Nuestra maldición

Capítulo II

-Eso es imposible, la princesa del Reino Blanco murió al ser atacada por un dragón y no quedó ni rastro de ella, desapareció por arte de magia, no puede ser ella, es una impostora-se niega rotundamente a creer que esa es la hija de su mayor enemiga
-Es cierto lo del dragón y sí quedó de ella, porque el dragón era ella y sus padres la exiliaron aún sabiendo que era ella y dijeron esa farsa para no verse mal ante el resto de los reinos,  ella dio a parar conmigo hace un año casi dos y solo me ha tenido a mí para ayudarle- le explica la mujer con cuernos
-¿Porque fue condenada a estar en esa forma?-baja la voz al ver no muy lejos de ellas parte de una de las alas de la dragona y su cola
-No lo sé,  no me lo ha querido decir, a lo mejor suelte prenda contigo, pero primero, vamos a quitarte esta cosa absurda- toma la fina mano de su amiga y quita la pulsera que bloquea su magia de la muñeca y escupe una pequeña chispa de fuego destruyendo dicho artefacto hasta las cenizas
-Mucho mejor- se toma la muñeca antes de girarla y envolverse en una nube de humo morada y aparecer con una vestimenta totalmente diferente a la que suele vestir en su castillo, sin esos vestidos despampanantes e intimidantes, ahora su vestimenta es más común a la de un guerrero pero adecentado a su figura y su movilidad
-También mejor así para no llamar la atención- le sonríe la rubia pero ambas son alertadas por el alarido estremecedor que proviene del dragón, las dos se acercan con precaución a la bestia y Maléfica se acerca a la cabeza de dicho animal- ¿Que pasa Emma?- la inspecciona con la mirada
-No se que dice- Regina se ve incapacitada de poder ayudar hasta darse cuenta de una mancha proveniente del lomo del dragón y se acerca a ver el motivo de su dolor y es por que tiene una flecha clavada entre sus escamas-Mal, es por la flecha- trata de quitarla pero el dragón trata de apartarla
-Ten cuidado, ella no es como yo-
-Tranquila, Emma, sé que me conoces por lo que le hice a tu madre, y por lo que he hecho, pero no sabes toda la verdad salvo lo que te han dicho, me conoces como la Evil Queen, pero mi nombre real es Regina, Regina Mills y quiero ayudarte y si no me crees Maléfica te lo puede garantizar que no te voy a hacer ningún daño salvo para curarte la herida, ¿me dejas ayudarte?- habla segura con la intención de transmitir seguridad, la dragona asiente levemente y Regina se acerca con cuidado y saca la flecha y con su magia cura la herida- ya está, no tienes nada- se acerca a la cabeza y sonríe levemente, Emma acerca su cabeza a la mano de la mujer y hace que logre tocar sus escamas
-Gracias, Regina- dice Emma en la cabeza de la nombrada
-De nada, debes descansar ha sido un día duro- acaricia el rostro de la bestia y esta cierra los ojos ante la suavidad de la caricia que le es brindada, hacía tanto tiempo que nadie le brindaba algo de afecto que hasta casi lo había olvidado el como se sentía y sin querer se escapa una lágrima de sus ojos
-Dejemosla descansar- le susurra la otra mujer
-No se vallan lejos por favor- les suplica Emma
-Esta bien, nos quedaremos cerca de ti- le complace la morena
-Quédate tú con ella en lo que voy a buscar algo de comida para las tres- le susurra la mayor y la otra asiente

Cuando la bruja rubia se va de allí Regina se sienta no muy lejos de su Salvadora y siente un escalofrío debido a una ligera brisa de aire que ha entrado y trata de aferrarse a sus ropajes por el calor, crearía algo con su magia pero al haber estado un tiempo sin ella aún está recuperandola y no quiere abusar de eso. Pero esto no pasa desapercibido antes los ojos de la bestia y acerca su cabeza a ella

-¿Tienes frío?- le mira preocupada
-Un poco sí, pero no quiero abusar de mi magia por ahora eso consume energía y aun no la he recuperado- le explica un poco, la dragona mira una pila de troncos que se encuentra cerca de ellas y alejado del inmobiliario que queda en el castillo y lanza una pequeña chispa de fuego que en seguida crece al entrar en contacto con la madera
-¿Mejor así?- esboza algo similar a lo que es una sonrisa
-Ahora sí, si quieres puedes volver a tu forma humana para al menos ir acostumbrándote a volver a ser humana- sugiere la reina
-Voy a intentarlo- se centra en volver a su figura humana y lo consigue- lo he hecho, no puedo creer que lo haya logrado- lágrimas salen de sus ojos de emoción, tristeza, y dolor por los recuerdos, pero de repente siente un gran frío por todo sí cuerpo y se da cuenta de que está desnuda ante la otra mujer y trata de tapar su cuerpo con sus brazos, pero es envuelta por una nube morada y se ve cubierta por ropajes similares a los de su acompañante-gracias por todo-
-No ha sido nada, ahora ven y acércate al fuego para entrar en calor- señala el lugar a su lado para que se acerque ya que aún está sentada en el suelo y la joven rubia se acerca
-Pensé que ya nunca podría volver a ver mis manos o a poder tener una conversación con una persona o cualquier criatura que no sea un dragón y ser temida por los demás, pero me equivoqué- de sus ojos vuelven a salir lágrimas
-Todavia no te he dado las gracias por ir y salvarme la vida a pesar de haber un gran ejército que buscaban mi muerte-
-No ha sido nada, debía un favor a alguien y al menos pude demostrar que sigo viva, mis padres trataron de matarme por ser así y por otras cosas
-Porque eres Emma Swan, la princesa dragona que ha salvado a la Evil Queen de la muerte a manos de sus padres....-