—Bonjour, chérie! —exclama una eufórica Claire desde el otro lado de la línea.—Bonjour, petite —le devuelvo el saludo mientras me estaciono frente a la casa de los Lynch —. ¿Estás ebria?
A pesar de que sólo es una hora de diferencia entre Francia e Inglaterra, no creo que mi amiga se haya embriagado a las diez de la mañana.
Aunque al ser Claire, cualquier cosa pueda suceder.
—Solo un poco achispada —responde con desinterés —. Me he tomado dos copas de vino y una de champán.
—Dime que por lo menos has desayunado —suplico, y por su bien, espero que lo haya hecho.
De lo contrario el baño del apartamento será un caos.
Su silencio me lo afirma todo.
— ¡Claire! —Le reprendo.
— Ne t'inquiète pas! Jean fue por comida, vendrá en un rato —enarco una de mis cejas a pesar de que ella no me ve.
— ¿Jean? ¿El mismo Jean al que botaste hace como dos semanas?
Conozco a Claire lo suficiente como para saber que sus mejillas en este instante están de un tono rosado, muerde su labio con nerviosismo y ha bebido de su copa para retrasar la respuesta.
—Claire... —sentencio.
—Désolée, Lenna —responde avergonzada —. Ayer fui a un bar con una compañera del trabajo y nos encontramos ahí, bebimos unos tragos y luego de unas cuantas margaritas terminamos en el apartamento y de alguna forma...
—Pasaron la noche juntos —la interrumpo terminando la oración por ella.
—Sí, sé que te dije que no quería nada con él, pero...
—Claire, no tienes porqué darme explicaciones. Tú sabes cómo llevas las riendas de tu vida, y si eso implica involucrarte de nuevo con Jean, yo te apoyo. Solo espero que no hayan usado mi habitación, y que se hayan protegido.
— ¿No estás enfadada? —Cuestiona cual niña pequeña luego de haber hecho una travesura.
—Ni un poco, sabes que Jean me agrada, deberías de darle otra oportunidad —sonrío ante el recuerdo del chico.
Pocas veces he tratado con él, pero han sido las suficientes para saber que es un buen chico y que hace feliz a mi amiga, aunque esta sea un poco terca e indecisa.
—Je t'adore, tu le sais? — mi sonrisa se ensancha el doble.
—Oui, petite, je le sais.
—Te dejo Lenny, iré a darme una ducha antes de que Jean regrese.
—Procuren no usar el sofá como cómplice de su pasional reencuentro —bromeo.
—Va te faire foutre! —No lo puedo evitar y suelto una carcajada.
—Por cierto, ya recibí la esfera que compraste. A mamá le gustó tanto que la colocó en el árbol de Navidad.
—De nada —responde con el ego inundando su voz —. Ya me voy, te escribo luego.
—Au revoir, Claire.
—Au revoir, Lenny.
Cuelgo la llamada y niego con la cabeza, simplemente Claire siendo ella misma.
Cojo mi bolso y ajusto mi abrigo antes de bajar del auto, pasaría la mañana ayudando a Tyler a decorar la casa para luego verme con Harry en la cafetería a las dos de la tarde.
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Luz de Navidad
RomanceNavidad, época del año que para muchos es sinónimo de alegría, compartir y pasar tiempo en familia. Pero para Lenna tiene un significado diferente. Lenna había pasado por un año lleno de obstáculos por derrotar, heridas por sanar y recuerdos que tod...