Capítulo 12

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La nueva instructora había sido demasiado extrovertida, aunque por alguna razón consideré que ella ocultaba cosas, pero no es como si pudiera saber la verdad y preguntar no estaba dentro de mis planes, supe que la cosas iban a ser complicadas luego de ver el gran bosque dentro de rejas, lo bueno es que no tenía motivos para contenerme, cualquiera que se atreva a atacarnos no sentiré ningún remordimiento con deshacerme de él, voy a proteger a Hanabi y Shin, incluso si eso significa ponerme en peligro.

-Tenemos un pergamino de la tierra – Shin dijo mientras volvía del lugar donde los repartían.

-Bien, iremos con nuestra formación ordinaria, Hanabi en el medio, Shin detrás y yo delante.

-Ya tengo tres equipos que recibieron un pergamino del cielo, si quedan cerca de la puerta en la que nos toque nos puedo guiar – Hanabi dijo con su byakugan activo, yo solo me quede viéndola, recordando las palabras de su hermana - ¿sucede algo Menma?

-Ese sujeto está aquí – dije cambiando el curso de mis pensamientos ante un nuevo tema – si bien quiero matarlo, no lo buscaremos, prefiero que estemos lejos de él.

- ¿Cuál es? Mantendré un ojo sobre él – ella pidió.

Yo solo señale a la supuesta mujer que se encontraba detrás de la instructora, que decidió molestar a Naruto por algún motivo que no quiero comprender, Hanabi asintió, dando a entender que de cierta forma ya lo había marcado, mire a Shin, se encontraba sujetando su cabeza mientras hacia una mueca de dolor, coloque mis manos sobre sus hombros atrayendo su atención.

-Respira Shin – dije mirándolo a los ojos, su otra personalidad parecía querer tomar el control.

-Cada día se vuelve más fuerte.

-Entonces cada día lo golpeare más duro – respondí sacándole una ligera sonrisa.

-Mejor no hagas eso, luego me queda doliendo el golpe a mí.

-Entonces vuélvete más fuerte justo ahora y detén a tu otra personalidad justo ahora.

Lo vi temblar un rato, vi como el sudor cubría su frente y como su boca se tensaba, pero luego de un par de segundos se relajó, su respiración volvió a la normalidad, sin embargo, ya no era Shin, al menos no el que Hanabi y yo conocíamos, su mirada era diferente al igual que su presencia, nos quedamos un par de segundos viéndonos hasta que él sonrió.

-No me estoy apoderando de él, solo es un pequeño intercambio – él dijo de manera tranquila.

- ¿Cómo se que no intentarás algo extraño?

-Entiendo que no estamos en una situación sencilla – respondió con calma – además, no tengo nada en contra del principal como podría parecer, no lo odio, entiendo que me tenga miedo, después de todo, exploto sus capacidades al límite.

-Bien – extendí mi mano hacia él expresando respeto – confiare en ti ¿Cómo te llamas?

-No hay mucha diferencia entre mi nombre y el del original, soy Shun, Menma, Hanabi.

-Supongo que ya sabes que ocurre por tu comentario de antes – Hanabi dijo con calma.

-Así es, también se lo de aquel sujeto.

-Eso me sirve, ahora vamos – dije deteniendo la conversión al escuchar que éramos llamados.

Nos pusimos delante de la puerta que uno de los chunnin indico, la mirada de Hanabi se dirigió a la derecha y señalo el número dos con sus dedos, y el uno a la izquierda, decidí que iríamos a la izquierda dado que era el objetivo más cercano, volví a mirar a Hanabi, señalo justo delante de nosotros, dándonos a entender se encontraba aquel que debíamos evitar, asentí mientras hacía unas señas indicando que apenas consiguiéramos el pergamino que necesitábamos iríamos a la torre.

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