió detrás de él, quien ya estaba cruzando la puerta de la cafetería, fue seguido por eric y luego por changmin.

—te dije que no hacía falta que hables, pero no debes tratarlo así. —jacob tomaba del brazo de su novio, quien lo miraba con furia. ambos miraron a los dos que recién los alcanzaban.

—¿qué hice? —changmin preguntó, con el corazón en la garganta. kevin lo miraba como si estuviera a punto de ponerse a contar "1, 2, ultraviolento" y saltarle encima para arrancarle todos los pelos. le amgustiaba, su vida no podía ponerse peor.

—changmin, tu no-

jacob fue cortado por kevin.

—¿vas a hacerte la mosquita muerta? —kevin se acercó peligrosamente a changmin y le sonrió. sacó un papel doblado de su bolsillo y se lo tiró en la cara, haciendo que todos allí se sobresaltaran. —por tu culpa sangyeon se fue a japón. se despidió con una carta, una puta carta.

—¡kevin! —eric le gritó y sacó a changmin de enfrente, lo puso detrás suyo. a todo esto, las lágrimas de changmin no tardaron en salir. —¿acaso piensas que fue su culpa? ¿tu sabes por todo lo que tuvo que-

—¿ah no es su culpa? —kevin sonrió y mordió su labio, tomó de la corbata de eric, se estaba sorteando un buen golpe en la cara y él tenía todos los números. —él lastimó a sangyeon y por eso se fue, jamás piensa en los demás, siempre es yo yo y yo. ¿sabes lo que eres, changmin? una mierda de persona, amigo y SOBRETODO, hermano.

—kevin moon. —eric apretó sus dientes y esta vez fue él quien tomó la corbata del chico para estamparlo contra la pared del pasillo vacío, habló con odio y furia en su voz. —vamos a ir los tres juntos afuera y voy a explicarte todas las putas cosas que sangyeon le hizo a changmin, y ahí, ahí vas a darte cuenta quien es la verdadera mierda de persona.

el pasillo estaba en silencio, el grito de eric hizo eco, changmin caminó unos pasos hacia atrás y luego se dio la vuelta para empezar a correr, correr hacia la puerta que llevaba al patio. se escondió detrás de las gradas y abrazó su mochila.

estaba exhausto, sus ojitos se sentían pesados y comenzaron a cerrarse lentamente.

¡changmin!

sus ojos se abrieron para encotrarse a moon corriendo hacia él, con su cabello rubio revoloteado. sin dejar de correr, kevin se dejó caer sobre el cuerpo del contrario, dejándolo aturdido y confundido, no sabía cuánto se había dormido.

—perdóname, perdóname, perdóname, por favor. —kevin tenía los ojitos brillosls y las mejillas rojas. —no puedo creer todo lo que te dije. no me perdones, no, no lo hagas. pero te juro que jamás me hubiera imaginado que él-

—ya no importa, kevin. —changmin le dio una cálida sonrisa, tal vez era mejor dejar todo atrás y, de una vez, olvidarse de todo. —no hace falta que te perdone, no hiciste nada malo. —tragó el gran nudo que tenía en la garganta. —tu simplemente no sabías, a cualquiera podría haberle pasado.

eric quien se acercó lentamente con jacob a su lado, deseó que changmin no fuera tan... comprensivo.

kevin estalló en llanto y volvió a abrazar a su amigo.

—¿y por qué estás tan rojo? —changmin s rio y tomó las mejillas de kevin. —¡estás del mismo tono que mi cabello!

—es que eric me dio una buena cachetada. —kevin tocó su mejilla y sonrió. —está bien, me lo merecía.

—¿me pueden dar un abrazo? —changmin hizo un puchero y todos sus amigos ni siquiera dudaron, y en un segundo, había cuatro cuerpos apilados detrás de las gradas. debían volver a clases antes de que alguien los atrapara.

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kevin se ganó el sorteo de piñas

𝘿𝙀𝙎𝙀𝘼𝙍𝘼𝙎 𝘼𝙇 𝙃𝙊𝙈𝘽𝙍𝙀 𝘿𝙀 𝙏𝙐 𝙃𝙀𝙍𝙈𝘼𝙉𝘼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora