Nuestra maldición

Capítulo XIV

-¡Ahora!- le dice de repente

De los dos seres mágicos salen ráfagas de magia con su característico color, por parte de la Evil Queen de color morado y por parte del Dark One de color rojo oscuro, ambas magias se unen y se adhieren al cuerpo de la princesa Emma que tiembla ante tal golpe de poder. Mientras tanto fuera del castillo se está aproximando una tormenta con viento fuerte que azota las ventanas haciendo que estas se abran de golpe, pero son cerradas por los que están asistiendo a tal acto de salvación. Ambos seres transportan magia a la dragona hasta que del cuerpo de esta sale un destello de magia que hace que se separen de ella casi por los aires, todos se levantan del suelo y se aproximan al cuerpo de Emma y Rumpelstiltskin inspecciona la fuerza mágica para comprobar si ha dado resultado.

-¿Y bien?, ¿Ha funcionado?- le mira impaciente Regina

-Por supuesto que ha funcionado, ahora sólo hay que esperar a que la magia se asiente y se adapte a su cuerpo, mientras tanto ella permanecerá dormida hasta que esto no ocurra- le comunica mientras vuelve a hacer desaparecer su daga

-¿Cuánto tiempo podría llevarle hacerlo?- le pregunta Belle

-No se sabe con exactitud, tal vez una semana o dos, no lo sé, mientras tanto os permitiré quedaros en mi castillo bajo mi protección y así podéis aprovechar para investigar sobre esta extraña maldición- se acerca a la puerta para salir de allí- si quieres Regina, para que te quedes más tranquila puedes compartir la misma habitación que ella y así ir revisándole de vez en cuando y así estar seguros que todo va bien-

-Gracias Rumpel, por todo- le agradece con una sincera sonrisa

-Yo te ayudaré a que se mantenga limpia y todo esto ordenado y cómodo para ella- le dice Belle acercándose a ella- es lo que menos puedo hacer por las dos al haberme rescatados de aquellos tres indeseables-

-No tienes por qué debernos nada- intenta restarle importancia

-Disculpad que os moleste, pero señorita Belle, ¿os puedo pedir que me enseñéis a leer?- le pide un muy tímido y sonrojado Henry- siempre he querido aprender pero mis padres no podían permitirse mandarme a una escuela o pagar a alguien que me enseñe- se encoge de hombros

-Por supuesto que sí, ¿cómo te llamas?- le sonríe dulcemente mientras los dos abandonan la habitación

-Me llamo Henry....-

-Yo me voy para que puedas cambiarle de ropa a una más cómoda- le informa Cora a su hija- cualquier cosa no dudes en avisar-

-Está bien, gracias madre- le sonríe mientras se sienta en el borde de la cama y pone su atención en la rubia durmiente, su madre cierra las puertas y Regina le aparta del rostro algunos cabellos que se han revuelto, después con magia me cambia de ropa a un camisón de dormir y con la misma limpia su piel-¿ Qué me estás haciendo Emma?- dice en voz alta en un suspiro y con una sonrisa inconsciente

Los días pasan y a medida que la joven princesa descansa los demás buscan entre los muchos libros del Dark One y Regina casi no se ha apartado de su Salvadora, cada vez le rodean más pilas de libros en los que ya ha leído en busca de alguna respuesta, pero sus esperanzas cada vez van disminuyendo al no encontrar nada. Ya es de noche y ha pasado una semana y media desde que se han establecido en el castillo, Regina se asoma por el balcón del dormitorio que comparte con la rubia y desconsolada mira las estrellas ya que se siente sola.
De repente un punto blanco medio verde se va acercando a ella haciendo que retroceda de de forma sorpresiva aparece una mujer de cabellos rubios, vestida de verde, piel blanca y con una varita en la mano.

-Hola Regina- le saluda cálidamente
-¿Quién sois y de qué me conocéis?- le mira desconfiada
-Me llamo Tinkerbell y soy tu hada madrina, he visto tu desesperación por ayudar a la princesa Swan con su maldición- se acerca a ella con una sonrisa
-¿Y cómo puedo saber si de verdad me queréis ayudar?- le mira desconfiada
- Porque sé muchas cosas de vosotras dos , a demás de cuánto tiempo le queda con exactitud para despertar a la princesa- señala con la cabeza a la dormida
-Primero decidme el tiempo que va a estar así- decide ponerle a prueba
-¿Me permitís acercarme a la princesa?- la morena asiente aún desconfiada, el hada se acerca al lecho donde descansa la joven y pasa sobre su cuerpo su varita - os confirmo que despertará dentro de dos días, a media noche exactamente- se gira para sonreírle-¿Ahora os ya se fía de mí?-
-Esta bien- acepta a desgana- decidme todo lo que sepáis de su maldición- le dice más como una orden
-No fue un ser de magia negra quien le puso está maldición hace tres años atrás, la princesa era amada por todos gracias a su belleza y amabilidad de antaño, pero si hubo alguien a quien no le gustaron sus ansias de romper las normas y sus teorías, además de sus deseos de conocer y desafiar lo que no le parecía justo, ¿Tenéis una idea de quién pudo ser esa persona que siempre hace lo que quiere sin importar las consecuencias?- alza una ceja mientras sabiendo que su ahijada ya sabe de quién se trata al ver cómo si rostro cambia a uno totalmente enfurecido
- Snow White- escupe con odio- pensé que no podía ser tan mala, pero me equivoqué por primera vez, pero ella no posee magia y sé que Rumpel no le ha podido ayudar porque nos lo habría dicho y sabría quien era ella desde el principio,¿ Quién le ayudó?- le pregunta al hada mientras suelta maldiciones mentales
-¿Quién a parte del Dark One posee magia poderosa y sigue a Snow hasta la muerte?-
-No es posible- la mira sin creerlo- se supone que ella no hace eso, dime qué no ha sido ella-
-Si es posible Regina, quién maldijo a la princesa Swan ha sido la Blue Fairy.......-