El rubio se encontraba en la barra del bar tomando un Martini, la música no estaba muy alta y podía escuchar sus pensamientos.
Estaba tan cansado del día que tuvo que decidió salir a despejarse un rato, esa semana en la universidad para él había sido un poco estresante, y ese día no había sido el mejor ya que en la mañana tuvo su pequeño distanciamiento con su amigo por los comentarios realizados con respecto a cierto alfa; y si le sumaba que su querido amigo se negaba a contarle el porqué de su comportamiento, esto ya era algo que le dolía, solo deseaba poder apoyar a su amigo y entenderlo mejor, pero decidió no demostrar tal dolor para respetar los deseos de aquel chico y no presionarlo.
Así que después de despedirse de Kook en los pasillos de la universidad, el rubio se dirigió a su apartamento, se bañó y cambió de ropa.
— Bueno... ¿Qué lindo y sexy atuendo me pondré? — Se cuestionó el rubio con una gran sonrisa y revisando su ropero. — Uh, ya se, este se me vera genial.
Tomó unos Jeans negros no muy ajustados, una camisa blanca, una chaqueta negra de cuero y unos tenis negros con detalles blancos, se dirigió directo a su gran espejo e inicio a vestirse, cuando terminó tomó su billetera para guardarla dentro de uno de los bolsillos de su pantalón y se quedó observándose en el espejo.
— Creo que ya estoy listo, ahora vamos a ver a muchos chicos guapos. — Expresó mientras acomodaba sus rubios cabellos hacia atrás.
— ¡Oh no! Todavía falta algo. — Tomó su colonia favorita y empezó a aplicársela por casi todo su cuerpo. — Por si me besan, por si me abrazan y por si las moscas. — Empezó a pronunciar lo anterior de forma coqueta y en la última frase aplicó colonia en su entrepierna.
Jimin amaba estar bien presentado, cautivar con su atuendo pero sobre todo tener un buen aroma sobre su cuerpo, y cuando salía no era la excepción.
Ya con todo su ritual de belleza y su mejor actitud, salió de su departamento rumbo a aquel bar que tanto le gustaba, pensaba tomarse unos tragos y quién quita encontrar a su pareja aunque no fuera su destinada.
Él sabía que con sus preferencias no podría encontrar a su destinado, solo le interesaban ciertos chicos y por ese gusto no sería posible tener la tan anhelada pareja destinada que tantos mencionan. Pero si tenía muy claro que cuando encontrara a la persona que lo volviera loco, su lobo lo iba a tomar como su destinado ya que a los dos simplemente les interesaba sentirse de una manera única y especial; y que no importaría los prejuicios o inconvenientes, entregarían lo mejor a su pareja.
— Me regalas un Martini doble. — Pidió el rubio mientras tomaba asiento.
— En un momento te lo preparo. — Habló el barman con una gran sonrisa, y procedió a preparar la bebida. — Aquí tienes, que lo disfrutes.
— Casi no hay clientes hoy. El bar está casi vacío. — Expresó Jimin llamando la atención del barman.
— ¡Oh! Eso es porque aún no se ha terminado la jornada laboral para algunos y los universitarios como tú llegan más tarde. — Dijo el barman observando al Rubio.
— Pero mira parece que estás de suerte, ya está llegando compañía para ti, así no te sentirás tan solo.
Jimin se giró en su lugar y observó hacia donde miraba el barman, vio como empezaba a llenarse el lugar de ejecutivos y personas con trajes de oficina. Seguramente eran empleados de las empresas de allí cerca.
— Bueno al menos ya estaré tomando mis tragos con más personas a mi alrededor, porque la verdad me estaba deprimiendo con esta soledad. — Dijo el rubio con una media sonrisa y volviendo a su posición original. — Sírveme otro trago por favor, que este ya se me va a acabar.
ESTÁS LEYENDO
𝑴𝒊 𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝑻𝒖 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 ||𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤||
RomanceEn medio de la oscuridad, bañado en sudor, perseguido por una infernal pesadilla, lo único claro en su mente era el aroma. Un aroma por el cual su lobo clama en aullidos desesperados desde hace años atrás. Bastó solo un encuentro para que...