Prólogo.

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La intervención°^

Sprout es descrito por todos como cobarde, vago, arrogante y oportunista. Está celoso de Hicth quien se convirtió en sheriff de Maretime Bay en lugar de él, a pesar de que Sprout se convirtió en diputado. Sin embargo, Sprout es incompetente en su trabajo debido a su cobardía y pereza, lo que a menudo deja a Hitch exacerbado, molesto y haciendo la mayor parte del trabajo real.

Como resultado de haber sido mimado y mal guiado por su madre, Sprout se volvió inseguro, mezquino e intolerante hacia los unicornios y pegasos, mientras vilipendiaba a las otras tribus ponis incluso como un potro.

Al convertirse en el Sheriff temporal de Maretime Bay, y por la mala dirección de su madre, Sprout aprovechó la oportunidad para consolidar el poder explotando los temores de los ponis terrestres a los unicornios y pegasos (debido a que Izzy Moonbow visitaba Maretime Bay) y se hizo cargo de su madre de la fábrica. Canterlogic, para producir armas para prepararse para la guerra contra los unicornios y pegasos y enloqueció de poder, llegando a declararse emperador.

Independientemente, después de que su máquina de guerra fue destruida y vio lo que había hecho, Sprout escuchó con remordimiento las palabras de Sunny de que los ponykind tenían que unirse en nombre de la amistad y la armonía o de lo contrario continuarían separados por el miedo y la desconfianza.

Como resultado, Sprout pareció cambiar de página ... aunque conserva algo de su inseguridad, ya que en privado le preguntó a su madre si era un buen sheriff (solo para que su madre evitara responder la pregunta por completo, dejándolo enfurruñado en molestia)

Pero ahora el pony terrestre rojo con la espalda lisa, melena rubia, calcetines blancos, pezuñas granates y cola rubia ondulada. También tiene ojos verdes cual esmeraldas y unas grandes cejas gruesas.

Se encontraba sentado completamente solo, debajo de la sombra de un paraguas que lo cubría del sol, delante suyo un pequeño carrito con dos ruedas. Donde encima de ellos había una bandeja grande con muchos cupcakes de chocolate, una cubierta blanca y letras en color rojo que decía: Lo siento.

Sprout solo miraba a todos caminando, ninguno le prestaba atención y cuando alguien hacía contacto visual con el. Rápidamente lo evitaban por completo. El pony de pelaje rojo solo mantenía la cabeza agacha, jugando con sus cascos. Pero una voz dulce y un poco molesta estaba presente, sabía perfectamente de quién provenía eso. Y al momento de levantar la mirada aquellas dos chicas estaban sentadas en una de las bancas de la plaza. Sunny estaba completamente quieta mirando a su amiga quien no paraba de hablar y un que otro cántico salía. Y tras pensar un rato y ver a las chicas el rubio se armó de valor. Con ayuda de su asta se llevó un arnés y así poder tirar del carrito que compró.

— ¡Mira!. — Grito la chica de cabello azul con una sonrisa en el rostro. — Es el del robot que casi nos mata.

— ¡Izzy!.

Habló rápido la pony terrestre de cabello rosa, quien al ver la reacción avergonzada en el pony de pelaje rojo, se acercó a él de manera cariñosa.

— ¿Aún no logras vender ninguno?.

— Más bien regalar. — Decía sprout mirando los cupcakes. — Fue una idea que se me ocurrió. Así no estaría la mitad del pueblo molestos conmigo.

— Sabes que nosotras te perdonamos.

— Fueron al menos las únicas que de verdad siento que me perdonaron.

Las voces de mi cabeza©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora