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capítulo 14.

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el bus dejó a changmin no muy lejos de su casa, no contó las calles aunque sintió como si hubieran sido cuarenta. aún caminaba lentamente mientras limpiaba cada lágrima que caía de sus ojitos, pensaba simplemente el por qué.

era su mejor amigo, su hermano el que lo había besado, a la fuerza. la persona que conocía desde primaria, a la que veía todos los días. ¡era lee sangyeon! su cabeza era un mar de preguntas y pensamientos, pero un grito hizo que se sobresaltara.

no había sido un grito, pero él estaba muy sensible.

—¡changmin!

volteó la cabeza y se deshizo de las lágrimas que brotaban de sus ojos. tragó al ver de quien se trataba, de verdad esto se estaba volviendo una costumbre.

juyeon borró su sonrisa al ver las mejillas rojas completamente empapadas. no dudo en estirar su brazo y abrir la puerta del copiloto, invitando a changmin a entrar, pero el menor no parecía reaccionar.

—¿changmin?

el tono de voz que uso lo sacó de su trance, había sido dulce, con un toque de preocupación y desesperación que no había notado.

changmin entró al auto y rápidamente el aroma de juyeon se quedó en sus fosas nasales, si pudiera, diría que casi lo hizo ver las estrellas. lo mismo con su apariencia, camisa blanca arremangada con corbata suelta y el cabello despeinado. esto era demasiado para cualquiera.

juyeon parecía estar hablándole, changmin se enfocó en él y largó un pequeño e inaudible: "¿eh?"

juyeon sonrió sin mostrar los dientes.

—¿te sucedió algo? ¿alguien te lastimó? ¿por qué lloras? ¿y qué hacias tan tarde en la calle?

no pudo procesar las preguntas de juyeon, quien parecía querer seguir preguntando, pero se aguantaba. changmin llevó sus ojitos de cachorro mojado hacia el tablero del auto lujoso de juyeon. eran las diez de la noche. ¿en qué momento?

—yo... —tragó y lo miró a los ojos. —estaba en lo de sangyeon. el labio inferior de changmin comenzó a temblar. ¡por dios! se sentía como un tonto, sensible y exagerado.

—¡no no no, no llores!

la voz de juyeon pretendía calmarlo. sí, era bastante suave, pero no, no podía detenerse sabiendo que estaba haciendo el ridículo frente al hyung que le gustaba siendo este el prometido de su hermana, llorando porque su mejor amigo considerado hermano lo besó. ¿de qué novela mal escrita en internet provenía todo esto que le estaba pasando?

—vamos, te llevo a casa.

changmin sorbió su nariz y limpió sus lágrimas con la manga de su camisa. debía lucir como un asco y aún seguía llorando. odiaba verse así, changmin se consideraba alguien que una vez que tomaba confianza no le molestaba mostrar sus sentimientos, al contrario, se sentía cómodo alrededor de juyeon, aunque su cuerpo se tensaba y temblaba más de lo normal. también deseaba no verlo, no encontrarse más con el así su vida podía seguir como antes, normal y sin nada interesante. le preocupaba ser una molestia para juyeon; pero ji no sabía que era todo lo contrario.

fueron como tres minutos de viaje antes de que la casa de changmin se viera al doblar la esquina. el corazón del menor casi se detuvo.

sangyeon estaba sentado frente a la puerta de su casa, mirando su teléfono.

—¡j-juyeon! —dijo changmin desesperado, el mencionado casi se infarta. —¡por favor pasa de largo!

el menor se agachó en su asiento y juyeon quiso reír, pero al mismo tiempo le daba pena. la garganta le picaba por querer saber qué había pasado con el muchacho alto, pero sabía que no era algo bueno. lo supo cuando changmin volvió a romper en llanto.

ji subió lentamente la cabecita recorriendo toda la calle con sus ojos, juyeon sonrió y no lo pensó dos veces.

—te llevaré a mi departamento, y te daré de cenar.

no estaba preguntándole, estaba avisándole.

changmin lo pensó rápidamente y empezó a negar con la cabeza.

—¡no! en realidad, no hace falta, puedo ir y enfrentar a sangyeon. enserio, vuelva a mi casa. —changmin hablaba enserio, lo único que no quería es ser un peso para el mayor, aparte realmente ya no quería verlo, era tan guapo que apenas podía mantener contacto visual con él.

—lástima, ya estamos a medio camino. —juyeon le sacó la lengua juguetonamente.

—¿seongmin no va a enojarse si voy a su departamento? no me gusta invadir su privacidad. —changmin insistió, pensó en la mirada matadora que su hermana mayor le daría si él estuviera en el departamento que compartían.

amaba a seongmin, era su única hermana y la consideraba su vida entera. solían ser más cercanos cuando eran pequeños y seongmin prefería estar con su pequeño hermano changmin antes que salir a jugar con sus amigos. o cuando hacían travesuras y terminaban regañando a ambos porque no querían echarse la culpa mutuamente, eran una verdadera ternura. pero cuando seongmin comenzó su vida adulta y dejó el nido, changmin se sintió abandonado, sin mencionar que el carácter y personalidad de seongmin habían cambiado con el paso del tiempo. a veces le daba miedo su hermana, sentía que ya no la conocía.

juyeon comenzó a reír, changmin hizo un puchero con sus labios y se cruzó de brazos.

—tu hermana y yo no vivimos juntos. vivo solo. —sonrió. —y con mi gata, se llama sussy.

changmin suspiró, de verdad ya no quería estar solo con él.

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ver el lugar en el que juyeon vivía casi hace que su mandíbula se desprenda, un ascensor propio hacia su pent-house, el cual tenía unos muebles preciosos y estaba hermosamente iluminado.

apenas se adentró y sus mediecitas pisaron el piso de mármol frío, un gato peludo y blanco se paseó por sus piernas.

—ella es sussy, es muy cariñosa. —dijo juyeon, colgando su abrigo y dejando su maletín por ahí. —puedes alzarla si quieres.

changmin se agachó y tomó la pequeña bola de pelos en sus brazos, quien rápidamente se acurrucó, pero al levantar la cabeza juyeon no se encontraba.

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