Capítulo 27.

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Después de haber logrado su sincronía de conciencias, TaeHyung y su lobo continuaron asistiendo a aquel Río.

Pasado un tiempo, NamJoon dejo de hacerles compañía en sus salidas a aquel lugar. Ellos necesitaban espacio para ser libres y poder concentrase en sus intentos de ver más que solo los ojos de su omega.

Ahora pasaban sus fines de semana en aquel lugar, salían de su hogar entrada la noche de los viernes, y volvían los lunes antes de que saliera el sol.

Rodeados de árboles, disfrutando de la vista, sintiendo la brisa en su pelaje. TaeHyung en su forma animal; recorría parte de aquel bosque, siempre hablando con Tata. Se imaginaban el cómo tratarían al chico de ojos azabaches que seguían viendo en sus sueños.

Al anochecer TaeHyung cambiaba a su forma humana, se sentaba a la orilla de aquel río; sumergía sus pies y parte de las piernas en el agua, apoyaba sus manos a los costados e inclinaba su cuello en el ángulo idóneo para lograr observar el firmamento.

El característico rojo de sus orbes se hacía presente cuando observaba a la Luna, y sentía un tirón en su pecho. Cerraba sus ojos en busca de los oscuros y estrellados orbes del omega que juraban era su destinado.

La Diosa Luna se empeña en solo mostrarme tus luceros estrellados. Susurró sin abrir los ojos. Te puedo jurar que me pierdo en cada estrella brillante que titila en esa mirada que me llama en la oscuridad de mi mente. Abrió sus ojos y sonrió suplicándole a la Luna un pronto encuentro con su destino.

Existieron tantas noches en donde Tata aulló hacia la Luna hasta caer dormido. En cada aullido suplicaba para que la Diosa se apiadara de ellos y adelantara el encuentro con su omega. Pero la respuesta era la misma que obtenía TaeHyung cuando realizaba el mismo pedido... Una imagen de aquellos ojos, esos orbes que a pesar del oscuro escenario en donde eran divisados, brillaban con gran intensidad.

 Una imagen de aquellos ojos, esos orbes que a pesar del oscuro escenario en donde eran divisados, brillaban con gran intensidad

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El tiempo transcurrió, y ahora Kim con veinte años de edad se encontraba olfateando a su primo. Todo por un impulso de su lobo.

¡TaeHyung! Se apartó del mencionado. Ya hemos hablado de esto...

Y yo te he dicho que es mi lobo el que quiere olfatearte.

Te lo he dicho humano, nuestro primo huele a nuestro omega...

Tata, te he dicho que el aroma que sientes es el de mi pareja...

Tienes otro aroma distinto al de tu pareja. Se acercó de nuevo y lo olfateó. Es el aroma de mi destino, lo percibo...

Desde hace unos meses Tata juraba que NamJoon portaba el aroma de la persona que tanto habían esperado. Lo cual él siempre les recordaba que solamente era el aroma del omega que la Diosa Luna le había enviado como su otra mitad.

𝑴𝒊 𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝑻𝒖 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 ||𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora