Luz de Navidad

Capítulo 3

—Estoy tan feliz de que estés aquí.

—Yo también estoy feliz de verte, Olivia —mi amiga me abraza tan fuerte que me parece escuchar algunos de mis huesos crujir.

Olivia y yo nos conocimos en preparatoria, estuvimos juntas los cuatro años y tuvimos la suerte de asistir a la misma universidad, fue hasta que me mudé a París que ella y yo dejamos de vernos. Olivia —Liv, de cariño—, estuvo conmigo en cada paso que dimos Jeremy y yo: desde que nos conocimos, nos hicimos novios, hasta que le detectaron el cáncer y todo lo que eso conllevó, ella estuvo siempre ahí para evitar que cayera cuando Jeremy empeoró, y cuando partió.

Olivia es más que mi mejor amiga, ella es una hermana más para mí.

—Pensé que te habías olvidado de mí reemplazándome con tu nueva amiga francesa —blanqueo los ojos y sonrío divertida.

Sé que sólo está bromeando.

—No seas dramática, hablo contigo todos los días. ¡Incluso me dijiste que Claire te agradaba! —Contraataco, Olivia abre la boca en forma de "o", parece indignada, pero sé que sabe que tengo razón.

—Ya, me descubriste —una sonrisa se forma en su rostro, la cual me la contagia —. ¿Cómo has estado?

Suspiro.

—Bien, Francia me ha venido bien. ¿Qué hay sobre ti? —Pregunto.

Últimamente no se me da hablar de mí misma.

—Mamá se ha vuelto loca, hace unos días me preguntó cuándo me casaría con Justin.

Justin es el novio de Olivia, se conocieron en el primer año de universidad y llevan una relación estable. 

— ¿Qué tiene de malo casarte con Justin? —Olivia entorna los ojos y yo río.

No es la primera vez que hablamos sobre el tema, ya que no es la primera vez que la madre de Olivia le pregunta al respecto.

—Nada, es sólo que aún no estamos preparados para dar ese paso. 

—Por cierto, ¿ya has pensando en tu regalo de cumpleaños? —Olivia niega con la cabeza.

—Faltan días para ello, además, estoy a tope con mi dinero. Desde que papá se quedó sin trabajo, todo mi sueldo se va en los gastos de la casa. Mis padres no lo saben, pero Justin me ayuda a pagar algunas cosas —el rostro de mi amiga se llena de dolor.

Su familia ha estado pasando por una difícil situación, insistí en ayudarla pero se negó.

— ¿Todavía sigue sin conseguir trabajo? —Mi amiga asiente y exhala aire con pesadez.

Abro mi bolso y busco hasta dar con los dos sobres que guardé está mañana para dárselos, pueda que Olivia me mate por ello, pero moriré con la satisfacción de ayudar a mi amiga.

—Esto es para ti —coloco ambos sobres sobre la mesa y los deslizo hasta ella.

Olivia frunce el ceño y me mira confundida. 

— ¿Qué es esto, Lenna?

—Uno es para ti y el otro para tu familia, y no acepto devoluciones. Lo hago con mucho gusto.

—Lenna...

—Sólo ábrelos —a regañadientes, Olivia abre el primer sobre. Muerdo mi labio inferior con nerviosismo.

Los ojos de Olivia se abren en grande al ver el contenido del sobre.

— ¡Por Dios, Lenny!

—Antes de que reproches, sé que te negaste a mi ayuda pero sabes que no soy de dar el brazo a torcer tan fácilmente. Tómalo como un regalo de Navidad adelantado de mi parte —los ojos de Liv se llenan de lágrimas, se levanta de su asiento y de inmediato me rodea con sus brazos.