𝑴𝒊 𝑨𝒓𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝑻𝒖 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 ||𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤||

Capítulo 12.

Park Jimin se encontraba a cinco minutos de su destino. En el trayecto de la casa de JungKook a la empresa dónde tenía la cita para su posible pasantía; no dejaba de pensar en su amigo, enserio quería quedarse y cuidarlo, darle la medicina y hacerle compañía. Se sentía terrible, no dejaba de culparse por lo ocurrido, sabía que debía controlar sus feromonas, lo sabía, porque ya le habían explicado la condición de JungKook y no quería que por un impulso su amado amigo sufriera. Por eso siempre ocultaba su olor y ya lo hacía tan constantemente que se le olvidaba que estando lejos de su amigo podría dejar salir su esencia.

Por esa razón es que la mayoría de personas que conocían a Jimin no lo identificaban como alfa. Además de que su contextura lo hacía ver como un lindo omega, pero sorpresas te da la vida. Él ya estaba acostumbrado a que le confundieran con un omega solo por su apariencia. Así que aprovechando eso decidió entrenar y aprender a defenderse, aunque era alfa no era necesario estar entrenado para defenderse; ya que por naturaleza era fuerte y no sería fácil dominarlo, sin embargo entrenaba defensa personal no solo por él, sino para proteger a su amigo.

— Llegamos caballero. — Dijo el taxista estacionando el taxi en frente del gran edificio de diez pisos y sacando de sus pensamientos al joven rubio.

— Uh, gracias. — Contestó sacando su billetera y pagando el taxi. —Muchas gracias, feliz tarde. — Dijo saliendo del automóvil y arreglando su traje para proceder a ingresar al gran edifico.

El rubio ingresó a recepción, miró hacia el reloj que llevaba en su muñeca y suspiró tranquilo al ver que había llegado cinco minutos antes de la hora acordada. Aclaró su garganta y con una linda sonrisa saludo a la recepcionista.

— Buenas tardes, señorita. Vengo a una entrevista para una pasantía. — Habló mirando a la chica que estaba concentrada en su equipo de cómputo. — Me citaron a las tres de la tarde.­

La chica levantó su vista hacia el chico. Lo observó por unos segundos antes de pronunciar palabra y le sonrió antes de volver su vista al ordenador.

­— ¿Me podrías dar tú nombre? — Preguntó la chica, con sus dedos sobre las teclas del ordenador.

— Park Jimin. ­— Contestó de inmediato, observando los movimientos de los dedos de la chica sobre las teclas.

La chica tecleo dicho nombre y espero a que se mostraran los resultados en su base de datos. Seguido a eso, volvió a observar al rubio y una vez confirmado que sí tenía agendada dicha cita; le dio indicaciones y el pase de ingreso al piso donde tendría la entrevista.

— Sube al piso número diez, allí mi compañera recibirá tus documentos y te indicara la oficina donde te entrevistaran. — Le comunicó y le proporcionó el pase de acceso a Jimin. — Y suerte.  La necesitaras hermoso. Necesitaras suerte, ojalá y todo no se salga de control. Pero tú eres perfecto para ayudar al jefe a descubrir ¿Qué pasa con los pasantes? — Pensó la chica observando al rubio caminar hacia el elevador.

Jimin recibió el pase y se dirigió al elevador para presionar el botón del piso diez. Pero algo no le cuadraba, al ver la mirada de la chica al decirle suerte; sintió una energía extraña. Respiró profundo y esperó que el elevador lo llevara a su destino.

La chica de recepción llamó a su compañera para avisarle que ya subía el posible pasante y que ya era hora de poner en marcha el plan que les había indicado el jefe.

No les agradaba tener que utilizar al chico. Sabían que quería una pasantía, por algo había aplicado a dicha empresa. Claramente si tendría su puesto en la empresa, el jefe ya lo había decidido. Había revisado personalmente cada posible aplicación al cargo en cuestión, y al ver la información del rubio no tuvo que pensarlo mucho. El chico tenía buenas notas y además buenas recomendaciones de sus profesores; lo único que le faltaba era averiguar si era alfa, omega o beta. Pero eso no era importante para el trabajo. Pero dejo eso último de lado al ver la foto del chico dentro de los documentos y con eso bastó para pensar que el chico sería perfecto para aclarar cierto asunto, así él no estuviera enterado de nada. Aun así pidieron que Jimin llevara todos los documentos de nuevo y esta vez el examen clínico dónde decía su rango.