Capítulo 6.

1.4K 172 27
                                    

El chico se encontraba en una total oscuridad atado de manos, sin poder moverse, deseaba irse, salir de ese lugar, pero era imposible, solo podía observar una gran sombra que lo observada desde el fondo de la habitación.

— ¡No quiero estar aquí! Suéltame, esto está mal, nunca aceptaré lo que quieres hacer, ese no es mí destino. — Gritaba con todas sus fuerzas, con lágrimas asomándose por sus ojos. — Yo me niego a hacer esto, primero muerto, por favor suéltame, déjame ir, esto que me estás haciendo la destrozará.

— Cállate precioso, tu destino ya lo decidí y no lo vas a cambiar. No me importa si la destrozará o no, simplemente nunca sabrá que paso contigo, míralo así... En realidad tu destino lo decidió ella, ella te entrego a nosotros, pero no queremos que se sienta culpable así que le haremos creer una gran historia para que esté muy muy feliz, ¿Te parece? — Habló el hombre desde la total oscuridad.

— ¡No! No me parece, estas desquiciado, ella nunca creerá nada, y nunca me entrego a ustedes, eso solo te lo crees tú y tu mente desquiciada. No aceptará tus cuentos y me buscará, me conoce perfectamente y no va a creer nada, sabe que yo nunca me iría de su lado y mucho menos sin despedirme personalmente, tus planes no saldrán.

— Hay mí precioso, eres muy tierno e ingenuo, ya verás que si lo creerá de eso me encargo yo. Tú solo mentalízate en que serás una fábrica de reproducción y nos tendrás que dar bastantes herederos, para eso naciste.­

La puerta fue cerrada con llave y dentro se encontraba aquel chico con sus lindos ojos llenos de lágrimas, sus manos atadas, con un profundo miedo y asco; ya que lo que le preparaba su destino no era nada bonito.

— ¡NO TE VAYAS BASTARDO, NO SIN AL MENOS SOLTARME Y DEJARME IR!­

Con ese último grito, despertó el castaño, bañado en sudor, desorientado, con su lobo alerta ante el peligro y pegándole un gran golpe a su compañero de cama.

— Umm, P-pero ¿Qué paso? ¿Por qué me golpeas de nuevo? — Habló un somnoliento Jimin mientras se sobaba su mejilla por el golpe recibido.

­— Otra vez ese maldito sueño, no entiendo ¿Por qué ahora? Nuevamente me atormenta, no quiero tener ese sueño, tengo miedo. — Decía el castaño en voz baja, con sus manos en el rostro para tratar de retener sus lágrimas.­ Pero su compañero lo alcanzo a escuchar.

— JK, mírame... ¿Qué es lo que estás diciendo? ¿De qué sueño hablas? — El rubio trataba de entender lo que estaba sucediendo, pero su amigo no contestaba y mucho menos lo miraba. — Amigo, por favor, tranquilízate y mírame, si no quieres hablarme no lo hagas, pero mírame, me estoy preocupando, ven te voy a abrazar, así que cálmate.

El castaño al escuchar la voz de su amigo, recordó que no estaba solo en su habitación. Era tal el impacto del sueño que acaba que tener que ni se había fijado, ni recordaba que tenía compañía. Retiro las manos de su rostro lentamente y miró a su amigo; en un impulso se abalanzó hacia el rubio para abrazarlo con tal fuerza que pareciera que lo dejaría sin aire.

Necesitaba sentirse seguro y necesitaba el abrazo de su amigo, así que no lo pensó y simplemente actuó.

— Ay, JK, mi amigo del alma... Tranquilo, aquí estoy para cuidarte, no tengas miedo. — Decía Jimin mientras se dejaba abrazar y acariciaba la espalda de su amigo para darle un poco de seguridad. — Tú solo tomate tu tiempo, solo me importa tu bienestar, ven vamos a acostarnos de nuevo y si gustas me dices que fue el sueño que te altero.

JungKook se dejó hacer de su amigo y se acomodó sobre el pecho contrario mientras se arropaban con las mantas y el rubio seguía dando pequeñas caricias en la espalda del contrario. Jimin lo tranquilizada con tan solo su presencia, lo cuidaba con tanto cariño y delicadeza que en verdad parecían hermanos.

— Jiminshi, no me abandones. Solo abrázame y déjame dormir sobre tu pecho, cuando esté preparado te diré porque me siento así por una pesadilla. — Susurró bajito el castaño con una voz tan suave y quebradiza, que se sentía una tristeza que pareciera que rompería su corazón.

— JK, nunca te abandonare, eso tenlo muy claro, si es necesario daría mi vida por ti. Tú duerme tranquilo aquí estaré cuidando tu sueño y tranquilo cuéntame lo que te atormenta cuando tú quieras, solo me interesa tu bienestar. — Se acomodó en la cama y acunó a su amigo en su pecho tal como quería.

El resto de la noche Jimin cuido el sueño de su amigo y se aseguró de que durmiera sobre su pecho, ya que se había dado cuenta que si lo intentaba retirar de encima de él, el contrario se alteraba en sueños y su respiración empezaba a cambiar.

Jimin tenía un dolor en el corazón, no podía ver a su hermano así, solo quería verlo feliz y eso también debería ser en sueños.

Pasaron todo el fin de semana juntos, el rubio no se despegó de su amigo, quería acompañarlo y que sintiera que jamás lo abandonaría, su lobo le exigía cuidar de él. Jimin se encargó de distraerlo con videojuegos, lo retaba a que no podía ganarle. Vieron películas y comían comida chatarra, el rubio en todo el fin de semana no menciono nada sobre el sueño y mucho menos le reprocho por el golpe que le dio mientras dormía, seguía esperando paciente que su amigo tomara la iniciativa. No le importaba si era pronto o si sería mucho después, simplemente respetaría la decisión de su JK y solo se dedicaría a darle un poco de felicidad y distraerlo.

 No le importaba si era pronto o si sería mucho después, simplemente respetaría la decisión de su JK y solo se dedicaría a darle un poco de felicidad y distraerlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑴𝒊 𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝑻𝒖 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 ||𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora