T 2 Capítulo 4

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Vi como los demás se iban hacia los sellos que se encontraban en cuatro puntos distintos, yo solo coloque el auricular en mi oído y espere a la señal, los cuatro llegaron bastante rápido y en la señal de Kakashi, se supone que los cinco quitamos el sello al mismo tiempo, en el momento en el que removí el sello sentí que cuatro presencias similares aparecían cerca de los demás, me preocupe por el hecho de que esas nuevas presencias tenían el mismo poder, no, no parecen ser capaces de pensar, por lo que son más débiles a sus originales.

Vi a Sakura comenzar a correr hacia la roca en la que me encontraba parado, salte notando como el puño de la chica se encontraba reforzado con chakra, ver como la piedra exploto en varios pedazos me recordó a la fuerza que Tsunade demostró durante aquel enfrentamiento contra la serpiente, el hecho era que hasta ahora me daba cuenta de que ella parecía tener dos reservas de chakra, una bastante alejada de la original, me pregunto si eso es lo necesario para activar el sello en la frente.

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-Así que una copia de mí – dije mientras miraba con mi byakugan a la Hanabi enfrente de mí – hmm, los kimonos no sirven para ocultar mi pecho, ahora entiendo porque nee-san utiliza esas ropas.

No tuve más tiempo para pensar en mi propia apariencia pues con el mismo estilo de taijutsu que utilizo fui atacada, no es que fuera muy complicado esquivar mis propios ataques, no cuando nee-san y yo estuvimos entrenando para que alguna de las dos fuera capaz de desarrollar los puños de león flameantes, no fui capaz de aprender ni lo más básico de esa técnica, pero esta bien, nee-san y yo no tenemos porque conocer las mismas técnicas o poseer las mismas habilidades.

Respondí a los ataques que me encontraba recibiendo de manera constante y que hasta hace un segundo había estado esquivando, las batallas entre Hyuga son muy aburridas, siempre ocurre lo mismo, siempre es desviar los golpes o bloquear teniendo en mente el casi seguro bloqueo de un punto tenketsu, eso lo hace todo más complicado siempre, ante eso, aproveché la única debilidad de los Hyuga, ataques distancia rápidos y que no son capaces de adelantarse a ellos.

-Hakke Kusho – dije mientras extendía mi palma delante del pecho mi clon, poco importándome que estuviera a unos centímetros de mí.

Al estar a pocos centímetros una de otra, mi copia no fue capaz de adelantarse, no fue capaz de realizar alguna técnica que pudiera contrarrestar mi ataque, por lo que salió volando hasta chocar con una roca cercana, al ver como quedaba incrustada en la piedra me acerque utilizando mi máxima velocidad y procediendo a atacar a los sitios donde se supone deberían estar sus puntos tenketsu, solo para que al terminar viera como mi copia se hundía en la tierra, desapareciendo y dejando ver el daño real que provoque, tengo que tener cuidado con las cuchillas de chakra, no sería bueno matar a alguien queriendo paralizarlo.

-Me pregunto si alguno necesitara ayuda.

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-Una copia de mí, que poco original – mencione mientras utilizando mi propia imaginación hacia que nubes de tormenta aparecieran sobre nosotros – entonces, comienza.

Su dedo índice me apunto provocando que tuviera que esquivar un rayo proveniente de una de las nubes que yo mismo había creado, en respuesta levante mi mano izquierda, cosa que desencadeno el crecimiento de varios picos de piedra que rozaron la piel de mi copia, este parecía tener chakra infinito, pues su chakra no había disminuido después de mandarme ese rayo, a pesar de lo complicado que puede parecer por el hecho de que es una copia exacta de mí mismo con chakra infinito no importa, después de todo, se cuales son mis propias desventajas y cual es la manera más rápida de matarme, solo tengo que imaginar como muero.

Solo una copiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora