II.- Un Futuro Vacío

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Mikey y los demás a sus 20 años seguían formando parte de la Toman y las cosas iban perfecto solo que había algo que no los dejaba dormir en las noches y era el extraño recuerdo o imágenes donde siempre había un adorable chico rubio con una sonrisa radiante solo que nunca podía ver bien su rostro solo sabían que él significaba algo y no eran alucinaciones porque todos las tenían. Shinichiro estaba feliz por ver a sus hermanos crecer incluso a Izana al cual no veía mucho pero hablaba bastante con él, después de todos esos años aún no podía olvidar al pequeño Takemichi que lo había salvado de un destino fatal y que había desaparecido solo dejando una carta, cada día se levantaba pensando en qué estaría haciendo ese pequeño.

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Mikey caminaba de manera tranquila hacía el restaurante de Smiley y Angry, el capitán de la Toman había cambiado un poco con los años, su rostro se volvió más masculino, se cortó su cabello y ahora era de color azabache, se había hecho el mismo tatuaje que Draken solo que en el cuello, había crecido bastante en estatura pero aun así era más bajo que su hermano y Draken.

Al entrar al lugar sonrió al ver a sus amigos sentados hablando y gritando aunque frunció el ceño al ver a su hermano, no es que le agradara verlo de hecho era todo lo contrario pero no era común verlo fuera del taller o dojo.

- ¡Manjiro! – le llamó su hermano con una sonrisa haciendo que todos lo miraran

- Hey, ¿cómo están? – preguntó el capitán con una sonrisa, los había visto en la semana en las reuniones de la Toman pero aún así se aseguraba que sus amigos estuvieran bien

- Lo de siempre, no ha habido mucho movimiento – comentó Mitsuya

- Todo ha estado tranquilo pero es gracias a ese grupo – comentó Baji pensando en el nombre

- Black Ocean – comentó Chifuyu frunciendo el ceño – Por lo que pude averiguar llevan años activos pero trabajaban en las sombras, no están involucrados con drogas ni cosas así, de hecho solo han ayudado en accidentes y han acabado con pandillas que se dejan llevar por las cosas del bajo mundo. No se sabe mucho acerca de sus miembros ya que los han visto no han salido con vida y los que si dicen que son completamente leales al capitán y hablando de él dicen que puede ser amable pero no tiene piedad con sus enemigos y que es un monstruo. ¿Recuerdan a Kiyomasa, ese idiota que creía que podía hacer lo que quisiera solo por pertenecer a la Toman? – todos asintieron – Desapareció un día sin dejar rastro pero hace un año encontraron sus cuerpo en un baldío, tenía señales de haber sido torturado por mucho tiempo; muchos dicen que el capitán de los Black Ocean sabía lo que hacía y lo torturo todo este tiempo hasta matarlo.

- No deberían de hablar de cosas de las que no tienen ni idea – comentó la persona sentada en la mesa de atrás de ellos

- ¿Por qué lo dices? – le preguntó Hakkai

- Los Black Ocean no son como todos creen, son un grupo de personas que encontraron un hogar donde un chico les sonrió y les dio una familia. Ellos solo buscan ayudar a los que no pueden defenderse y se deshacen de la mierda que solo contamina las calles, no se han metido con ustedes porque el capitán les tiene aprecio y sabe que no son como la escorio que ronda por las calles – les dijo mientras giraba dejando ver a un hombre de cabello azabache muy corto y una cicatriz en su cara

- ¿Cómo sabes todo eso? – le preguntó Draken algo tenso, ese hombre le provocaba estar alerta

- Porque yo formo parte de los Black Ocean y el capitán es amigo mío desde que éramos niños. – se levantó – Si se esforzarán ustedes también sabrían quien es el capitán, solo les puedo decir que alguna vez fue llamado héroe llorón

El hombre salió de ahí con las manos dentro de sus bolsillos dejando a todos ellos confundido con ese apodo resonando en sus cabezas junto a la imagen de un chico de reluciente sonrisa. 

Adiós HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora