{08: Lo siento}

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        🌹Capitulo 08: Lo siento🌹

El azabache medito antes de dar su respuesta: podía continuar en posición defensiva, rechazar la oferta y volver a la soledad de su eterno encierro, o podía darle una oportunidad más a la bestia para que cambiará todos los estereotipos que tenía Saeng sobre el y en lugar de un encierro solitario este tuviera algo de compañía.

--Hyun...-- comenzo, su respiración se había vuelto pesada por el nerviosismo y jugueteaba con el borde de su camisa-- Yo...

--Vamos Saengie, por favor di que si-- Rogó el alfa castaño alargando la última palabra.

--Lo siento Hyun, pero... Pero no puedo bailar contigo, al menos no hoy ni mañana ni dentro de unos días.

--¿Qué?-- preguntó, aún sin poder creer la respuesta que recibia por parte del pelinegro-- ¿P-pero por qué? ¿Sigues enojado conmigo? ¡Perdoname!

--Hyun cálmate, no sigo enojado contigo... Es solo que no puedo, en verdad no puedo.

--¿Pero por qué? ¿No lo pregunté bien? ¿O es solo por mi horrible apariencia? Dímelo por favor...

Un leve sonrojo se comenzaba a hacer presente en el rostro del omega, sus ojos comenzaban a tornarse cristalinos ante aquella situación.

--Lo siento mucho Hyun....

Dicho esto cerró la puerta de su habitación, dejando al príncipe con miles de preguntas en la boca y con un corazón roto.

Pero no podía culparlo, a fin de cuentas sabía que nunca aceptaría ir a un baile con el, dudaba que alguien quisiera asistir con el. Se sentó contra la puerta, no tenía planeado moverse de ahí hasta que su invitado saliera de la habitación para así poder soltar el cañón de preguntas a las cuales necesitaba darles una respuesta.

Se dice que el amor de verdad se tarda en llegar y se tiene que ser paciente y esperar, y eso fue lo que la bestia hizo aquella noche.

Se sentó contra la puerta del pelinegro
  y espero y espero, pero está nunca se
    abrió y cayó rendido por el sueño.

                          ✨🥀✨

Un olor dulce desperto al alfa en la mañana, aquel olor inundaba sus sentidos por completo y hacia que a su mente solo pudiera llegar el nombre de una persona.

Se enderezó y estiró después de haber pasado la noche dormido en en suelo contra una puerta y decidió entrar a la habitación del menor para revisar como se encontraba.

Sabía que está se encontraría con pestillo colocado así que siempre cargaba con una llave maestra por si se necesitaba en el momento-- Y vaya que era un momento oportuno-- y con facilidad logró abrir la puerta de la habitación de su invitado.

El aroma comenzaba a hacerse más intenso y los sentidos del alfa comenzaban a crisparse, advirtiéndole que el olor no era normal y algo raro estaba sucediendo.

Se acercó más a la cama donde se encontraba el menor y conforme continuaba su camino más fuerte era el olor.

Llegó a dónde se encontraba el omega envuelto entre todo el revoltijo de sábanas y cobertores, la cara de este se encontraba con un leve sonrojo y parecía incomodo.

--Saengie...-- llamo el alfa, moviendo el cuerpo del contrario con movimientos suaves y leves-- Saengie... ¿Te sientes bien?

El pelinegro abrió de poco a poco los ojos y con sus manos comenzó a tallarlos para poder quitar las lagañas de sueño, pero una vez que logro visualizar al mayor se volvió a enrollar rápidamente en las sábanas y le dio la espalda.

BEAST 🥀✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora