Capítulo IV

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-¿No voy a poder hacer nada para hacer que cambies de opinión verdad?-la rubia alza una ceja con una sonrisa

-Así es, ya eres conocedora del hecho de que si algo se me mete en la cabeza nos se va hasta que lo consiga o hasta que me rinda y me dé por vencida por un tiempo, pero eso no va a pasar en este caso porque estoy decidida a ayudarte en todo lo que pueda hasta que resuelvas todos tus enigmas-

-Está bien, creo que Mal ya te ha advertido de un par de cosas sobre mí, solo debes tener mucha paciencia conmigo-

-Créeme que la tengo, aguanté a tu madre por muchos años y sigo intacta-suelta como si todo hubiese sido agotador- por cierto, me pica la curiosidad, puedes contestar si quieres, pero ¿Cuántos años tienes?- se gira un poco para verle

-Pues llevo desde hace tres años teniendo 28 años, creo que el paso del tiempo de los dragones ha afectado en mí y ahora envejezco como ellos, ya que tengo el mismo aspecto desde ese entonces, ¿y vos majestad?, no me creo que hayas podido ver crecer a mi madre y hasta la fecha seguir tan joven-

-Pues es una de las ventajas de la magia, poder aprender a usar hechizos para no parecer una anciana y seguir joven, aunque cuando conocí a Snow yo recién había cumplido los 18 años, y ahora tengo 30, ¿sorprendida?-

-La verdad es que no, me lo veía venir, debe ser satisfactorio de cierta manera poder usar la magia, me gustaría poder usar un poco de magia para intentar cambiar algunas cosas que me atormentan aún-

-Bueno, ahora que eres una mujer mitad dragona, tienes la capacidad de usar magia, igual que Maléfica, por eso has podido cambiar de forma, a demás, que puedo sentir la magia en tu interior que está empezando a aflorar y a querer salir de dentro- le dirige una mirada llena de misterio mientras le observa

-¿Podrías , si no es molestia, enseñarme a usarla?-un brillo de ilusión resalta el color aguamarina de los ojos de la rubia

-Claro, pero lo haremos a mi manera, pero eso lo haremos cuando estemos seguras en....-se detienen al ver no muy lejos una cabaña siendo usurpada por un grupo de caballeros de los tres reinos entrar a la fuerza y se escuchan los gritos de una mujer que cesan al poco tiempo al igual que el grito de otro hombre, al poco rato salen todos con lo que parece ser la figura de un joven muchacho magullado por los golpes que esos hombres le asestan en su rostro y cuerpo-

-No puedo dejarle así Regina, debemos hacer algo- Emma se baja del animal y a paso decidido se acerca al gran grupo de soldados

-¿Donde están las fugitivas?, vamos habla y tu vida será perdonada, no como la de tus padres-espeta uno de ellos mientras le amenaza con la punta de su espada en el cuello

-¡Soltadlo!-les grita la rubia mientras se acerca a ellos

-¿O qué?, solo eres una estúpida fulana que quiere sentirse importante por un rato al ayudar a un muchacho, lárgate de aquí o lo lamentarás-se burla uno de los hombres que sujeta al chico por el brazo

-Es mi última advertencia-sus ojos empiezan a brillar y uno de ellos comienza a cambiar de color al igual que siente la magia apoderarse de su cuerpo

-Y también la nuestra ..- no le da tiempo a contestar ya que se quedan mudos al ver como la joven es envuelta en una nube grisácea y cuando esta se disipa aparece en forma de dragón que enseña sus afilados y grandes dientes que les amenaza, a su lado aparece junto con una nube de humo morada Regina con bolas de fuego en su mano

-Soltad al muchacho-les ordena con su voz intimidante y ellos obedecen- ven aquí joven, no te volverán a hacer daño- el chico con pasos torpes logra ponerse tras ellas

-No pueden hacer eso, por orden de los tres reinos debemos registrar las casas en busca de los traidores fugitivos a las coronas- uno de ellos intenta hacerse el valiente y hacerles frente

-Pero eso no es motivo para matar a los que no saben nada- escupe la dragona

-¿Qué sabrás tú bestia?, tú eres quien atormenta a reinos y quien asesinó a nuestra princesa Emma y ha asesinado a cientos de personas-

-Insensatos incultos que se creen lo que los demás les dice, ya me habéis cansado, llévatelo de aquí y cúrale las heridas, enseguida os encontraré- le ordena a la morena encapuchada que asiente con la cabeza y hace que el muchacho se acerque a ella y desaparezcan en una nube morada, y vuelven a aparecer en una zona rodeada de árboles y algo alejada de donde se encuentra la dragona, el joven se aleja como puede de la mujer mientras trata de recuperar el aire

-¿Cómo os llamáis muchacho?- le pregunta con suavidad- necesito curarte esas horribles heridas, no te lastimaré, lo prometo-levanta las manos en señal de estar desarmada y que no le hará daño

-Primero descubrid vuestro rostro-se acerca poco a poco, Regina se quita la capucha de la capa y este abre un poco los ojos ante el asombro de quien tiene frente a él- mi nombre es Henry, y vos debéis ser Regina, la Evil Queen-

-Así es, pero mis años de ser malvada han cesado al completo, no me queda nada ni a nadie salvo a mi acompañante que ya tendrás el honor de conocer, ahora avisadme, Henry si os duele algo, y por favor decidme solamente Regina y habladme como alguien normal, ya no soy reina de nada-se acerca a él y con cuidado pasa sus manos sobre el rostro del joven

-Solo si tú también lo haces- le sonríe ligeramente

-Está bien- sigue curando las heridas del joven hasta que ya su piel vuelve a estar igual que antes de la llegada de los soldados- y ya estás como nuevo-

-Muchas gracias, esos hombres acabaron con mis padres por el hecho de haber refugiado y saber del paradero de los traidores a la lealtad de la reina Snow, pero es que lo que ha hecho y lo que ha dicho sobre lo que ocurrió hace tres años no es cierto por lo que nos han dicho- baja la voz como si alguien pudiese escucharles

-¿Lo que pasó con la princesa te refieres?- él asiente con la cabeza-¿y qué es lo que ha dicho y lo que dicen los refugiados?- pregunta con curiosidad

-Snow dice que un dragón acabó con la vida de su hija, pero no fue así, algo pasó con ellos y en verdad el dragón surgió allí de buenas a primeras y ellos lo exiliaron y ha divulgado que esa bestia ha acabado con ella, pero los fugitivos dicen que la princesa era ese dragón y no les gustaba la manera en la que actuaban los Charming y por eso han decidido abandonar el reino y se han convertido en traidores para los tres reinos- relata el chico mientras observa todo lo que les rodea antes de darse cuenta que el dragón de antes estaba aterrizando y se vuelve a transformar en humana y esta vez está sin la capucha puesta dejando ver su verdadero rostro

-¿Están los dos bien?-se acerca preocupada a la morena

-Sois vos-los ojos de Henry casi salen de sus órbitas- vos sois la princesa Emma Swan White, vos sois la princesa del Reino Blanco, sabía que no habíais muerto, ellos tenían razón, vos erais aquel dragón- expresa con entusiasmo

-Así es chico, pero cuando te refieres a ellos, ¿a quíen te refieres?-le mira con curiosidad la rubia

-Seguro que os acordaréis de ella, quien me lo contó fue Ruby-

-¿Ruby?, ¿Caperucita Roja?-le mira atónita, él asiente con la cabeza- ¿sabes donde está?-

-Si y puedo llevaros con ella....-

Nuestra maldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora