El hermoso hijo de Minato Namikaze heredero la elegancia de él y la rebeldía y lo indomable de su madre Kushina Uzumaki.
El elegante e Indomable Naruto Uzumaki puede ir a la cárcel o casarse con el misterioso hombre que le ha elegido su padre.
Sas...
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El azabache lo tomo del mentón para posesionarse de sus labios tomando por sorpresa al Kitzune.
Ya era mucho el Uchiha estaba celoso por ese pelirrojo que no le quitaba la mirada y por todos aquellos que le miraban.
"Eres mi esposo tus votos sagrados debes de respetar"
Sasuke se decía mentalmente, mientras el Kitzune no salía de su asombro por haberse visto tan posesivo.
Lo tenía encarcelado entre sus brazos que eran dos fuertes barras de acero, la respiración errática del Blondo su mirada era claramente dos zafiros que brillaban con una ferocidad.
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Sasuke se quedó viendo lo hermoso que brillaban aun en una posición muy sensual.
Naruto se removió para zafarse de ese agarre se deslizo para poder apartarse de ese abrazador cuerpo que le erizo sus vellos.
No sabía muy bien lo que tramaba ese azabache.
- ¡Quítate pesas mucho!
Sasuke oculto su rostro en el hueco del cuello del rubio aspirando la suave fragancia que desprendía después de su baño.
Era abrumadoramente atrayente. Como una droga fuerte que no podía dejar de aspirar.
Volvió a tratar de alejarlo pero fue el mismo resultado.
- ¡Sasuke!
- Comamos juntos.
Al escuchar la voz ronca que el Uchiha dejo oír y aún más cerca de su oído cada célula de su cuerpo las sintió como una fuerte corriente de electricidad que juro escuchar el fuerte ruido de una descarga cuando un trasformador de luz lo hace cuando un fuerte rayo cae en él.
Sus sentidos estaban al máximo el fuerte cuerpo del azabache que no le dejaba escapar su respiración en su oído que cada vez que jalaba aire sentía esa calidez que le llenaba todo su cuerpo.
Trato de sonar lo más normal posible como si el beso que le dio no fuera nada para él. Pero la voz le salió ronca para colmo de los males alzo sus ojos pudo ver que se perdía en esos profundos ojos color ónix que lo atraparon cual mariposilla en la red de la telaraña.
