America is here

V I

Un pequeño suspiro se escuchó en la ahora casi vacía habitación.

Hace unos días le dieron de alta a su hermano, estaba feliz de que estuviera bien pero. . . Ahora se sentía solo en esa fría sala de hospital.

Extrañaba a su familia, quería ver a sus hermanos, quería ver a sus padres pero estaban de "viaje" o eso fue lo que le dijo el señor españa.

Hizo un pequeño puchero al mismo tiempo que golpeaba ligeramente la ventana que tenía a su lado, se cruzó de brazos para empezar a pensar como hacer para que el español le responda sin escaparse.

- Ya deja de darle vueltas - Dijo el gato que yasia a su lado desde hace unos instantes

El niño solo lo ignoro, giró la cabeza para no verlo.

El gato lo miro con indignación por la acción que hizo pero el hizo lo mismo, giró completamente para irse del lugar.

Acadia ni intención le prestó estaba enojado con aquel animal, ya que el día anterior le había pegado al pequeño gorrión que solo estaba cantando en las manos del menor.

Refunfuño al dirigir su mirada al ventanal que tenía enfrente.

Abrió los ojos sorprendido al ver a Domingo, el pato, inmediatamente quizo alejarse por lo que el animal hizo la última vez que lo vió.

El pato se quedo quieto mirándolo con esos ojos tan oscuros que asustaban al niño.

Acadia se intentó alejar lo más que pudo de el ya que la última ves que lo vió "lo golpeó" y por ello tenías un pequeño moretón en su pierna.

Domingo hizo un sonido muy fuerte que asustó e alteró más al niño, eso no era un graznido, el pato se acercó a gran velocidad al pequeño para empezar a "picoterlo" en el estómago.

Acadia empezó a llorar por el dolor, intento defenderse del "ataque del pato", suplico entre gritos que se detenga, gritos que fueron escuchados por personas que estaban a su alrededor.

Una enfermera entro alterada al cuarto y "separó" al pato del niño, la mujer asustada intentó tranquilizar al niño pero lo único que consiguió fue que el pato empieze a "picotearle" a ella.

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— Lo siento —

El contrario solo asintió con ambas manos cubriendo su rostro.

• ¿Que estoy haciendo aquí? •

Se pregunto mentalmente al ver al niño frente a el.

El pequeño ya no tenía el yeso en su brazo, pero si una venda por las heridas, ya no nesecitaba de una silla de ruedas para moverse, peor aún caminaba con algo de dificultad.

Suspiró para acercarse al niño y hacer la misma pregunta que le hizo en éstos 15 minutos que estaba alli

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Acadia solo miro como el italiano se Hiba de la habitación, parecía molesto. . . Se sentía culpable por ello.

Se cruzó de brazos mientras cerraba los ojos con algo de tristeza, tristeza que olvidó al instante al sentir una patita en la cabeza.

Levanto la cabeza inmediatamente al sentir el tacto, sonrió de alegría al ver a 300, el oso bebe, no dudo ni 1 segundo en abrazarlo con fuerza.

El oso gustoso acepto el abrazo.

Acadia se separó del abrazo — Dónde estabas?  — Pregunto el pequeño ya que desde hace unos días que no veía al oso que tanto quería.

El oso solo lo miro, no podía hablar.

El niño lo pensó por unos segundos — No importa, vamos a jugar .  .  .—

Paso una bonita tarde en la que el menor disfruto la mayoría del tiempo acompañado por ahora 2 animalitos más.

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— Ya deja eso! — Reclamó el pequeño lagarto ya arto de los suaves picotazos que le daba el adorable gorrión.

El gorrión hizo pequeños sonidos en forma de felicidad, le parecía gracioso el molestar a su amigo.

Mientras tanto el infante e Oso seguían abrazados, ambos con una sonrisa por la " pelea " que sus amigos tenían.

— Ya deja eso 19 — Pronunció entre risas mientras hacía más fuerte el abrazo.

El gorrión lo giró la cabeza para verle con una mirada sugetona, abrio sus alas para volar hacia el pequeño el cual giró la cabeza de un lado a otro para que las plumas del ave no tocasen su cara.

Todos en la habitación algunas risas hasta que un pequeño llanto se hizo sonar.

Acadia giro la cabeza por donde parecía venir el llanto, se levantó de la camilla sin mucha dificultad con aún el oso en brazos.

El pequeño al estar suficientemente cerca poso una de sus manos en el marco de la ventana, era un día nublado.

Por la ventana pudo ver a un ¿Niño?, Este era albino, estaba llorando.

Sintió un pequeño dolor en su pecho al ver a ese pequeño.