En 2016, Zalgo y Leviathan están listos pará volver la tierra un infierno por separado y sus mejores lacayos pelearán entre si.
Una misteriosa caja musical junto a una profecía no tan positiva se revelara
Tal vez los héroes antiguos no puedan salvar...
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Una pesadez increíble se sentía sobre Cassie Hack, se sentía soñolienta y bastante débil, mientras que la luz que entraba al abrir los ojos era bastante incómoda de presenciar como si los colores penetran hasta la profundidad de su ser.
Estaba amarrada, lo podía sentir, sus brazos, sus piernas y su estómago por diversas ataduras de cuero grueso sobre su semidesnuda piel, ese era otro punto malo, estaba completamente indefensa y totalmente expuesta al peligro potencial.
Estaba recostada sobre una mesa con una sábana, la cual se encontraba levantada en un ángulo de 75° aproximadamente, a pesar de que sus ojos apenas se acostumbraban a la pálida luz le era muy difícil percibir dónde se hallaba.
De repente empezó a escuchar el ruido de una puerta abriéndose con fuerza y pasos entrando al lugar, eran pasos débiles pero firmes de un sujeto relativamente de estatura regular.
La chica percibía las sombras en movimiento como un hombre con una bata y varios elementos quirúrgicos, era un doctor o un médico.
Vio como el sujeto sacaba una jeringa con un extraño líquido verde fosforescente de una de las tantas repisas del lugar, para después apresurarse a irse tan rápido como vino.
Cassie empezaba a unir piezas, pensando que posiblemente se encontrará en un hospital o centro médico secuestrada por aquel tipo. Esa información no era tan relevante y sabía que aún tenía mucho que investigar para poder salir de aquel sitio, además de descubrir como aflojaría sus ataduras.
La chica trato de mover su cuerpo, sin éxito alguno, sus músculos aún se hallaban bastante sedados y sus ataduras estaban bastante apretadas, era como un pequeño pájaro en una jaula, sin oportunidad de salir y con una impaciencia que crecía cada segundo.
Fueron pasando los minutos con la mismo impaciencia creciendo cada segundo, completamente insegura en aquel lugar y sin saber lo que aquel tipo extraño le haría con sus cosas de científico loco.
Después de unos 35 minutos otro sujeto entro, con sus ojos menos borrosos observó a un muchacho que usaba una extraña máscara antigas y unos gogles junto a una capucha verdosas, acercándose lentamente a la chica con una enorme jeringa vacía, la cual uso en el brazo de Cassandra para sacarle un gran montón de sangre, para segundos después retirarse rápidamente, no sin antes decir unas palabras sin sentido para la chica:
-Si tus genes tienen la cura para la muerte como dice West, será preferible hacer una enfermedad, solo por si el plan no funciona.
A pesar de la cantidad de sangre que fue retirada de su ser, Cassie no sentía un dolor tan fuerte, el hecho de luchar siempre contra tipos que contaban con cuchillo y esas cosas la hacían menos susceptible al dolor en pequeñas dosis que la gente normal.
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