Una semana más había pasado, y esa vez había sido más intensa y descomunal que la pasaba, los sentimientos encontrados por Camila cada vez serán más fuertes y contradictorios, lo peor de todo era que Lauren no ayudaba en lo absoluto, los empeoraba, puesto que sus pedidos cada vez eran más carnales, y ella era cada vez más pasional.
Nuevamente se habían vuelto a besar, solamente que esos eran pobres piquitos qué se daban en los labios, nada tan intenso como la primera vez que se besaron, la única diferencia de ese ayer al ahora era que esta vez ambas lo deseaban, lo ansiaba, y jodidamente lo necesitaban, únicamente que Camila odiaba desearlo, detestaba con toda su alma sentir aquel revoloteo en su interior cada vez que rozaba con la princesa, el más mínimo toque le provocaba un sinfín de sentimientos extraños para ella, y era lo que ella detestaba. Pero el inicio de ese nuevo día fue su entera perdición, algo sucedía con ella, algo extraño, diferente, y bizarro para ella. Había amanecido entre los brazos de Jauregui y su aliento acariciándole la nuca, pero había algo extraño que palpaba el ambiente, y no era el hecho que la princesa la tenía sujeta más fuerte que nunca, no era el hecho que los leves suspiros de Lauren dejaron de ser suspiros para ser leves y casi inaudibles gruñidos, y tampoco era el hecho que la ojiverde le sujetaba la pelvis y en su trasero sintiera la enorme erección con la que había amanecido la princesa, o incluso que ella misma hubiera incrementado al haber movido las caderas restregando su trasero contra su entrepierna, pudiera todo eso parecer grave, pero no para ella.
Esta vez el problema de Camila no era Jauregui, el problema era ella misma.
—Un chupetón es un coágulo de sangre, lo que quiere decir que si este explota, la persona moriría de inmediato—Comentó la princesa con las manos entrelazadas detrás de ella mirando hacia el frente.
—¿Eh?—Camila abrió los ojos sorprendidas volteándose a ver a la joven, que tenía un rostro serio y molesto.
Ambas caminaban por el pasillo, todo parecía normal entre ellas a vista de casi todos los demás, ambas casi siempre que se veían parecían disgustadas con la otra, y si no eran disgustadas, molestas, enfadadas, al punto que un día Camila golpeó el estómago de la princesa ante lo irritante que se estaba poniendo con molestarla, a lo que la princesa golpeó su trasero puesto que fue lo único que llegó a alcanzar cuando Camila empezó a correr, muchos las vieron extrañados y alterados pero rápidamente huyeron de la zona cuando ambas mujeres se voltearon a ver irritadas y con desafío, a lo que venía la confrontación, pero ni extrañamente no pelearon en público como lo hacían hacer. Sin embargo, había también ocasiones de en las que tenían platicas en voz baja, muy baja, y esa vez era una de ellas
—Un chupetón puede matar a alguien—Confirmó la ojiverde finalmente volteándola a ver, sus ojos estaban tan oscuros que hizo temblar a la castaña, quien se sonrojó violentamente al saber lo que significaba esa mirada.
—¿Has querido matarme todo este tiempo?—Bufó en bajo mirando al frente apretando la mandíbula, fingiendo un rostro de molestia cuando en verdad temblaba y rezaba por estar a solas.
—Tal vez—Volvió su mirada al frente escaneando que nadie las viera, y al confirmar sonrió pícaramente agachándose hasta susurrar contra su oído.
—Hey, espe…—Intentó alejarse cuando sintió a la princesa agacharse pero pareció leerle sus movimientos porque la sujetó del hombro impidiéndole moverse.
—Así que…, te invito a matarme cuando quieras.
—Dios mío, aleja este ser cachondo de mi—Empujó a la princesa de un empujón fuerte, causando la carcajada en la princesa, mientras la morena la veía disgustada.
Lauren se le quedó viendo unos momentos, con una sonrisa burlona, aunque sus ojos resplandecían con cariño y un brillo de adoración que alocaba el pulso de la menor. Se quedaron en silencio varios momentos mientras caminaba, nadie les parece extraño que caminarán juntas, puesto que ambas habían comentado más de una vez “A los amigos hay que tenerlos cerca, pero a los enemigos aún más”, y eso fue mucho antes de qué Camila tropezará con poción.

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Poisoned
FanfictionUna escuela de magia para los hijos de los más grandes emprendedores o los más importantes famosos, incluso había de la realeza, pocos pero lo había. Camila Cabello hija de uno de los más grandes emprendedores de licorería en todo el mundo, conocid...