Capítulo V

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Una cita con Charlotte Katakuri

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Una cita con Charlotte Katakuri. Quién lo diría. Si todas las mujeres me vieran, tendrían envidia. Sin embargo, yo era una persona que ignoraba a los demás. Yo deseaba disfrutar de este momento. Ver cómo iba ser la quedada con él porque, desde que lo vi por primera vez, me llamó mucho la atención y tenía ganas de conocerlo más a fondo. Descubrir sus miedos más profundos. Sí, la curiosidad de averiguar lo que escondía detrás de la bufanda me mataba, pero yo no podía obligarle o apurar a que se lo quitase.

Vaya. No me di cuenta que había sacado toda la ropa del armario. Obviamente, estaba indecisa. Vamos, Len, es un paseo solo. No habrá cena de por medio. ¿O tal vez sí? No. Quítate eso de la cabeza. Me volví hacia la cama mirando toda esa ropa tirada, como si hubiera pasado un pequeño tornado. Que pereza. Tendré que volver a colocarlo todo. Bueno, así me ayudará a escoger el conjunto adecuado. Len toma nota: hacer limpieza en el ropero.

Entonces, mis manos tomaron unos pantalones negros de pitillo un poco ajustados que eran super monos. Un momento, esto le iba bien con una camisa azul de volantes y con un poco de escote, y unos zapatos abiertos con cuña. ¡Ja! ¡Ya tengo mi conjunto perfecto! Guardé el resto de la ropa con mucha rapidez intentando no arrugarlos porque me veía justa. ¡Eran las 19:00 y había quedado con Katakuri a las 19:30!

Por eso me llamaban a veces la vaquera del oeste. Me preparé, me senté enfrente del tocador para peinarme y maquillarme lo justo. Claro, mi peinado iba ser con moño, como siempre lo solía llevar porque me iba cómoda con ella. No negaba tener un pelo bastante largo casi estilo Rapunzel y lacio como el demonio, pero el moño me representaba. ¡Lista! Solo me faltaba preparar el bolso y bajar cuanto antes sin intentar matarme por las escaleras. Yo era muy ágil con las playeras. Aún con los zapatos con plataforma me costaba.

Ni siquiera he mirado el móvil por si Katakuri me mandó un mensaje porque salí corriendo, bajando todos esos escalones haciendo un gran escándalo hasta llegar abajo. Primero, tomé una bocanada de aire bien grande para que me llegara a los pulmones. Y, segundo, ahí estaba él esperándome en su gran coche de lujo. Joder, un poco más y llama más la atención. Katakuri llevaba puesto una camisa blanca con unos cuantos botones desabrochados mostrando un poco sus pectorales, pantalones negros elegantes, unos mocasines del mismo color y, que sorpresa, la dichosa bufanda.

No podía decir nada. Tan solo callarme y aproximarme a él. Sus ojos granates estaban clavados en mí sorprendiéndose un poco en la forma de vestirme. Oh, claro, siempre me veía con un chándal o con una mini falda mostrando las bragas a cualquiera. ¡Eh! Ellos eran los pervertidos, no yo.

—¿Me esperaste mucho? —pregunté con educación.

Él no parpadeó. Seguía mirándome. ¿Debería preocuparme? Entonces, recobró el sentido desviando un poco la mirada.

—No mucho —dijo—. De todas maneras, soy un hombre paciente.

—¿Me estás diciendo que tú esperarías una hora a que la chica se prepare?

Amar a una "tsundere" (Katakuri x Len)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora