Capítulo 20.

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La madrugada transcurrió. JungKook Y TaeHyung no tuvieron más pesadillas, durmieron abrazados. Sus almas y corazones estaban más tranquilas. Aunque de vez en cuando el alfa abría sus ojos para asegurarse que su omega estuviera bien y cómodo, al verlo tranquilamente dormido, no podía evitar sonreír. Dejaba pequeños besos en la cabellera castaña, lo abrazaba delicadamente y volvía a conciliar el sueño.

La mañana llegó, y SeokJin decidió no decir nada. Gran parte de la madrugada su lobo se la pasó regañándole, porque había intentado volver a la habitación a separar a la pareja. Cosa que RJ no estaba de acuerdo. Ya que su cachorrito no volvió a despertarse gritando en la madrugada por sus pesadillas y eso le indicaba que aquel alfa era una gran ayuda y consuelo para su niño.

Con unas grandes ojeras que adornaban su rostro, SeokJin se levantó y preparó el desayuno. Estaba a punto de subir a llamarlos cuando el timbre de su casa fue tocado, gran sorpresa se llevó cuando vio a su gran alfa frente a la puerta con un ramo de flores y una bolsa en su otra mano.

— ¿Q-qué haces aquí? — Preguntó avergonzado. Estaba despeinado, con ojeras y casi recién levantado.

— ¿No lo recuerdas? — Cuestionó sonriendo, dejando ver esos hoyuelos que SeokJin veía como su debilidad. — Vine a traerle ropa a mi primo y después nos vamos a la universidad. — Agitó la bolsa en su mano donde se encontraba la ropa de su primo.

¡Pero que baboso! — Se golpeó mentalmente. — Lo había olvidado por completo. — Dijo.

NamJoon dio unos cuantos pasos para ingresar a la casa.

— ¿Puedo pasar, mi luna? — Preguntó esperando una respuesta positiva de su omega.

SeokJin se puso colorado al recordar que estaba en pijama. — ¡Ay no! No puede ser. — Dijo para sí mismo. — No puede entrar estoy horrible, ¡Qué vergüenza! — Esta vez habló con RJ, el cual sonrió al saber que su alfa había escuchado lo que decía su humano.

— Mi luna... Déjame pasar. — Suplicó. — Y no sientas vergüenza. Estás hermoso, para mis ojos y los de mi lobo siempre estás hermoso. — Dijo extendiendo su mano con el ramo de flores. — Tómalas mi luna, son para ti.

SeokJin tomó el ramo de flores, dando paso a su casa al alfa, y salió corriendo como alma que lleva el diablo para arreglarse. No sin antes decirle a NamJoon que subiera a la habitación y despertara a la pareja.

NamJoon sonrió al ver como su luna corría y sus mejillas estaban de un lindo color carmesí, subió por las escaleras hacia la habitación del castaño y detuvo sus pasos al ver la linda escena.

TaeHyung con sus cabellos azabaches todos despeinados, con unos cuantos mechones sobre su rostro; abrazaba a JungKook como si de un peluche de felpa se trataste, y este último estaba con sus brazos enrollados al cuello de su primo. De vez en cuando arrugaba su nariz, al parecer buscaba el aroma del alfa. Esa escena le causo tanta ternura, que sin pensarlo sacó el celular de su bolsillo, deslizó la pantalla de bloqueo y les tomó una fotografía, abrió el chat donde conversaba con su primo y se la envió.

Sin perder más el tiempo, decidió llamar a la pareja, ambos chicos se despertaron casi de inmediato al escuchar la voz de NamJoon. Pero JungKook sintió invadido su espacio, se tensó y en susurros le pidió a TaeHyung que por favor sacara a su primo de la habitación.

— Tranquilo, hermosura. — Dijo dejando pequeñas caricias en el rostro del contrario. — Es Nam, mi primo. No te hará daño.

— Pe-pero estoy en pijama y nuestro aroma está en la habitación. — Respondió ante las palabras de Tae. — No quiero que otro aroma se mezcle con el nuestro.

𝑴𝒊 𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝑻𝒖 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 ||𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora