Capítulo 18

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°^Una manera de llamar la atención.^°

El trío de ponis estaban sentados afuera, así tendrían mucho más aire para poder respirar y estar concientes, oh lo que duren hasta desmayarse. Y la suave brisa de la cosa, y el aroma a tierra húmeda que tenía el lugar, gracias a los aspersores del jardín. Era el lugar perfecto.

— Bien. Las reglas son simples, pero como entre nosotros tenemos gente correcta. — Mirando a Hicht.

— No se por que me miras tanto. — meneando el líquido que había en su copa.

— Perdón. Solo quería aclarar que en este juego no se ganan medallas. — burlándose.

— Cómo sea.

— Bien. Cada uno dirá su pecado, y si el suyo es similar, tienen que tomar un pequeño chupito.

— Estoy listo. — dijo un animoso Sprout.

— Bien. El más joven comienza primero.

Y ambas miradas se posaron por el poni de 22 años de edad, quien al tener tanta atención, solo se acomodo su melena rubia y tomando su capa la agüito tres veces. Y pensando por un momento. Este hablo.

— Yo nunca, nunca... — Pensando. — Tuve que mentir para faltar al trabajo.

Y tanto como Hitch y Thunder, solo se voltearon a ver, y al mismo tiempo, ambos tomaron un sorbo de su bebida.

— Buena forma de empezar. — Mención Thunder, mientras reía.

— Solo quería calmar un poco el ambiente.

— Bien, sigue el siguiente más joven. — Tomando su copa. — Osea. Yo.

Hitch solo se mantuvo en silencio, rodando los ojos, al saber que el era el mayor. Está era una forma de decirle viejo sin ofender. Pero mientras esté pensaba, su mirada seguía clavada en el poni de melena roja.

Notando dos cosas en el. Pero solo lo mantendría cómo teoría, por qué no estaba del todo seguro, de que pueda ser real.

— Yo nunca, nunca. Estuve metido en un problema del que me arrepiento.

— Eso fue un golpe bajo. — Mencionó Sprout, tomando también.

— Si lo sé.

Pero la pareja no fue la única que tomo. Por qué ambos se quedaron sorprendidos cuando vieron que el de copete verdoso, también había venido un sorbo, el cual había dejado húmedos sus labios y los limpio con su casco. Sprout, tenía una idea de lo que podría ser a lo que se refería. Pero Thunder. No. El no sabía en lo absoluto, y con una sonrisa en el rostro y golpeando con cuidado el hombro del oficial, intentaba que este le digiera.

— Bueno. Eso es nuevo. Dime bonito, ¿De que te arrepientes?.

— Perdón. Pero en ningún momento mencionaste en las reglas que tengo que dar explicaciones.

— Hermano. Estamos en confianza, de esta mesa no saldrá nada.

— Está bien Thunder. — intentaba calmar al pegaso. — Hitch tiene razón. No acordamos eso cuando empezamos.

— Está bien. — resignando.

Hitch estaba sorprendido, no solo por la forma en que calmo al ya borracho. Si no, es que su teoría fue cierta en todo momento.

Desde que estaban en la cocina. Sprout se había tomado una copa, oh más bien casi dos. Si no fue hasta que; Thunder había propuesto el juego, este la había llenado nuevamente. Pero entre nosostros, el es el único que aún sigue cuerdo, y obviamente lo que lo está delatando, es su olor. En ningún momento a comenzado a sudar. En comparación de Hitch y Thunder. Estos ya estaban acalorados.

— Bueno. Es mi turno. — Mencionó Hitch. — Yo nunca, nunca... Hice trampa en algún juego.

— Otra pregunta con trampa.

Contesto rápido el pegaso, quien volvió a tomar de su copa, seguido por el rubio. Quien solo sonreía y reía.

— Eso no es justo. Todos hacemos trampa alguna vez.

— Pero no todos saben cómo fingir inocencia.

— Si. Supongo. — meneando la copa. — Esa es la magia del encanto que usan los profesionales.

— Muy bien, es mi turno nuevamente. Yo nunca, nunca... Tuve que obligar a alguien, para ver una película que a mí no me gusta.

— Genial. Ahora estoy quedando como el tipo malo. — Bebió nuevamente Thunder.

Pero no solo eso. Por qué en el rostro del de melena amarilla, una mueca de enfado se formaba, al igual que en el de melena roja.

Ambos estaban concientes de lo que estaban haciendo; pero el único que no se daba cuenta era Thunder. Quien era el que estaba bebiendo más, por las confesiones de sus "amigos". Las cuales eran evidentes que querían deshacerse del pegaso. Para que la verdadera confesión empezará.

Etoemuydiverrido. Piroyo~ quiero dormir una poquis.

Se acomodo un pegaso completamente alcoholizado  en la silla en la que estaba, para después quedar profundamente dormido. Sprout, solo termino levantándose y tomando una de las cortinas que se estaban secando, se la colocó. Así evitar el frío de aquella madrugada.

— Así que. Esperas que te siga creyendo que...

Mención un Hitch con los síntomas a flor de piel. Un poco tambaleante, sudor notorio, ojos un poco rojos y un claro color carmesí muy notorio.

— Todo este tiempo, estuviste bebiendo vino sin alcohol.

— Puede ser. — tirando el vino de la copa de Thunder.

— Es evidente. Solo mírate, no estás ni mareado. — Tirando el vino de su copa. — ¿Por qué lo hiciste?.

— La verdad. No lo sé, solo quería estar tranquilo en mi fortaleza. Pero uno se colo en mi casa. — Mirando a Thunder. — Y el otro, estuvo usando su influencia, para que mi madre aceptará una niñera.

— No me llames así.

— ¿Entonces que nombre te gustaría?, Dime; ¿Guarda espaldas?, ¿Oh prefieres, amigó?.

— No se a que te refieres. Pero te aseguro, que la idea que tienes en tu cabeza. Es la errónea.

— Sprout.

— ¿Qué?. — Contesto de mala gana.

— So.

Respondió un pegaso que ya se encontraba tirado en el suelo, y aquellos ponis que estaban sumergidos en un mar de malas miradas, al escuchar la contestación del moribundo.

El poni de melena roja se acercó, y con delicadeza, comenzó a acariciar con su casco la mejilla de Thunder. Y como podía este comenzó a levantarlo.

— ¿Podrías ayudarme?.

— ¿A dónde lo llevarás?. — acercándose.

— Mi madre no está. Así que no será problema absoluto que se quede en el cuarto de invitados, tendré que llamarle después a Pip para convencerla de que uno de sus guardias no irá al trabajo.

— No deberías hacer eso.

Mencionaba mientras levantaba a Thunder sin provocarle mucho daño. Pero lo único que recibió cambio del poni de melena rubia, fue un bufido.

— Solo ayúdame y ya.

— Muy bien.

Respondió. Hitch estaba molesto, incluso llegando a perder la paciencia. Incluso estaba considerando rendirse. Por qué por más que intentaba acercarse a lo alguna vez llamo " mejor amigo ". Solo provocaba molestia cada vez que intentaba hablarle.

Y con una decisión ya clara en la cabeza de Hitch. Únicamente se dispuso en ayudar, sin dar un pequeño vistazo al pegaso inconsciente que estaba cargando. Mientras se preguntaba:

~¿Qué fue lo que vió en él?~

Las voces de mi cabeza©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora