{11: Back The Time When}

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🌹 Capitulo 11: Back The Time When 🌹

Heo sabía perfectamente que el último día de su celo siempre era el más insoportable y a consecuencia que el malestar que esté le ocasionaba, también venía con un humor de perros para el menor. Ni siquiera las infusiones que le daba el reloj cada cuatro horas le servían como lo habían hecho los dos días pasados.

Era demasiado malhumor y malestar del azabache que hasta había amenazado con romper lo primero que de encontrarse en su camino con tal de que dejarán de molestarlo.

Se encontraba gritándole sus malestares a Geun Suk hasta que el príncipe abrió la puerta de la habitación bruscamente, mirando fijamente al omega que tras haber estado largo rato gritando ahora de encontraba callado mirando fijamente al alfa, que de veía extremadamente serio que vestía de una manera parecida con la cual lo había visitado antes.

-Geun Suk, largo, ahora.

No necesito más que unos segundos para que el reloj saliera en silencio de la habitación y cerrara la puerta tras el; no quería ver ni escuchar lo que pensaba que harían si estaba en lo correcto.

-Tu...- dijo el príncipe.

El omega trago en sonoramente en seco. Se habían quedado atrapado uno en la mirada del otro, sin moverse ni decir nada.

-Hyun yo...- no pudo continuar ya que el aludido se había lanzado completamente sobre su cuerpo, apresandolo entre sus brazos y piernas para que le fuese imposible de escapar- ¿¡H-Hyun que haces!?- tartamudeo al sentir una mano recorriendo su estómago por debajo de la camisa, piel contra piel.

-Callate de una vez,- le dijo en un tono adormilado y molesto- ¿Sabes algo Saengie?- había comenzado a hacer leves caricias en el estómago del pelinegro, quién no podía estar más rojo que un tomate- tu olor es demasiado fuerte y me es difícil resistirme, también se siente como estás demasiado enojado y frustrado... No voy a hacerte nada que no quieras pero si voy a intentar calmarte un poco, así que por favor no te opongas.

-¿C-como se que no quieres hacerme algo más?- preguntó el omega tartamudeante.

-¿No crees que alguien con mis grandes ventajas ya lo habría hecho?- preguntó retórica mente mientras hundía su cara entre el espacio del cuello y hombro del menor, quién no supo cómo contestarle a demás de estar nervioso por la proximidad del mayor.

Se dejó mimar por el oji café, dejo que le diera pequeñas caricias en el estómago y en su espalda. Había logrado calmarse con simplemente estar a su lado, ya no se sentía incómodo o desesperado, pero si notaba ese urgente y no agradable deseo de recibir más que solo tiernas caricias inocentes de parte del príncipe.

Quería sentir más, pero sabía que era precipitado.

-H-hyun...- le hablo el chico de ojos oscuros que ahora se encontraban cristalinos por unas pequeñas lágrimas estorbosas.

-¿Que pasa Saengie?

-¿P-prometes no dejarme perder el control?- preguntó volteandose y quedando con la cara hundida en el pecho del príncipe, esto causo que una gran sonrisa cruzara su rostro.

-Lo prometo Saengie, te voy a detener si lo considero necesario las veces que quieras.

Acaricio las hebras azabaches tranquilizando al menor, estar cerca de Hyun lo había calmado un poco y ya no se sentía tanto malestar como antes. De alguna forma la bestia había logrado transmitirle la seguridad a Heo y este ya no se quejaba de eso, solo quería descansar un rato y dejar de molestarse porque su cuerpo fuera tan sensible gracias a su propia naturaleza.

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