Capítulo 2

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°^Igual que un árbol^°

Hitch caminaba completamente desanimado por las calles de la pequeña ciudad. Aún recordando lo que le había dicho a su amigo. ~Fui un completo idiota~. Aún que sus pensamientos eran fuertes. No eran del todo malos, de alguna manera tenía que decirle todo lo malo que había hecho Sprout. Pero aún así, esa no era la forma adecuada.

—Aún sigue en su mundo.

Intento decir en un susurro la unicornio, pero Hitch de alguna forma aún seguía enfrascado en todo lo que había pasado en la cafetería.

— Hitch.

Llamo su amiga Sunny. Pero al no recibir ninguna respuesta por parte de su amigo se colocó enfrente de el para detener el paso, cosa que no funcionó por qué solo la rodeó. Así que la unicornio con ayuda de su cuerno lo levantó por los aires, dejándolo enfrente de su amiga nuevamente. Cosa que esta vez sí noto, por qué el poni amarillo había adquirido un pequeño miedo a las alturas, después de intentar desactivar la máquina de Sprout.

— Hitch. — Miro compasiva Sunny. — Se lo que estás pensando.

— No es cierto.

— Nos conocemos de niños. — Levantó la vista de Hitch con su pezuña. — ¿Recuerdas cuando éramos niños y jugábamos en el parque?.

— Explícate mejor. — Miraba atentamente a su amiga.

— Sprout corría contigo muy rápido y el se accidentó conmigo.

Hitch rápidamente recordó ese momento. Cosa que hizo paralizar por un momento al poni de color amarillo. Por qué el resto de la historia, Sunny no estaba presente.

— Ya recordé. — ruborizado. — Mira la hora, tengo que ir a hacer papeleo.

Decía de manera nerviosa el poni terrestre, ya que era un recuerdo completamente personal y el que había suprimido de una manera tan grande. Qué su amiga. La chica que siempre logra ponerlo en problemas, le había causado ahora uno. Así que sin pensarlo este comenzó a correr, tratando de evitar a la chica.

— ¡Espera!. — Grito Sunny. — ¡Izzy tú ve a la izquierda por la panadería!

— ¡Muy bien!.

Contesto su amiga. Y ambas comenzaron por la búsqueda del sheriff, quien de manera astuta sabía que lo iban a perseguir, así que decidió irse por otra ruta que conocía y que daba exactamente al mismo lugar.  La estación de policía.

Trataba de evitar por completo que alguien lo viera. Algún poni para saludarlo oh qué algún animalito lo viera y delatara su puesto. Y poco a poco este se avanzaba por los arbustos, escondiéndose en algún árbol, detrás de  buzones y sobre todo por los callejones. Hasta lograr esconderse detrás del pequeño local de smoothie que estaba enfrente de la estación.

Pero justo cuando iba a salir de su escondite una escena le llamó su atención.

Era aquel poni de color rojo con cabellera rubia. Estaba sentado en una de las bancas que estaban mirando hacia el mar, pero no solo eso, el no estaba completamente solo. Estaba al lado de un poni de color verde que nunca había visto. Por alguna razón verlo reír con aquel otro poni le resultaba un poco molesto. Así que únicamente se quedó mirando como estos charlaban, pero al estar un poco lejos y el choque del mar con la costa, le impedía por completo escucharlo.

Así que de manera sigilosamente este llegó a estar a unos pocos metros de ambos chicos que conversaban. Pero no solo eso ya que ahora sabía por qué no conocía al otro poni. Ya que al acercarse noto que este tenía alas. Estaba hablando con un pegaso.

— Eso es muy divertido. — Reía el Pegaso. — Entonces eran ciertos los rumores de que los ponis terrestres tienen cerebros diminutos.

— ¡Oye!. — Se molesto Sprout.

— Sabes que no te lo digo a tí. — Mirando a Sprout. — Se lo digo a él.

Decía apuntando a un poni terrestre cualquiera que pasó enfrente. Qué al escuchar al Pegaso y ver que le apuntaban solo se retiró, no por qué lo había asustado. Si no por ver con quién estaba sentado.

— Pero aún así tienes razón.

— ¿Aún no te aceptan?.

— Adivinaste. — Decía Sprout. — Será mejor que me vaya.

— ¡No!.

Grito alguien que hizo que ambos ponis que estaban tranquilos se asustaran. Tanto Sprout, como el pegaso revisaron y así ver quién era el que había gritado. Pero al no verlo solo se volvieron a sentar, pero esta vez más incómodos por saber que alguien los estaba escuchando.

Mientras que dentro del puesto de smoothie estaba Hitch, quién era el responsable del grito. Y al no tener muchos lugares para ocultarse, brinco en el local, rompiendo una ventana. Mientras que el dueño del local quien estaba nervioso por la presencia del sheriff, que lo había asustado. Se tranquilizó cuando le dijo que estaba en misión de vigilancia.

De manera que el dueño actuó como si nada vendiendo sus batidos y cuando ya estaba más seguro, miro que ambos chicos ya no estaban. Se le habían escapados, y una mueca se formó en su cara. Y con un poco de molestia se dirigió a su estación, y así encerrarse y evitar por hoy a todo el que lo rodean.

— ¿Por que hablaría con el?.

Se preguntaba Hicth, llegando hasta la estación poniendo el letrero de cerrado y cerrando las persianas de la puerta. Se quedó por un momento mirando la puerta y dando un suspiro grande para así quitarse la tención del cuerpo. Nuevamente ya estaba tranquilo, poniéndose una meta en su cabeza. Llenar el papeleo que tenía pendiente al igual que pagar sus impuestos.

— ¡Si!. — Dijo positivo. — No más distracciones.

Pero todo ese positivismo se derrumbó de golpe, igual cuando cortas un árbol y al momento de caer al suelo causa un impacto.

Fue el mismo sentimiento cuando al momento de voltearse, este sin querés había juntado sus labios con el poni que anteriormente había visto al lado de un pegaso.

Hitch sin querer había de alguna manera había "besado" a su amigo. Quien rápidamente al sentir el suave tacto de los labios de Hitch este avanzó hacia atrás.

Ambos estaban completamente avergonzados, Sprout gracias a que era de un color rojo, era poco notorio el rubor que había cubierto su rostro. Pero aquí el que no se benefició fue el rostro amarillo de Hitch, el cual ahora con el pasar de los minutos cada vez era más rojo.

— ¡Q-qué... estás haciend-do aquí!.

Tartamudeo Hitch, quien rápidamente tosió un poco, así quitar los nervios y no hablar normal.

— Yo... — Trataba de decir Sprout. — Quería disculparme. — intentando no mirar a Hitch. — Por como me comporte en la cafetería.

— Está bien. — Decía mientras tomaba agua de un vaso que había en su escrito. — Las cosas así son recuerdos pasajeros.

Ninguno estaba dispuesto a mirarse. sprout por otro lado solo miraba el suelo, oh a su derecha, intento mirar el rostro de Hitch. Pero al, al momento en que ambos se miraban a los ojos rápidamente apartaban la mirada.

— Mejor me voy.

Dijo Sprout, pasando por la izquierda del sheriff, quien solo dijo un — Si. — Pero el poni rojo no podía abrir la puerta, cosa que siempre le había pasadoz inclusive había veces con las que se había golpeado con ella.

— Espera dejame ayudarte. — Se giro Hitch. — Le puse llave cuando entre.

— ¡No yo puedo solo!.

Y nuevamente ambos chicos se habían junto, está ves no en un beso. Si no que ambos se tocaron los cascos cuando intentaron abrir la puerta, para poder quitar el seguro.

— ¡Lo lamentó!. — Dijo Sprout.

— ¡No! ¡Fue mi culpa!. — Contesto rápido Hitch, abriendo la puerta.

— Bueno adiós. — dijo Sprout saliendo rápido por la puerta.

Las voces de mi cabeza©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora