Capítulo 11

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HARRY

— ¿Qué haces?

Suelto el lápiz y lo dejo sobre la hoja con el boceto como separador para luego cerrar el cuaderno.

Había comenzado a trabajar en los cuadros que la señora Lynch me había pedido para su fiesta.

La verdad estaba sorprendido que Lenna hubiese pensado en mí, pero al mismo tiempo me sentía agradecido.

Con la cantidad que la señora Lynch me iba a pagar por cada cuadro..., no quería ni pensarlo.

Si antes pensaba que Lenna había sido una especie de ángel caído en mi vida, hoy no tenía dudas de que lo fuera.

Por alguna extraña razón mi vida ha sido diferente desde que la conocí aquel día en el cementerio. Debo admitir que por un momento pensé que no volvería a verla, que fue uno de esos encuentros casuales que suceden una vez en la vida, pero luego coincidimos en el supermercado y luego en la feria de Londres. Fue entonces cuando me decidí invitarla a salir, si la vida me había permitido coincidir con ella varias veces, no era una coincidencia ni mucho menos una oportunidad que desaprovecharía.

—Terminando los bocetos, con esto puedo comenzar los cuadros esta semana.

Emma se adentra en mi estudio y toma asiento en el sofá frente a mí.

Ella me observa con sus ojos esmeralda y luego esboza una sonrisa.

— ¿Qué sucede? —Cuestiono confuso.

Ella niega con la cabeza.

—Esa chica te gusta, ¿me equivoco?

Suspiro.

—No tiene caso que lo niegues, ¿sabes? —Ella se acomoda en el sofá y se inclina hacia adelante —. Y tú le gustas a ella.

Frunzo el ceño y me inclino hacia atrás para recargar mi espalda.

—Yo no estaría tan seguro.

—Vi cómo ella te miraba en la fiesta de Lily, también cómo te tomaba de la mano y se enganchaba a tu brazo. Si no le gustaras no actuara de esa forma.

Frunzo los labios mientras mis recuerdos me llevan hacia unos días atrás en la fiesta de Lily.

Recuerdo lo cálida que se sentía su mano unida con la mía a pesar del frío; recuerdo cómo sonreía cada vez que veía algo que le daba gracia o cómo apretaba mi brazo cuando se ponía nerviosa.

De la misma forma que yo lo estaba cada vez que ella hacía cada una de esas cosas.

—Es demasiado pronto para sacar conclusiones, Em.

—No, tú eres un tonto que no ve a su alrededor —se levanta del sofá y canina hacia estar frente a mí —. ¿A qué le temes Harry?

Me quedo en silencio unos segundos, Emma me conoce tan bien.

—No le temo a nada —miento, ella lo nota al instante ya que rueda los ojos.

—Claro. Ella no parece ser el tipo de chica que te abandona sin decir nada, tampoco la creo capaz de hacerlo.

Yo también lo creo.

Tómate tu tiempo —besa mi mejilla y luego me mira a los ojos —Hoy es día de ensayo para Lily y la academia está sola por la noche, llévala y enséñale algunos pasos.

Me guiña el ojo y sale de mi estudio dejándome sumido en mis pensamientos.

Tal vez Emma tenga razón.

Harry:
« ¿Tienes algo que hacer por la noche?»

~~

— ¿Puedo ayudarte en algo? —Un adolescente se encontraba del otro lado de la puerta.

Luz de NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora