Poisoned

Capítulo 4

Lauren se encontraba acostada tapada mientras la doctora la revisaba murmurando un montón de términos sin sentido para el oído de la castaña. A pesar de que el rostro de la ojiverde se encontraba semirojo no era porque ya había vuelto a su temperatura natural, sino qué había sido causado por los pellizcones que había recibido y el esfuerzo que había hecho.

Lo que fue recriminado por la doctora ya que eso pudo haber sido terrible para la salud de la joven aún más cuando se andaba congelando, Lauren fue regañada por varias cosas, tanto por malos modales, quedarse callada, no asistir a clases, y violencia pero Camila también por infiltrarse y provocar el inicio de una pelea.

La morena había podido enviar un mensaje a sus amigas que mandaran a la doctora a la habitación, fue difícil puesto que tuvo que aventarse de la cama, tomar su teléfono y escribirlo antes de ser arrastrada por Lauren, afortunadamente su teléfono no sufrió daños mayores, únicamente un rayonazo en la pantalla, con el que amenazó nuevamente de muerte a la ojiverde. Esa había sido definitivamente la pelea más intensa en donde trataron de matarse con sus propias manos.

—Alguien deberá quedarse con la joven Jauregui para supervisar…

—¡Yo lo haré!—Elevó la voz la morena elevando la mano de igual manera, haciendo que la mirada de la doctora y un supervisor cayeran sobre ella.

La princesa bufó y trató de levantarse pero la mirada fulminadora de la doctora y de Camila la hicieron chistar y volver a acomodarse. La doctora suspiró volteando a ver a la castaña, quien inmediatamente dejó de fulminar a la princesa y la volteo a ver.

—Señorita Cabello, no sería conveniente que usted la cuidara…

—¡Lo sé pero lo haré!—La morena irradiaba determinación, además de culpabilidad. La doctora la miró con seriedad y al notar que la muchacha no se inmutaba y seguía igual de segura, suspiro y asintió a pesar del sollozo de la princesa.

—Bien, como habrás escuchado…

—¡No, yo no quiero!—La princesa elevó la voz sin importarle verse irrespetuosa y maleducada, pero ella no podría soportar quedarse con esa joven castaña.

—Señorita Jauregui, usted se encuentra enferma de salud y no tiene la fuerza necesaria para…

—¡Claro que lo hago, mire!—Con terquedad se levantó de la cama y desafió a la doctora, quien elevó una ceja y a los segundos la joven princesa se tambaleó.

Camila, quien se encontraba a pocos metros de ella, rápidamente dio unos pasos para atrapar a la ojiverde. Lauren era más grande y más pesada pero aún así la morena pudo aguantarla, Lauren cayó hacia atrás sobre los brazos de Camila, quien tuvo que aguantar el aire dentro de ella para poder aguantar, agradecía esas malditas clases de fuerza y resistencia, sino ahora estaría en el suelo por su falta de fuerza.

—¿Decía?—Murmuró la doctora con seriedad.

Con toda la dignidad del mundo, la morena ayudó a reincorporar a la princesa, quien roja de la vergüenza se sentó en la cama cruzándose de brazos negándose a mirar a cualquiera de las otras tres personas en su habitación.

—Señorita Cabello—Volteó hacia la muchacha momentos después de analizar a joven realeza—Tendrá que permanecer con la joven Jauregui para supervisarla y proveerle estos antibióticos que harán su temperatura aumentar a lo normal—Camila escuchaba atentamente y asentía ante lo mencionado por la doctora, quien empezó a mostrar antibióticos y líquidos extraños que el supervisor había estado cargando—Primero irán los líquidos, y después los sólidos…

Siguió mencionando sacando unas pequeñas pastillas que hacían a la morena doler la cabeza, demasiada información pero cuidaría perfectamente bien de la princesa, era su deber en ese momento por haber tirado su evaluación sobre ella, podría considerarlo una paga.