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No estaba preparada para ti.

Tu lengua envenena mi garganta mientras tus manos acarician mi espalda, quemando cada centímetro de mi piel con tu tacto, haciéndome sentir en el cielo, como un ángel cayendo a lo más profundo del infierno.

Me haces sentir tan ebria con tu simple presencia y no se por qué , ¿por qué sigo amándote cuando debería odiarte y despreciarte por todo el maldito daño que me haz hecho?, pero simplemente no puedo hacerlo, porque te amo, te amo más de lo que me amo a mi misma.

Me haz dejado tan herida pero... Me encantas, me encanta tu pelo, tus manos, tu boca, tu forma de tocarme y endulzar mi oído con tiernas palabras, todo es perfecto en ti.

Me haces caer tan profundo cuando me susurras al oído qué todo estará bien, me haces querer tenerte solo para mi.

Golpeaste mi corazón como si fueras un tren, lo destrozaste pero sigues dentro de él, sigues estando ahí para recordarme qué te amo y que jamás te sacaré de ahí aunque lo intente ¿y sabes que?, creo que de verdad no quiero que te vayas de mi corazón porque no sé que haría sin ti, aunque sea en mis recuerdos o emociones rotas.

¿Alguien puede decirme como llegué a la situación en la qué me encuentro ahora?.

¿Cómo llegué hasta aquí sin volverme loca?. Ni siquiera yo lo sé.

Me vuelves una versión tan vulnerable, tan necesitada de cariño qué algunas veces pienso que no soy la misma persona. Por más que me hagas daño, no quiero alejarme de ti, no quiero dejar de probar tus labios porque se han vuelto adictivos.

Podría alejarte, podría irme para siempre y evitar que mi estabilidad emocional caiga más, pero no puedo y no quiero hacerlo. Tu eres la razón por la cual me trago mi orgullo y te dejo estar a mi lado a pesar de lo que me haces cada día.

Eres la que me hizo caer de rodillas y aún así sobreviví porque quiero verte, quiero tocarte, quiero sentirte. Quiero que seas parte de mí.

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La cordura de Lisa se fue cuando Jennie con dificultad tomó su mano y la guió a la habitación.
Con pasos torpes subieron, Jennie ya conocía el camino, pues la casa de la tailandesa era su segundo hogar.

Sentía el alcohol en su cuerpo pero también sentía el tacto delicado de Lisa en su mano y eso le era suficiente.

Jennie se sentía tan bien cuando estaba con Lisa, cuando estaban juntas, olvidaba que su padre vivía feliz con su actual esposa sin ella y su madre alcohólica qué se puso muy deprimida por esa noticia.

Llegaron a esa puerta de madera qué tenía la letra "L" y entraron. Lisa se sintió algo avergonzada, ya qué había mucho desorden en su habitación, aunque al ver la cara de Jennie se sintió segura, sabía que a ella no le importaba el desorden.

Jennie se sentó en la orilla de la cama totalmente desatendida de Lisa, quien estaba parada sin hacer absolutamente nada en la puerta, viendo cada acción de Jennie, pensando que era muy hermosa incluso sin hacer esfuerzo.

Jennie le hizo una señal para que se acercara a ella y Lisa así lo hizo.
La más alta se paró justo en frente de Jennie y esta de inmediato la abrazó, quedando su cabeza apoyada en el vientre de la más alta.

Rodeo la cintura de la chica con sus manos, cerrando los ojos y sintiendo ese perfume embriagarla más que lo que ya estaba.

- ¿J-Jennie? - Preguntó Lisa con nerviosismo, sintiendo su corazón a punto de salirse de su pecho.

𝑴𝒚 𝑩𝒆𝒔𝒕 𝑭𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora