Otra noche pasaba para Samhaim, habían pasado años desde que había escapado de la lampara negra, pero los recuerdos de lo que había hecho por ellos aún le atormentaban, y aún le causaba más conflicto no saber lo que hizo antes de ser un esclavo. Otra cosa que lo molestaba era lo que tuvo que sacrificar para poder huir de ese recinto lleno de perros modificados genéticamente, pues su compañera(una esclava sexual creada genéticamente para complacer a los tipos de la lámpara) fue devorada por aquellas bestias tan atroces.
Su máscara de Calabaza era la único que tenía para recordar lo que no rendirse significa, su signo, su logo. Todos estos años había vivido de la caza de animales, en el día se levantaba por la mañana y cazaba conejos u otro animal pequeño, posteriormente prendía una fogata cerca del lago y doraba su carne, con su cuchillo le quitaba su pelaje con cuidado y después con una rama los sostenía arriba de la lumbre. Seguido de terminar de desayunar se daba un baño en el lago, se quitaba su casaca y su pantalón demasiado desgastado, mostrando así su esculpido pero horrible cuerpo lleno de cicatrices, algunas sabía cómo se ellas había hecho y otras nisiquiera las recordaba tener, aunque al final no importaba puesto que su regeneración acelerada no le permitía morir con ninguna herida, posteriormente toda la tarde se la pasaba meditando en su cabaña, intentando olvidar que era un maldito asesino y casi en la noche volvía a cazar y recolectar fruta para finalmente dormir, su parte favorita del día, dormir le encantaba, ya que su mente se hundia en un estado en el que el no existía y en el que podía descansar sin remordimientos.
A pesar de esa satisfactoria sensación, aquella noche el hombre no podía dormir, no sabía por qué, simplemente se pasó 2 horas dando vueltas sobre su cama de hojas, hasta que decidió levantarse y caminar un poco a las afueras, era extraño, nunca había tenido insomnio, nisiquiera en los primeros días que escapo de la lámpara negra, pero esa noche el sueño simplemente no le llegaba, o más bien era remplazado por una sensación de ir a algún lado, corría velozmente con su vestimenta característica pero sin su cuchillo, saltaba de árbol en árbol, algo lo estaba llamando, algo en su interior lo obligaba a ir a un punto.
No paro por un buen rato hasta que llegó a un punto en el que 3 árboles colocados extrañamente de manera circular separados de igual manera cada uno con una marca diferente, no sabía que significaba o que hacía ahí, nisiquiera tuvo tiempo para pensarlo porque una voz lo llamo a sus espaldas, una escalofriante voz.
F.K.: Buenas noches perrita, ¿que haces a estas horas despierto?
Samhain no le pareció extraño su aspecto quemado pero aún así pregunto la característica pregunta que siempre se hacen:
S.: ¿Quien eres?
F.K.: Tu salvador o tu asesino, tu decides perra.
D.: prefiero que seas mi víctima está noche.
El hombre se abalanzó contra el asesino de Elm Street y con su mano lo hizo caer al piso aprisionandolo con su codo.
F K.: Nisiquiera traes tu cuchillito¿Con que me vas a matar? Con tus manos.
S.: No veo el porque no
F.K.: Bien, entonces ¿no vas a querer que te devuelva tus antiguos recuerdos?
S.: ¿Que?
F.K.: Como lo escuchaste, te puedo devolver tu memoria a cambio de que me des algo a mi.
S.: Conozco los engaños, y tú te vez como alguien que los comete a diario.
F.K.:¡Increíble! Ya te apuñale 5 veces en el costado y sigues sosteniendo me contra el suelo, las leyendas si son ciertas. En fin si no quieres hacerlo por las buenas, lo harás por las malas, veamos que tanto resistes ante los chicos de Elm Street.
De repente un machete atravesó el pecho de Samhain y lo hizo volar unos cuantos metros.
S.:¿Pero qué?
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Music Box: Una Historia De Creepypastas Vs Slashers(Y Otros)
ParanormalEn 2016, Zalgo y Leviathan están listos pará volver la tierra un infierno por separado y sus mejores lacayos pelearán entre si. Una misteriosa caja musical junto a una profecía no tan positiva se revelara Tal vez los héroes antiguos no puedan salvar...